patronales
Foment y Cecot renuevan los votos patronales
Josep Sánchez Llibre y Antoni Abad quieren volver a reactivar cambios que "beneficien las empresas" y sirvan para "fortalecer la cohesión social"
"Un nuevo acuerdo que renueva la confianza mutua de las dos partes para afrontar un trabajo conjunto desde la unidad y en favor del tejido empresarial de Catalunya, de la generación de riqueza y puestos de trabajo para fortalecer la cohesión social del país". Esta es la base del retorno de Cecot a Foment del Treball, un año después de que Foment expulsara a Cecot de la patronal al considerar que "vulneraron las normas de funcionamiento". Hoy es el día después de firmar la paz de manera oficial, el día en qué ambas patronales vuelven a sumar fuerzas por, como aseguran fuentes de las patronales a VIA Empresa, "empezar a trabajar ya, a partir de ahora, en comisiones y hacer propuestas para ver si reactivamos cambios que beneficien las empresas". Dicen que, a veces, hay que tocar fondo para poder resurgir con más fuerza y todo apunta que esta ruptura temporal servirá para que salgan beneficiadas tanto las empresas como la sociedad en general.
Con ganas, pues, de volver a ponerse, los presidentes de Foment y Cecot, Josep Sánchez Llibre y Antoni Abad respectivamente, han puesto de manifiesto sus objetivos más inmediatos: "Ahora se abre una nueva etapa de confianza renovada y capacidad generosa de sumar en favor de toda la sociedad". Llibre sostiene que "es un motivo de orgullo que una patronal tan eficiente y eficaz como Cecot vuelva a formar parte de la gran patronal catalana para trabajar con el objetivo común de todo el tejido empresarial de Catalunya, que pasa para afrontar los retos de futuro en las mejores condiciones para la actividad económica, la generación de riqueza y puestos de trabajo y contribuir a la cohesión social del país".
Abad: "Sumar multiplica [...] y volveremos a asumir la representación que nos corresponde en los órganos de gobierno de la patronal catalana"
De su lado, Abad considera que "el hecho de sumar multiplica, por lo cual Cecot vuelve a ser socia del Foment y a asumir la representación que le corresponde a los órganos de gobierno de la patronal catalana para lograr los objetivos comunes que todo el tejido empresarial catalán tenemos".
Poniendo el contador a cero, y cogiéndose a los puntos en común para afrontar juntas y poner en marcha los objetivos empresariales, el presidente de Foment ha comunicado a Cecot su intención que haya más miembros de la patronal vallesana a los órganos ejecutivos -que se modificarán en la próxima asamblea de Foment-, motivo por el cual, Abad ha puesto encima la mesa que "nos hemos hecho confianza porque creemos en el valor de estar juntos, en el valor de la unidad y porque queremos ser todavía más influyentes".
La guerra con Pimec
La guerra abierta entre Foment del Treball y Pimec por la representatividad empresarial también ha sacado la cabeza en la unión de las dos patronales, cosa que no ha gustado mucho a sus presidentes. Mientras que Llibre ha negado que vuelvan a sumar fuerzas con Cecot para resolver el conflicto, Abad ha tildado "inaceptables" las insinuaciones que apuntan a un acuerdo para tener más fuerza en el recuento de empresas que ha anunciado el Departament de Treball.
La voluntad de Foment es continuar negociando con Pimec y, a pesar de estar convencido que se resolverá el conflicto, Llibre ha asegurado que seguirá adelante con los recursos contra la orden de la Generalitat de establecer un criterio basado en el número de empresas inscrito en cada organización, y continúa planteándose no presentarse al recuento por la representatividad si no se hace bajo criterios que incluyan aspectos como la facturación, el número de trabajadores, el volumen de exportaciones e importaciones o la capacidad de generar ocupación.
Ahora bien, la batalla abierta entre Pimec y Foment del Treball por la cuota de representatividad empresarial hace más de 12 años que dura y no tiene peine de poner punto y final. Ya hace semanas (meses) que se alargan las conversaciones entre las dos patronales catalanas para llegar a un acuerdo, pero parece ser que no se ponen en sintonía. Si bien en julio del 2018, Pimec y Foment firmaron un preacuerdo en que las dos patronales y la Secretaría General de Trabajo aceptaban "el criterio de paridad entre todas las organizaciones representativas" mientras no se llegara a un acuerdo, ahora el presidente de Foment ha dado marcha atrás y ha propuesto que Pimec tenga una cuota del 35% y Foment y Fepime del 65% porque considera que la patronal que lidera representa el 70% del PIB de Catalunya.
Días más tarde, la Generalitat decidió -finalmente- poner hilo a la aguja y accedió a hacer el recuento tal y cómo lo proponía Pimec, es decir, calcular en base al número de socios que tiene cada patronal, Llibre rechaza el método porque considera que "no reflejan la realidad empresarial" y reclama que se modifique el criterio y se cuente los trabajadores de cada empresa asociada. Y de aquí no se moverán ni el una, ni la otra.
Sanar los problemas
Paso a paso, la nueva Foment va poniendo punto y final a los problemas con que se encontró el nuevo presidente. De hecho, Llibre se ha mostrado visiblemente feliz de haber cerrado los problemas con Cecot, "uno de los dos temas abiertos" que se encontró un golpe accedió a la presidencia del ente, hace cinco meses.
Llibre, sobre la batalla abierta con Pimec: "Tener a Cecot como asociado ayuda, pero no es el motivo de la reconciliación"
Ahora es el turno de llegar a un punto común con Pimec y que todo vuelva a su lugar. El presidente de Foment ha admitido que tener a Cecot de nuevo como asociado "ayuda", pero niega que en ningún caso este haya sido el motivo de la reconciliación entre las dos patronales.
Si Fomento y Cecot han resuelto problemas que en gran parte venían de la mano de la política -se separaron porque la patronal vallesana apoyó a la parada de país del 3 de octubre, mientras que el entonces presidente de Foment, Joaquim Gay de Montellà, defendía el 155 como garantía de la estabilidad política y la seguridad judicial-, la política también puede solucionar las desavenencias entre Pimec y Foment. La batalla, pero, continúa abierta.