Antoni Cañete: "Igual que con el covid-19, necesitamos conseguir la vacuna de la sequía"
Si las medidas para paliar los efectos de la sequía menguarán algunas actividades económicas, ¿se tienen que prever ayudas y ERTE para las empresas?
El empresario Antoni Cañete preside la patronal catalana Pimec desde febrero del 2021, es fundador y presidente de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad y vicepresidente de la patronal europea de pymes SME United. Al frente de Pimec, cierra un año de récords en el cual ha conseguido superar los 140.000 socios y facturar 22 millones de euros. Nos recibe en la sede de Pimec poco después del tradicional encuentro de Pimec con los medios de comunicación que cada año organiza la patronal a las puertas de Navidad, para hacer un brindis, compartir el cierre de año y enfocar las miras económicas del 2024.
¿Cómo ha cerrado el año Pimec?
Si tuviéramos que hacer una comparativa con el mundo de los vinos, donde a veces tienes malas añadas, justas o buenas, nosotros este año hemos tenido una añada excelente. Por muchos motivos: desde la representación y la defensa de los intereses empresariales hasta la gestión de la entidad.
¡Muchas felicidades! De esta añada excelente, ¿qué hito destacas?
Hemos conseguido muchos ciertamente, pero hay uno que no ha tenido repercusión ni reconocimiento, pero tiene una trascendencia mucho más grande de la que somos capaces de ver en el corto plazo. Hemos conseguido que nuestro eslogan -legislar pensando en los pequeños- llegue a Europa.
En el inicio de nuestro mandato en Pimec pusimos tres premisas. La primera: el activismo empresarial. Es decir, que los empresarios y las empresarias estén donde se les representa y defiende, y que sean activos en la participación. La segunda: estar en el puente de mando. Si las pymes son el 99,8% de las empresas, representan el 70% de la ocupación y el 63% del PIB, son el motor de la economía y, por lo tanto, tienen que estar donde se tomen las decisiones. Y la tercera -y la que repetimos a todos los gobiernos-: se tiene que gobernar pensando en los pequeños. Haciendo cosas para que los pequeños puedan crecer y hacerse grandes.
Y nosotros, a través de la patronal europea de la pequeña y mediana empresa, hemos conseguido que Europa haya anunciado y publicado una serie de medidas que velan para que las pymes puedan crecer.
Este paquete de medidas es el SMI Relief Package. ¿Qué hay de Pimec en este paquete de ayudas?
Es un paquete de medidas que incluye, por ejemplo, que a las pymes se tenga que pagar en un plazo máximo de 30 días; que las pequeñas y medianas empresas tendrán en la compra pública un periodo más largo para presentarse y unas aplicaciones más simples; también dota de más recursos al Invest EU, el Plan Juncker de financiación para las pymes; y también crea la alerta temprana para poder actuar a tiempo, antes de que cierre una empresa y se pierdan puestos de trabajo.
El otra cara de la moneda, ¿qué hito se os ha quedado pendiente de conseguir?
Igual que tenemos voz propia en Catalunya y estamos en el puente de mando de representación en todas las mesas conjuntamente con Fomento, y también tenemos voz en Europa a través de la patronal SME United, en España no podemos decir lo mismo. Hay una anomalía: las pymes no tienen voz propia en el diálogo social.
Cuando el presidente del Gobierno de España vino a la cena de Pimec hace dos años en el campo del FC Barcelona, ya le dije: "Hasta que las pequeñas y medianas empresas no tengan voz propia en el diálogo social español, España no habrá acabado su transición democrática". Y no es ningún eslogan, tiene una carga importante de profundidad
"Hasta que las pymes no tengan voz propia en el diálogo social español, España no habrá acabado su transición democrática"
Teniendo en cuenta el contexto económico, el momento climático, la irrupción de las tecnologías... ¿Cómo se presenta el 2024 para la empresa catalana?
Cerramos el 2023 mejor de lo previsto, con un crecimiento del 2,4%. Por lo tanto, no cerramos un mal año, gracias al consumo, que ha salvado estos datos.
