El análisis genómico y la prevención en la salud de las mujeres
El análisis genómico permite personalizar el control preventivo de ciertas enfermedades
Las diferencias biológicas y sociales entre hombres y mujeres provocan un impacto en la salud por el hecho de pertenecer a uno u otro sexo. Gracias a los adelantos en el terreno de la igualdad, en los últimos años la mujer ha adoptado costumbres tradicionalmente propias del hombre, como el tabaquismo, el sedentarismo y los cambios en los hábitos dietéticos. Esto ha determinado de manera negativa que la mujer se haya igualado al hombre en algunas complicaciones de salud por el efecto de factores de riesgo ambientales, como las cardiovasculares, los accidentes cerebrovasculars y el cáncer. El análisis genómico aporta información relevante para llevar a cabo un control preventivo personalizado.
La función reproductiva de la mujer se ve afectada por el aumento de responsabilidades profesionales y laborales, puesto que la edad de la maternidad se va retrasando hasta tal punto que las estadísticas señalan que en la última década, los embarazos en mujeres de más de 40 años representan más del 60%. Esta maternidad tardía implica más riesgos y de aquí surge la necesidad de disponer de métodos que ayuden a minimizarlos.
El embarazo y la menopausia
En este sentido, el análisis genómico aporta información sobre necesidades nutricionales especiales. Antes de quedar embarazadas, por ejemplo, informa sobre la forma química específica y el momento oportuno en el que se tienen que tomar ciertas vitaminas, como el ácido fólico, para prevenir abortos y malformaciones en el feto. Además, ayudará a tener previstas complicaciones como la diabetes en el embarazo, la preeclampsia y la amenaza de aborto y parto prematuro. También nos ayudará a tomar medidas oportunas de protección antioxidante para evitar agresiones de tóxicos nocivos para el correcto desarrollo y el bienestar fetal.
Otro periodo de la vida de las mujeres que se tiene que tener en especial consideración es la menopausia. Está demostrado que una prevención de salud precoz tiene un impacto positivo sobre el potencial de salud con el que la mujer llega a esta etapa, como la osteoporosis, los problemas para mantener en equilibrio el peso corporal o la salud tanto cardio como cerebrovascular.
El análisis genómico permite anticipar los protocolos de medicina preventiva a los requerimientos individuales y no según los criterios generales. Con esta actuación, siempre estaremos un paso por delante de la complicación de salud y aseguraremos una verdadera prevención que potencie el establecimiento de una vida activa y saludable en cualquier etapa de nuestro desarrollo.