ENTREVISTA
Esther Izquierdo: "Con la covid-19, tenemos que equilibrar salud y consumo energético"
La presidenta del Clúster de l'Energia Eficient de Catalunya y el gerente de la entidad analizan cómo el confinamiento ha concienciado a los ciudadanos en la necesidad de ahorrar energía
De pasar buena parte del día fuera de casa a pasar las 24 horas entre las paredes de nuestra vivienda. El confinamiento nos ha hecho cambiar muchos hábitos en todos los campos de la vida, pero uno de los más relevantes ha sido la toma de conciencia de dónde vivimos. Según Esther Izquierdo, presidenta del Clúster de l'Energia Eficient de Catalunya (CEEC), el aumento de las facturas de los suministros durante los meses de estado de alarma ha hecho que muchos ciudadanos se planteen cómo pueden mejorar la eficiencia energética. El gerente de la entidad, Francesc Ribera, añade que esto, sumado a las regulaciones que favorecen esta actividad y la conciencia creciente sobre la necesidad de parar el cambio climático, hace que el sector esté pasando por un buen momento y que la crisis derivada del coronavirus no lo haya afectado especialmente.
¿Es el sector energético uno de los pocos privilegiados que ha sobrevivido en buenas condiciones a los efectos de la covid-19?
Esther Izquierdo: Cada empresa ha sufrido de forma particular su situación según el tipo de negocio que tiene. En nuestro clúster, que somos más de 160 socios que cubren toda la cadena de valor, tenemos empresas muy diferentes. Creo que no depende tanto del sector ni del tipo de actividad, sino del tipo de empresa: entran en juego el tamaño, si se han podido adaptar al teletrabajo...
Francesc Ribera: Yo diría que a nivel general, el contexto de sector nos ha favorecido y el cambio de regulación nos pone en un paradigma mejor del que estábamos antes de la pandemia. Pero sí hemos percibido caídas de ventas muy sustanciales en los fabricantes, sobre todo cuando durante los primeros meses de confinamiento la actividad estaba parada en el ámbito global. Alguna asociación que forma parte del clúster llegó a hablar de caídas de las ventas de más del 80%. Poco a poco se han ido recuperando, pero no será un buen año para ellos.
Además de los fabricantes del sector, ¿cómo se han comportado el resto de actividades ante la pandemia?
FR: Otras tipologías de empresas que forman parte del clúster, como pueden ser las ingenierías y consultorías, nos han trasladado que los proyectos que tenían les han permitido seguir con la actividad. La duda estaba más en lo que vendría después: cuando finalicen los proyectos que ya estaban en marcha, cómo afectará la situación de recesión a nivel global.
¿Qué hace que el sector de la energía eficiente esté en un momento tan dulce?
EI: Hay unas directivas europeas con unos objetivos marcados para reducir emisiones y esto se tiene que hacer con energías renovables y siendo más eficientes. También tenemos que tener en cuenta que se declaró la emergencia climática: antes quizás era más difícil que la gente estuviera sensibilizada, pero ahora empiezan a incluir dentro de su vocabulario normal estas palabras.
FR: Tenemos una situación coyuntural como sector muy favorable, y esto ayuda: el autoconsum está creciendo de forma muy importante y la movilidad eléctrica, también. Estas son dos de las áreas estratégicas que tenemos como clúster y, por lo tanto, es un buen año.
¿El confinamiento ha hecho que muchos ciudadanos vean la necesidad de tener un buen aislamiento o reducir la factura energética con el autoconsumo?
EI: Yo creo que hará que la gente empiece a valorar cosas que hasta ahora no se estaban valorando cuando se tengan que cambiar de vivienda. Tenemos el certificado energético, que ya hace tiempo que es obligatorio. Pero mucha gente cuando ha recibido las facturas durante el confinamiento se ha planteado qué puede hacer en casa para disminuir el consumo. Antes pasábamos mucho tiempo fuera de casa y el confinamiento ha hecho que lo hagamos a la inversa: que nos tengamos que pasar muchas horas en casa y empecemos a valorar lo que antes quizás no veíamos.
