Kilómetros de prometidas

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ha prometido este martes en Barcelona una inversión en infraestructuras en Cataluña de 4.200 millones de euros hasta el 2020, 1.900 durante esta misma legislatura destinados a Cercanías. También se ha comprometido a tener terminados los tres tramos catalanes del anhelado Corredor Mediterráneo por el mismo 2020. Unas prometidas que, aun así, no parecen convencer los dirigentes catalanes. "El Estado español hace buena el dicho que las palabras se las endú el viento", aseguraban en un artículo al PeriódicoCarles Puigdemont y Oriol Junqueras incluso antes de conocer los planes concretos de Rajoy.

El escepticismo llega después de constatar como el 2015 fue el peor año en inversión del Estado en Cataluña desde el 1997, situándose en el 9,5% del presupuesto estatal (el peso catalán en el PIB español el mismo año fue el 18,9%). Poco o mucho, pero, "el Estado sólo tendría que invertir en infraestructuras que aportan competitividad, como es lo Corredor Mediterráneo", defendía el economista Ivan Aguilar en un artículo a VÍA Emprendida.
 

Sea como fuere, seguramente la frialdad de las cifras no es el que más indigna en Cataluña. En pleno 2017, el que domina es la incredulidad ante la enésima prometida de inversión en infraestructuras. No confiar no es muy difícil más allá de fílies y fobias. Una sencilla busca a Google enseguida aporta una incontestable sensación de déjà-vû .

Cómo dice el dicho, el mal viene de Almansa. Pero tan sólo restringiendo la mirada atrás a partir del 2007 ya encontramos el entonces presidente español José Luis Rodríguez Zapatero prometiendo el traspaso de Cercanías (incompleto a estas alturas) y 8.000 millones de euros de inversión (50 al Puerto, 600 a las carreteras, 3.000 en el Prat y 600 para liberar peajes). A inicios del 2008 prometían 10.000 millones sólo en la red de trenes, más de la mitad en cercanías. De hecho, el plan de Cercanías 2008-2015 ya preveía (como el anuncio de Rajoy) una inversión de 4.000 millones de euros de la cual se acabó ejecutando apenas un 10%.

Corría el año 2011 cuando José Blanco (que había sustituido la polémica Magdalena Álvarez al frente del Ministerio de Fomento) anunciaba una gran inversión de más de 50.000 millones de euros a Corredor Mediterráneo para tenerlo terminado el 2020. Según Blanco, el tramo Castelló-Tarragona estaría en marcha... el 2013.

Ya con Rajoy a la Moncloa, el 2012 la nueva ministra de Fomento, Ana Pastor, reconocía que el Gobierno todavía tenía que pagar 5.748,5 millones de euros en infraestructuras relevantes en Cataluña. Y el anuncio de este martes llega cuando todavía faltan para cumplir los 3.600 millones de euros en Cercanías pendientes del periodo 2010-2015, todo y las enésimas prometidas de la anterior ministra.

En Mataró he contado que el nuevo plan de Cercanías permitirá invertir más de 500 millones de euros en Cataluña de aquí al 2018 @PPCatalunya

— Ana Pastor Julian (@anapastorjulian) 11 de mayo de 2015

10.000 millones de euros pendientes
El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha invitado el presidente del Gobierno español a "pedir disculpas" por el incumplimiento de inversiones en infraestructuras en Cataluña. "Hubiera sido un gesto interesante por parte de Rajoy cierto acto de contrició y de pedir disculpas. De decir que las cosas no han ido cómo tenían que haber ido", ha dicho durante un debate dentro de la jornada Conectados al Futuro, que Rajoy ha inaugurado en primera hora.

El mismo Rull cifraba este lunes en más de 10.000 millones de euros la inversión en infraestructuras "pendiente y prometida", de los cuales 2.195 millones corresponden a obras viarias; 3.890 a las obras incluidas en la Agenda Catalana de Corredor Mediterráneo, y 3.461 millones más, a la ejecución íntegra del Plan de Cercanías de Cataluña 2008-2015.

En un conferencia en el marco del Barcelona Tribuna el consejero aseguraba que en el Plan de Cercanías "desde la Generalitat hicimos un ejercicio de pragmatismo, honestidad y diálogo listando los puntos débiles de la red ferroviaria para actuar de manera más inmediata", de acuerdo con Adif y con Renfe. De este plan de actuaciones urgentes 20014-2016, "a fecha de hoy sólo ha entrado en funcionamiento un 8,5% de aquello que se preveía", ha denunciado Rull.

En cuanto a Corredor Mediterráneo, el titular de Territorio y Sostenibilidad recordaba que "cada año tenemos anuncios de nuevas fechas que nos apuntan a nuevos y enésimos retrasos". Esta situación "no se produce por azar o por dejadez", aseguraba, "sino que tiene una intención al última: el centralismo, que es radicalmente ineficiente y que no se ha improvisado, sino que se ha planificado y ejecutado". Unas declaraciones que llegaban el mismo día que el actual ministro de Fomento, Íñigo de Serna, hacía un tuit celebrando que las inversiones en Corredor Mediterráneo permitirán bien pronto acelerar el viaje entre Castelló...y Madrid.

El #corredormediterraneo avanza. Castellón estará a 2h 25 min de Madrid gracias a este nuevo tramo que he visitado hoy pic.twitter.com/cbch8qkspe

— Iñigo de Serna (@idlserna) 27 de marzo de 2017

"El centralismo trae al absurditat que la manera más rápida de conectar ferroviariamente Barcelona y Alicante ya no es la línea recta sino el triángulo, pasando por Madrid", dice el consejero catalán.

Rull también recuerda que el convenio firmado el 2005 entre ambos gobiernos para resolver los cuellos de botella viarios, estipulaba una inversión estatal de 3.895 millones y 3.540 más a cargo de la Generalitat. "A día de hoy, el Estado ha ejecutado el 19% de las obras comprometidas y el Gobierno, el 68%".

La lista de infraestructuras pendientes con la que trabaja el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, a la que ha tenido acceso VÍA Emprendida, recoge las siguientes carencias en los ámbitos viario y ferroviario.