El "dulce" momento de la economía catalana (con deberes pendientes para la industria)
Más turismo, inversión y consumo privado explican el buen momento económico de Catalunya, en comparación con el resto de Europa
La economía catalana va a "buen ritmo" y crecerá un 3% en 2024, cinco décimas más de lo previsto en las proyecciones anteriores. ¿Los causantes? La recuperación del turismo después de la pandemia de la covid-19, más inversión y el aumento del consumo privado. Catalunya será una de las economías europeas que experimentará un avance más robusto del PIB, sobre todo si se compara con el estancamiento económico que padece en estos momentos el motor económico alemán. Estas son algunas de las conclusiones más destacadas del Informe de Conjuntura Catalana del tercer trimestre de 2024 elaborado por la Cambra de Comerç de Barcelona. Entre las principales preocupaciones a tener en cuenta, destaca el aumento del precio del petróleo por las tensiones geopolíticas en el Oriente Medio y el toque de atención al sector industrial catalán: "hay que ponerse las pilas".
Catalunya será una de las economías europeas que experimentará un avance más robusto del PIB
Si se entra en el detalle de las cifras macroeconómicas catalanas, después del 3% de crecimiento anual de este año, durante 2025 se prevé que sea del 2,4%, con una moderación gradual, pero por encima de la media europea. A pesar de ello, Joan Ramon Rovira, jefe del Gabinet d’Estudis Econòmics i d’Infraestructures de la Cambra, destaca que las últimas previsiones del Banc Central Europeu (BCE) del mes de septiembre estiman un crecimiento de la zona euro del 0,8% y del 1,3% para 2024 y 2025, respectivamente.
Se prevé que la tasa de paro, que en el segundo trimestre de 2024 se situó en el 9,4%, se reduzca hasta el 8,8% en 2025. El dinamismo más intenso del empleo, con un avance del 2,5% y del 2,3% en 2024 y 2025, respectivamente, junto con la recuperación del poder adquisitivo de los hogares y la disminución prevista de los tipos de interés, debería contribuir a la aceleración del consumo privado respecto a 2023. Además, el índice de confianza empresarial es positivo y aumenta, sobre todo, en sectores como la hostelería y la construcción, mientras se mantiene estable en la industria.
Entre las buenas noticias de este año está el repunte de la inversión, gracias a los fondos Next Generation y a una política monetaria más favorable
Una de las novedades plasmadas en el informe tiene que ver con la moderación en la contribución del sector exterior durante los próximos trimestres, aunque continuará siendo uno de los principales motores de la economía. Es decir, hay un cambio estructural en la composición de las exportaciones: en Catalunya exportamos menos productos, pero estos son de más alto valor añadido.
Entre las buenas noticias, hay el repunte de la inversión, ya que se prevé que los fondos Next Generation y una política monetaria más favorable contribuyan a un crecimiento más intensivo de la inversión en 2024 y 2025. En relación con los fondos Next Generation, se ha anunciado este mes un nuevo paquete de ayudas a las pymes (4.500 millones de euros) y casi 50.000 millones disponibles en préstamos para el conjunto del Estado gracias a los fondos del Plan de Recuperación y Resiliencia. Además, las licitaciones oficiales de obras en Catalunya han aumentado en 2023 y 2024.
Los deberes pendientes de la industria manufacturera en Catalunya
En estos momentos, el sector que más contribuye a la productividad de la economía catalana es el industrial. ¿Por qué es protagonista? Según Rovira, en la zona del euro —sobre todo en Alemania— la industria se está estancando, regresando a niveles de 2017. En cambio, la economía catalana, que sufrió retrocesos durante la pandemia de la covid-19 y que le costó recuperarse, tiene una evolución más positiva y supera, en términos relativos, las economías de la zona euro. A juicio del economista, detrás del informe hay "muchas luces y sombras". Por ejemplo, la industria manufacturera catalana no ha perdido peso desde 2010 y hay mucha estabilización en el transcurso de los años. Las buenas cifras se explican porque ha perdido peso en el empleo y ha expulsado mucha fuerza de trabajo, en comparación con otros sectores económicos más intensivos.
Rovira (Cambra de Barcelona): "Las exportaciones de la industria manufacturera catalana han ganado cuota fuera de la Unión Europea, mientras que Europa y los Estados Unidos la pierden en todo el mundo"
Incluso, la industria catalana manufacturera es un sector de éxito en términos de exportaciones en todo el mundo. "En Catalunya hemos ganado cuota de exportación fuera de la Unión Europea, mientras que Europa y los Estados Unidos la pierden y solo gana China". Donde se ha incrementado la ventaja, según Rovira, es en el coste laboral. "Cuando salimos de la crisis financiera que se inició en 2008, tuvimos una devaluación interna, que nos dio ventaja para competir con exportaciones". Y así lo ejemplifica: "si producir un coche en Catalunya cuesta 10.000 euros, en Alemania cuesta 15.000 y ganas competitividad". "Tenemos un diferencial en coste laboral muy grande que explica el comportamiento de las exportaciones", añade el experto.
Finalmente, tal como concluye Josep Santacreu, presidente de la Cambra de Barcelona, "las ganancias en competitividad del sector manufacturero catalán no se han producido tanto por mejoras en capital humano y tecnológico, sino por la destrucción de la parte del tejido empresarial menos productivo". Por lo tanto, los expertos piden revertir este patrón, impulsando el aumento de la productividad como verdadero motor del crecimiento sostenible a largo plazo. "Para que la industria manufacturera sea más competitiva, hay que aumentar la inversión por ocupado", precisa.
Santacreu (Cambra): "Para que la industria manufacturera sea más competitiva, hay que aumentar la inversión por ocupado"
En concreto, en 2021 la inversión por trabajador en Catalunya en el sector manufacturero fue un 23% inferior a la de la media de la zona euro, un diferencial muy similar al de la productividad por hora trabajada. Es importante destacar que la inversión está asociada con la calidad del marco institucional, económico y social. En este sentido, es fundamental reducir las barreras que frenan la inversión, como las cargas burocráticas y la incertidumbre jurídica, así como impulsar políticas públicas que promuevan un encaje más adecuado entre la oferta y la demanda de trabajo, además de mejorar las infraestructuras críticas.