Es un acto histórico y esperado, muy esperado. El espíritu del acto de Iese de 2007 ha vuelto con más fuerza que nunca y con un objetivo mucho más amplio: acabar de una vez por todas con el déficit en infraestructuras que sufre Catalunya. Pocas veces se había visto esta imagen. Foment del Treball ha conseguido reunir a autoridades de todas las administraciones con los agentes sociales, todos con un argumento similar y una reivindicación clara: que el Estado, en general, "sea consciente de que Barcelona es la segunda capital en España y la quinta aglomeración urbana en Europa" y, por lo tanto, que sea consecuente con esto. "Ministro, te pido que no te tomes este acto como uno más porque el déficit de infraestructuras que tenemos es realmente alarmante y esto va de que nos estamos jugando el futuro de este país", le ha pedido directamente el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, al titular del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos. El título del acontecimiento no podía haber sido más acertado: Construyendo puentes con las infraestructuras. Lo que no ha unido la política y los reproches, ¿lo conseguirán los agentes sociales de la mano de los diferentes gobiernos? Y, ¿diremos adiós a la etapa oscura del déficit y la desinversión?
El auditorio de la patronal catalana se ha llenado de caras conocidas, también entre el público. La presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa, el presidente de Aena, Mauricio Lucena, la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, o la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, observaban atentamente todo lo que tenían que decir primero los agentes sociales y, después, el Ayuntamiento de Barcelona, el Gobierno catalán y, finalmente, el Ejecutivo estatal. Igual, sobre todo Conesa y Lucena, tenían algo a decir por el cargo que ocupan, pero el panel ya tenía una buena lista de cargos que querían decir la suya. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que ha roto el hielo al inicio del acto, ha querido dejar bien claro que el objetivo es "conseguir la máxima sociedad catalana para recuperar el gran déficit en infraestructuras" que, ha recordado, asciende a 28.000 millones de euros en los últimos 10 años.
La lista de reivindicaciones de todos los actores que participaban era larga, pero la mayoría coincidían en los mismos puntos: trabajar en un nuevo modelo económico, recuperar y acabar con el déficit acumulado durante años, modernizar las infraestructuras... Son las demandas de siempre, ahora más aceleradas por la covid-19, pero que ya vienen de tiempo atrás y que, a lo largo de los años, han generado mucha desafección política. Pero este "no es un acto más" y, después de que Faus hubiera lamentado que "tenemos este problema porque el Estado no es consciente de que Catalunya, Barcelona, es la segunda capital en España", así como que las inversiones de los últimos 30 años "no lo reflejan"; el ministro ha repetido una y otra vez que "para mí, no es un acto más", al mismo tiempo que ha asegurado que "transitaremos y ya veremos donde nos llevan los caminos".
¿Un salto de pantalla?
Unos caminos que empiezan construyendo estos puentes políticos y sociales, que ya escenificaba una gran fotografía que presidía el escenario del auditorio de Foment del puente de Besalú, un puente de peaje del siglo XIII. En este sentido, Ábalos se ha comprometido a "pasar de pantalla" y ha pedido que "renunciemos a la desesperación", mientras ha aplaudido "el tono, la comprensión y la centralidad de los temas" en este acontecimiento que, otra vez ha subrayado, "no es un acto más".
El auditorio de Foment antes del inicio del acto | MEM
En un acto que mezclaba constantemente el catalán y el castellano, se ha vuelto a escuchar mucho hablar de todos los cambios que se han reivindicado durante años, pero que la covid-19 todavía ha hecho más visibles, se ha cuestionado cuál es el modelo a seguir y se ha apostado por definir de una vez por todas los proyectos de futuro. De hecho, el secretario general de UGT en Catalunya, Camil Ros, ha propuesto que se hable sobre aquello que se tiene que hacer y no tanto sobre lo que falta porque, sino tenemos el modelo, podemos hablar mucho, pero avanzar muy poco. Su homólogo en CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, ha abogado por "dejar la pelota en el suelo" y "coger todo el potencial del territorio", mientras que el presidente de Pimec, Josep González, ha insistido en el traspaso de competencias de Cercanías y en "hablar" porque, así, "la gente se entiende". Pero pocos han dado soluciones concretas sobre las diversas cuestiones que han ido aflorando.
Por su parte, el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, que era el primer acto en que coincidía con todo el resto de agentes sociales, ha agradecido a Llibre su invitación y ha apostado por "unir esfuerzos para reclamar las infraestructuras que merece Catalunya con el conjunto de todas las instituciones", pero también por "competir con igualdad con el resto de países". De hecho, Canadell ha añadido un punto más a la cuestión y ha querido hacer saber que si el Estado hubiera ejecutado el 100% de lo que tocaba, "la economía catalana habría generado 20.000 millones de facturación adicional y se hubieran creado más de 110.000 puestos de trabajo", entre otras muchas cosas.
Faus: "El Estado no es consciente de que Barcelona es la segunda capital en España y las inversiones de los últimos 30 años lo reflejan"
Y, en este sentido, el presidente del Círculo de Economía, ha tocado la cresta no sólo al Gobierno español, sino también al catalán y al de las administraciones locales por "pedir y pedir, pero poner palos en las ruedas". "Ministro, tenemos un problema y nosotros también tenemos que cambiar nuestro discurso", ha sentenciado. De hecho, Faus ha sido uno de los ponentes más potentes, uno de los que ha aportado más datos y el que no ha tenido ningún problema a la hora de hacer autocrítica y de poner en entredicho algunas de las actuaciones de todas las administraciones públicas. Porque, más allá de la política, mucho más allá, nos lo jugamos todo como país y, como ha recordado el presidente del Círculo, "el tema de las infraestructuras es una de las causas de desafección política de las que ya hablaba el president Montilla".
Ha llegado la hora
Y es que no es lo mismo sentir la noticia de que el Estado ha invertido en Madrid, Catalunya y Cádiz el 82% del presupuesto para Cercanías, que desglosar bien las cifras y ver que la capital española se lleva el 50%, mientras que los dos 16% son para los dos otros territorios. Es precisamente por todo esto, que Faus ha insistido: "Siendo la misma aglomeración urbana que Madrid, el trato es muy diferente, os pedimos que os toméis todo esto seriamente".
Canadell: "Un modelo de país no se improvisa y el modelo económico que proponemos descentralizado y distribuido hay que construirlo con una buena política de inversiones"
Por lo tanto, queda visto que no es una reivindicación que nace de una ideología política, más bien al contrario. Hace años que se habla de lo mismo y que se lucha porque el Estado -haya sido gobernado por el color que sea- se ponga las pilas y cumpla con los presupuestos generales, ejecute las inversiones prometidas y haga muchas nuevas y necesarias para infraestructuras básicas, vitales y competitivas.
Muchas promesas y pocas propuestas, pero un objetivo común: acabar con el fantasma de las inversiones en infraestructuras en Catalunya y caminar hacia un nuevo modelo económico con propuestas concretas y claras. Porque, como dice Canadell, "un modelo de país no se improvisa y el modelo económico que proponemos descentralizado y distribuido hay que construirlo con una buena política de inversiones". Y construyendo puentes en todos los sentidos.