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Los besos en el entorno laboral, en el punto de mira

Tras la pandemia y el caso del beso forzado de Rubiales en la futbolista Jenni Hermoso, vuelve al debate público el contacto físico en el trabajo

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales | EP
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales | EP
Gemma Fontseca, jefa de redacción de VIA Empresa | VIA Empresa
Jefa de redacción
Barcelona
23 de Agosto de 2023
Act. 24 de Agosto de 2023

No es un debate nuevo, pero ha vuelto con fuerza después de la pandemia y las imágenes de la celebración de la victoria de España en el Mundial de fútbol femenino en el que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, besaba la fuerza a la ex azulgrana Jenni Hermoso, mientras recogía la medalla. Una polémica que sigue a lo largo de los días por un abuso de poder y autoridad y que muy posiblemente sabremos el desenlace este viernes. Un debate con diferentes posturas sobre el contacto físico en un entorno profesional.

 

En primer lugar y, con la llegada de la pandemia de coronavirus, los besos al inicio de los saludos o durante las presentaciones en el entorno del trabajo terminaron (al menos temporalmente). Se utilizaba con humor el codo o se saludaba al estilo japonés. Ahora bien, de allí surgió un amplio movimiento en las redes sociales que pedía que se mantuviera la medida, incluso cuando se erradicara la covid-19. Era habitual leer frases que hacían referencia a "no perder lo bueno que nos ha dejado la pandemia".

O, como apunta el ilustrador Javi Royo, en una viñeta que se ha viralizado: "Estas son las diferencias entre un saludo profesional masculino y uno femenino".

 

 

¿Cuál es el reglamento sobre los besos en un entorno laboral?

Ana Bernal-Triviño, periodista y referente feminista, apunta a Público que en el caso de Rubiales se trata de un acto sexista. De hecho, lo dice la Ley del Deporte 39/2022 (disposición final, 1º). La ley de libertad sexual (10/2022) habla de agresión sexual ante falta de consentimiento (art. 178 CP). Y el propio Protocolo de actuación ante la violencia sexual de la Real Federación Española de Fútbol, donde "besar a la fuerza" está contemplada como "conductas inaceptables" que "conllevarán consecuencias inmediatas". Y la experta añade: "No es que seamos idiotas o tontos, como nos dijo Rubiales, es que la ley existe y si un presidente no conoce ni respeta los protocolos que su propia Federación aprueba queda invalidado del cargo. El resto se dice abuso de poder y autoridad".

Bernal: "No hubo un beso robado, sino un beso forzado. No hubo una respuesta divertida ni broma simpática. Hay algo condenable y sancionable"

La profesional también alerta de ciertos comentarios arcaicos que quieren quitar "hierro al asunto". "No hubo un beso robado, sino un beso forzado. No se marcaron un Iker y Sara porque no hay relación previa. No hubo una respuesta divertida ni broma simpática. Hay algo condenable y sancionable, como indica la propia Federación", añade.

La importancia de tener un protocolo

En el caso de las empresas catalanas y el uso habitual de los besos en los saludos, existe diversidad de opiniones. Desde quienes piden sólo un apretón de manos y que desaparezcan los besos, mientras otros creen que los besos son una costumbre cultural que nos "define como país". "Dar besos a amigos y familiares es habitual en mi día a día, pero en el laboral no. Muchas veces, y sobre todo cuando eres una chica joven, los hombres se pasan", destacan varias voces en VIA Empresa.

Por este motivo, desde el Ministerio de Igualdad llevan dos años lanzando un manual para combatir el acoso sexual de las mujeres en el trabajo. El objetivo es implantar un procedimiento sencillo, rápido y accesible de queja o denuncia confidencial, que permita a las víctimas de acoso realizar una denuncia de la situación que sufre. Se incluyen los besos como posible acoso sexual, pero también como acoso por razón de sexo, es decir, todos aquellos comportamientos realizados en función del sexo de una persona, con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo.

"Dar besos a amigos y familiares es habitual en mi día a día, pero en el laboral no. Muchas veces, y sobre todo cuando eres una chica joven, los hombres se pasan"

Desde el Ministerio de Igualdad apuntan que es "clave que los protocolos de prevención y actuación contra el acoso en el trabajo no sólo recojan todas las formas de posibles acosos dentro de la empresa, sino que también sean negociados con los representantes de los trabajadores, que desempeñan un papel clave en la definición de qué comportamientos son aceptados por la plantilla y cuáles no".

En definitiva, una guía para que todo el mundo sepa qué tipos de comportamientos no son aceptables y para tener una guía clara de qué hacer en caso de que se produzca este tipo de violencias en el ámbito del trabajo. Y la frase final de Bernal sobre el caso de Rubiales: "Estamos muy cansadas de que se aprueben protocolos para el postureo de la foto y declararse feministas, sin que se cumplan".