La Torre Eiffel iluminada con los anillos olímpicos se refleja en un charco después de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 | Europa Press

Economía

Aumenta la práctica deportiva y todavía más el espectáculo

El espectáculo deportivo lo inunda todo y las ciudades punteras luchan por el liderazgo urbano con todas las armas que tienen en la mano, como por ejemplo los JJ.OO.

El espectáculo y la práctica deportivas se dan la mano. Parece que se retroalimentan. Cuanto más aumenta uno, mayor es la progresión del otro. Se está viendo estos días. Por un lado, se disparan las audiencias televisivas de los Juegos Olímpicos de París -panem et circenses-: los de Tokio de 2020 fueron seguidos por unos 3.000 millones de personas en todo el mundo y los de París superarán los 4.000 millones este mes de agosto. Y, por otro lado, se incrementan los datos de quienes optan por una actividad deportiva permanente.

Contemplando el sábado el paseo de los participantes en la inauguración de los JJ.OO. de París, por los seis kilómetros que separan el puente de Austerlitz de Trocadero, a través del Sena, más de una vez en mi casa la gente gritó “¡chapeau por el chauvinismo!”. El director teatral y actor, Thomas Jolly, y el equipo de guionistas dirigidos por el historiador Patrick Boucheron lo hicieron de maravilla: Francia por encima de todo, desde la perspectiva de los valores republicanos: integración racial, de género, de diversidades, generacional…

No sé por qué punto de nostalgia, recordé los Juegos de Barcelona 92. Ya le habría gustado a Lluís Bassat disponer de los 120 millones de euros de presupuesto que París ha dedicado a la inauguración. Pero comparando el chauvinismo del sábado con la estética spanish-catalan de entonces, no piensen que hay mucha diferencia: Céline Dion, Lady Gaga y Aya Nakamura, por un lado, y Josep Carreras, Montserrat Caballé, Plácido Domingo, Cristina Hoyos, Fura dels Baus por otro; no hablemos de la lista de los ex-atletas que llevaron la antorcha olímpica en los últimos momentos: glorias nacionales francesas vs. glorias nacionales españolas. Los JJ.OO. son el acto global de la proclamación de la ciudad y del país que los acoge en Pekín, en Tokio, en Barcelona, hace unos años, o dentro de dos en Milán o de cuatro en Los Ángeles.

5.000 millones de euros los JJOO de París

Da igual la cantidad de dinero que cueste organizar la manifestación olímpica. Ser sede de una olimpiada era hasta los 2000 la mejor inversión para poner la ciudad en el mapa mundial, atraer turismo, ferias, congresos, movilizar la ciudad y adquirir poder político internacional. Aunque esos motivos hayan decaído por diversos motivos que ahora no vienen al caso, las ciudades más relevantes del mundo siguen apuntándose a las nominaciones; solo hay que ver las dos próximas de verano y como no, París, o las de invierno pasadas en Saint Moritz, Lake Placid o Innsbruck.

La capital francesa, la más visitada del mundo, no necesita atraer más gente, pero sí reflejar la posición de liderazgo urbano en innovación, en comercio, en gastronomía, en moda, en deporte... Por este motivo, ha convertido la ciudad en un escenario deportivo alrededor del río y ha invertido cerca de 5.000 millones de euros, aunque varíen las cifras de los presupuestos como en todos los grandes eventos. El origen de los recursos cada vez es más privado -del COI, de los derechos televisivos, de la venta de entradas y de los patrocinadores-; excepto en Pekín, el sector público se ha retirado prácticamente en la última década de aportar recursos ilimitados como en el pasado, cuando los de 2024 no han superado el 4% de la cifra global. Por este mismo motivo del liderazgo, la alcaldesa Hidalgo se unió al espectáculo estrenando un traje de baño de neopreno para lanzarse al Sena, que ya es trending topic, igual que lo hizo la ministra de deportes Amélie Oudéa-Castéra, con mucha menor influencia.

Fútbol, baloncesto, voleibol y natación, los más seguidos

El espectáculo deportivo lo inunda todo y las ciudades punteras luchan por el liderazgo urbano con todas las armas que tienen a su alcance, como los JJ.OO. Qué mejor manera que asociarse con el deporte. Esta es la razón por la cual las principales ciudades del mundo siguen presentando su candidatura. El deporte se ha convertido, junto con el ocio, en el motor de la vida contemporánea. Los principales deportes se han convertido en fenómenos de masas.

El deporte se ha convertido, junto con el ocio, en el motor de la vida contemporánea

En el 2021, Eurométricas Sport Marketing publicó una estadística de los deportes más practicados en el mundo: el fútbol, 2.900 millones de personas; el baloncesto, 1.200 millones; el voleibol, 900 millones; la natación, 876 millones; el tenis, 700 millones; el béisbol y el bádminton, 120 millones; el hockey, 110 millones; el rugby, 85 millones; el balonmano, 78 millones. Y los menores también se elevan. Actividad de unos pocos superdotados, contemplados por una mayoría que aumenta.

Més info: El deporte, un valor seguro para el sector turístico

Estamos hablando de espectáculo. Pero también evoluciona la práctica deportiva. Estas cifras no varían. Los españoles tienen un gasto medio anual de 182 euros en actividades deportivas, según el Anuario de estadísticas Deportivas del Consejo Superior de Deportes de 2022, un 10% superior al año 2020. Crece el número de clubes, gimnasios e instalaciones deportivas; el sector aporta unos 400.000 puestos de trabajo; aumentan las exportaciones de material propio; se disparan las empresas que se dedican a fabricar o distribuir ropa y material deportivo o a la arquitectura y herramientas especializadas. Hay 3,5 millones de licencias federativas.

Todas estas cifras permiten deducir que la industria del deporte se abre paso dentro del mundo de los servicios y uno de los factores sorpresa es que se ha convertido en impulsor del talento femenino -más atletas mujeres que hombres en la expedición española-. Aunque la Organización Mundial de la Salud refiere que este año unos 1.400 millones de personas en el mundo no hacen suficiente ejercicio físico, el anuario español indica que el 60% de los españoles mayores de 15 años dice que desarrolla algún deporte; y si se trata de caminar, aún sube más el porcentaje, el 75,7%.

Los españoles tienen un gasto medio anual de 182 euros en actividades deportivas

Desde hace un par de décadas, la práctica deportiva ha pasado a formar parte importante del nuevo modelo de vida universal. La aspiración hacia la vida saludable, el bienestar, la forma física, la preservación de la salud se han incorporado a la cotidianidad formando parte de lo que queda del estado del bienestar. Pocos hoteles han dejado de habilitar, aunque sean en formato de bolsillo, un espacio para las actividades deportivas; muchas empresas incorporan gimnasios en las plantas y en las oficinas como incentivo laboral; los gobiernos impulsan iniciativas públicas; las escuelas se incorporan masivamente al deporte. Y sobre todo, las firmas comerciales han encontrado la capacidad de notoriedad de su marca asociándose a la práctica deportiva.