La primera pizza a domicilio: una historia re(y)al
Domino's Pizza hizo de lo entrega a domicilio su razón de ser y el elemento diferencial en un mercado con centenares de competidores
Corría el año 1889 cuando la reina Margarida y su marido Umbert acabaron la suya gira de aclamaciones y fanfarrias por toda Italia para celebrar su proclamación como primeros monarcas del nuevo Sido unificado. 11 años de nomadismo y cumplimientos de sus súbditos que acabaron cuando la pareja decidió instalarse en la moderna, caótica y ajetreada Nápoles. La vida en palacio era confortable, pero a la cabeza de pocos meses la reina se hartó de los entremettiers, rôtisseurs, pâtissiers y otras preparaciones de inspiración francesa que monopolizaban las mesas nobles de Europa en aquella época, por el que pidió que le trajeran un plato de algún restaurante famoso de la ciudad.
El encargado de satisfacer el capricho de aquella noche de la reina fue el prestigioso pizzer Raffaele Esposito, propietario de la Pizzería Brandi. Con la intención de sorprender a la monarca, Esposito diseñó una variedad con tomate, mozzarella y aceite de albahaca, simulando así la bandera de Italia. Emocionado con su invento, Esposito trajo personalmente la pizza en palacio, haciendo así la primera entrega a domicilio de la historia.
Unos días más tarde, la casa real mandó una carta a Esposito felicitándolo por su trabajo y él, orgulloso, decidió incluir su creación en la carta del restaurante con el nombre de Pizza Margarida.
EE.UU., el estallido de la pizza a domicilio
Hoy, Domino's acumula la mayor parte de los mil millones de pizzas que cada año se reparten a domicilio al mundo, pero todo se remonta al 9 de diciembre de 1960, cuando los hermanos Tom y James Monaghan decidieron invertir 1.400 dólares en el pequeño restaurante Dominick DiVarti, en Michigan, con una doble intención: iniciar una cadena e instaurar el envío de los pedidos a los clientes de la ciudad que lo pidieran.
Los inicios no fueron del todo fáciles. De hecho, James quiso abandonar el negocio sólo ocho meses después de empezar, puesto que no estaba dispuesto a dejar su trabajo a la oficina de correos por aquella aventura empresarial que apenas empezaba a andar. Así que acabó vendiendo su parte a Tom a cambio de, precisamente, el Volkswagen Beetle que tenían que utilizar para los repartos.
La marcha de James y la pérdida del vehículo no desanimaron a Tom. Rápidamente invirtió en un nuevo coche y, medio año después, puso en marcha el reparto a domicilio. El primer encargo fue de la Universidad de Michigan. El mismo Tom llegó al recinto y entregó la pizza a la recepcionista, Margie Zybach. Un año después, Margie y Tom celebraban su boda.
Después de unos inicios difíciles, lo entrega a domicilio fue el factor diferencial que consolidó Domino's al mercado. El 1965, la marca ya contaba con tres locales, que por el 1978 ya eran 200 y, hoy en día, ya son más de 8.200 en todo el mundo.
En la actualidad, Domino's genera el 90% de sus ventas en lo entrega a domicilio. Sin duda, la marca reina en el sector de las pizzas.