"Mucha gente cuando ha recibido las facturas durante el confinamiento se ha planteado qué puede hacer en casa para disminuir el consumo", según Esther Izquierdo
¿Qué pueden hacer los ciudadanos para disminuir el consumo energético de su vivienda?
EI: Lo primero es mirar qué tienen en casa: una caldera, un sistema de climatización, qué bombillas utiliza. Es básico hacer un mantenimiento, mirar si las ventanas están bien aisladas, poner un aireador en los grifos... Esto es lo más básico y lo que supone menos inversión, pero también hay otras cosas.
¿Son similares las medidas que se pueden tomar en un edificio de oficinas?
EI: Es muy importante el tema del control: saber qué se está consumiendo. Si hay un consumo nocturno en una oficina, por ejemplo, es que hay algún error. Aparte de hacer lo mismo que haríamos en una vivienda, los edificios de oficinas pueden ir un paso más allá y poner un sistema de gestión y control de consumos. Es verdad que con la covid-19, ha pasado a ser mucho importante el tema de ventilación y tratamiento del aire. Evidentemente, se tiene que primar el bienestar y la salud frente al ahorro y la eficiencia, pero existen en el mercado toda una serie de sistemas de control que permiten equilibrar bienestar y consumo.
¿Y una industria?
EI: En estos casos, se pueden hacer dos cosas. Mirar el propio proceso productivo: cada industria tiene uno específico y se tendría que mirar, por ejemplo, si hay algún residuo que se pueda reaprovechar. Y por otro lado, cómo se genera la energía: poner placas fotovoltaicas para producir electricidad, por ejemplo, ya sea como autoconsumo o compartiendo con otras industrias.
Precisamente las instalaciones de autoconsumo han aumentado en Catalunya pese a la covid-19: entre abril y junio, se han hecho 1.457 nuevas, según datos de la Generalitat.
EI: Sí, el autoconsumo en viviendas parece que ha aumentado un poco debido a los cambios normativos y que la gente al estar en casa se lo ha podido estudiar algo más. Lo que nos queda pendiente es intentar mover el resto de autoconsumo: en equipamientos, el autoconsumo compartido para empresas... Si hasta ahora desde el ICAEN [Institut Català d'Energia] se tenía que concienciar en este tema, quizás ahora será un proceso más natural.
"Catalunya está bien posicionada en la eficiencia energética en la industria, porque tenemos un tejido industrial más puntero, a pesar de que cada vez lo podemos decir con la boca más pequeña", según Francesc Ribera
Son muchas las voces que reclaman no volver a la vieja normalidad. ¿Creéis que es un buen momento para impulsar la sostenibilidad?
EI: Es una oportunidad para entender que nos tenemos que reinventar, que debemos tener en cuenta la innovación -que siempre está en boca de todos-, y que nos tenemos que acostumbrar a vivir en la incertidumbre. Todo esto quiere decir que tenemos que pensar diferente: nuevos modelos de negocio, nuevos modelos de comunicación... Algunos procesos que teníamos muy estandarizados se pueden hacer de manera diferente.
¿Cuáles son las áreas estratégicas del sector?
FR: Las que emanan de Europa, las tres D: digitalización, descentralización y descarbonización. Estamos en un cambio de modelo energético que va desde la generación propiamente hasta la incorporación de las energías renovables.
¿En qué punto de digitalización se encuentran las empresas energéticas?
EI: En el sector energético, los sistemas de control y gestión son una parte de digitalización que ya teníamos. Pensamos que se tiene que continuar trabajando y que hay recorrido para hacer.
¿Cómo se posiciona Catalunya en eficiencia energética respecto al resto del Estado español?
FR: La eficiencia energética nace de medir cuáles son los consumos y no tenemos datos de esto. Desde la UE se planteó hacer auditorías energéticas para hacerlo y desde España la transposición se hizo mediante un decreto bastante polémico en su momento por su falta de ambición. En unas jornadas percibimos que no había habido un esfuerzo demasiado grande por parte de las administraciones y que Catalunya no estaba especialmente mejor. Sí que es verdad que estamos bien posicionados en la eficiencia energética en la industria, porque tenemos un tejido industrial más puntero, a pesar de que cada vez lo podemos decir con la boca más pequeña.