Pero lo que sí que vemos para el año próximo es cierta desaceleración. El Gobierno ha marcado un crecimiento del 1,8% para el 2024 y nuestro departamento de estudios cree que estaremos en un franja de entre el 1 y el 1,5%. Dependerá de elementos exógenos como los tipos de interés o la sequía.
En Pimec estáis comparando la sequía con la pandemia de la covid-19 y estáis, de hecho, proponiendo medidas parecidas: ERTO, paquetes de ayudas...
Cuando tuvimos que parar por una situación sobrevenida y generalizada, todo el mundo entendió la necesidad de ayudar y crear las líneas ICO. Se estaba parando la actividad económica por una situación coyuntural.
Pues ahora estamos también ante una situación de interés general que perjudica una actividad económica. Si la sequía implicará que tendremos que tomar unas medidas que supondrán cerrar actividad económica, lógicamente, estaremos perjudicando y debilitando nuestra economía. Y, por lo tanto, estas medidas tendrán que venir acompañadas de ayudas a la actividad económica. Si no dejamos que la gente se duche en los gimnasios, estaremos perjudicando a los gimnasios.
La sequía es un problema cíclico que no hemos gestionado bien históricamente. En el año 2008 Pimec y muchos agentes ya dijimos que se tenían que tomar medidas.
Pero llovió y todo el mundo se olvidó.
Sí, pero esta vez ha venido para quedarse. Será cíclica, sí, pero tenemos que estar preparados. La sequía y el uso del agua han generado luchas y guerras a lo largo de la historia. Es, por lo tanto, una cuestión que requiere diálogo y consensos.
"La sequía y el uso del agua han generado luchas y guerras a lo largo de la historia"
Un empresario de Pimec, por poner un ejemplo, ha hecho una gran inversión en una máquina que utiliza el agua como un elemento de producción, esperando amortizarla con su utilización. Si su empresa queda condicionada al uso del agua, no podrá producir y quebrará. Manteniendo el símil con la covid-19, es como cuando durante la pandemia, una Navidad, los bares y restaurantes cargaron las neveras para atender las reservas de aquellos días y se les comunicó sin ningún preaviso grandes restricciones para la restauración. Perdieron mucho dinero.
Las medidas que se tomen pueden condicionar la viabilidad de muchas empresas y acabar con muchos puestos de trabajo. Y si cae la actividad económica, cae el país. Como con la covid-19, necesitamos encontrar la vacuna de la sequía. Que no venga; y si viene, que nos afecte el mínimo posible.
¿Vamos cojos de liderazgo político y empresarial para resolver cuestiones como la sequía o el proyecto del aeropuerto de Barcelona?
Estamos faltos de liderazgo y también de valentía. Y ambos son muy necesarios en tiempos de cambio. Muchas veces la peor decisión es no tomar ninguna decisión.
Y para estas cuestiones, necesitamos diálogo y encuentro de soluciones, evitando las posiciones extremas. Tenemos que escuchar a las minorías, pero a la vez éstas no pueden condicionar los intereses generales.
"Tenemos que escuchar a las minorías, pero a la vez éstas no pueden condicionar los intereses generales"
¿Cómo desencallarías el proyecto del aeropuerto de Barcelona?
No podemos mirar Catalunya como un aeropuerto, sino como una área aeroportuaria. Está claro que el de Barcelona es el principal aeropuerto y motor aeroportuario de , Catalunya, pero tenemos que aprovechar el potencial de nuestra área aeroportuaria y mirar ejemplos como París, Frankfurt o Londres.
Es decir, ¿ampliar ubicaciones?
Sin entrar a debatir sobre las soluciones más técnicas que habría para condicionar el aeropuerto de Barcelona -que hay-, en Pimec creemos que tenemos que ampliar el debate y observar otras áreas aeroportuarias de Europa. Por ejemplo, yo cuando viajo a París, voy al aeropuerto de Orly, pero cuando voy a Singapur vía Francia, hago la escala en Charles de Gaulle.
¿Esto en Catalunya cómo se traduce?
Girona y Reus, por ejemplo, permiten tener conexiones para hacer escalas internacionales y, a través del AVE, están a tan sólo 30 minutos de Barcelona. Otro: pocos aeropuertos hay en Europa que tengan la extensión de terreno y la capacidad de crecimiento que tiene el aeropuerto de Lleida-Alguaire. Teniendo en cuenta, además, su situación geoestratégica y logística, este aeropuerto tendría que ser logístico y convertirse en el Memphis del sur de Europa. El aeropuerto de Memphis (Tennessee, EE.UU.) es un aeropuerto de carga que ha generado una economía extraordinaria a Memphis.
Cojamos nuestra área aeroportuaria y usemos nuestros potenciales. Esta es nuestra propuesta, posibilista. Y sabe mal que el debate no se haya situado en esta esfera.
El debate, de hecho, se ha polarizado y simplificado en dos bandos: crecimiento versus sostenibilidad.
Sí, y es un reflejo de lo que estamos viviendo en nuestra sociedad: el antisistema, que no quiere crecer, frente al crecimiento a cualquier precio. Y nosotros estamos haciendo un planteamiento orientado al postcrecimiento.
¿Postcrecimiento?
No podemos crecer como lo hemos hecho hasta ahora porque el planeta no lo soporta. Tenemos que crecer para sustentar el estado del bienestar, pero no de cualquier manera. Y el eje principal de este postcrecimiento pasa por mejorar la productividad. Pero no la productividad laboral, que también, si no la productividad de los recursos.
Traducido al aeropuerto: con los recursos actuales, podemos tener una mayor productividad y, por lo tanto, podemos tener un crecimiento.
Otro elemento muy vinculado a la productividad de un país es la fiscalidad, muy criticada últimamente por Pimec.
La fiscalidad es uno de los elementos de competitividad más importantes que hay. Pero la fiscalidad que tenemos hoy en día no es justa y no supone ningún atractivo para la inversión. En vez de ser tractora es extractora.
No es justa, por ejemplo, porque hay impuestos que los pagamos doblemente, como el impuesto de patrimonio. Y no es justo: nunca se te sanciona dos veces por un único delito. También es injusta porque las pymes pagan más fiscalidad que ninguna otra dimensión de empresas.
¿Cómo hacemos que pase de extractora a tractora?
Pongamos de ejemplo el impuesto de transmisiones. Cuando haces un cambio de titularidad en una empresa -justamente para darle continuidad a aquella compañía-, con el impuesto de transmisiones estamos menguando la capacidad de capitalización o de hacer frente a las diferentes inversiones que requieran sus proyectos. El impuesto tiene una visión extractora: pretende extraer dinero. Pero, ¿por qué no utilizamos este dinero como tractor? ¿Por qué aquel dinero que iría al impuesto no hacemos que se invierta en la empresa? Se crearían más puestos de trabajo y se ampliaría la facturación y, de este modo, la administración también acabaría cobrando, después, a través del impuesto sobre sociedades.
"Estamos faltos de liderazgo y también de valentía; y ambos son muy necesarios en tiempos de cambio"
En la configuración de la fiscalidad, entran en juego la financiación autonómica y la competencia entre comunidades.
Tenemos que tener claro que las pymes no marchan de Catalunya por cuestiones políticas. Huyen buscando mayor competitividad, viabilidad económica y mejores condiciones fiscales. Y, obviamente, tiene que haber libertad para que cada empresa se ubique ahí donde sea más competitiva, pero lo más normal es que, como empresa, tu producción principal esté donde tu sede fiscal.
Lo que reclamamos desde Pimec es que vuelvan las empresas que han marchado, sin que esto suponga ninguna situación discriminatoria para las que ya están aquí.
¿Cómo hacemos que vuelvan?
Con una fiscalidad más justa y competitiva, y acabando con el dumping fiscal.