"La gente no reclama a las compañías aéreas"
Expertos en derecho aeroportuario apuntan que las compañías aprovechan económicamente la dejadez de los consumidores ante situaciones como la de Vueling
Una situación que a Miró no lo sorprende lo más mínimo: "Esto no es nuevo. Si miras la operativa que había el día 28 de marzo en el Prat, al·lucinaràs con los vuelos, y teniendo en cuenta el crecimiento de un 15% del turismo de estos días, es normal haber llegado aquí", comenta el letrado. El que viene a decir el jurista es que la situación de la compañía, que gestiona el 40% de los clientes del aeropuerto de Barcelona y la mitad de los vuelos de la T-1, se arrastra desde hace meses y que el aumento desbordado de los vuelos por la Operación Salida de julio ha generado el caos que, tal como ha reconocido la compañía en una notificación enviada a sus trabajadores, se preveía hace meses.
El "mea culpa" de Vueling
Y es que según revelaciones del Confidencial, el actual presidente de Vueling, Javier Sánchez-Prieto, ha admitido "debilidades en la planificación de la operación" de la compañía en un correo electrónico enviado a los trabajadores de la empresa donde afirma que los problemas de planificación fueron "el primero que se encontró" al llegar al cargo. Aun así ha asegurado que "se ve obligado a dedicar la mayor parte del tiempo a poner en marcha algunos planes para solucionar los problemas inminentes e intentar reforzar la operación del verano".
Mientras tanto, las quejas continúan llegando al portal web de Miró, el cual absorbe buena parte de las reclamaciones que se interponen estos días contra la aerolínea. Esta es una gestión que ellos sólo cobran en caso de que el cliente llegue al final con éxito, pero avanza que no todos llegan al final del camino. "La gente se enfada pero no sufras, que la compañía el año que viene volverá a tener una cuenta de resultados guapísimo", explica Miró. Con esta percepción optimista de las consecuencias para la compañía coincide Felipe Izquierdo, abogado de Izquierdo Asociados, firma de Barcelona creadora de la web Indemnizaciónportuvuelo.com, de contenido similar a la primera. "La gente no reclama por dos cuestiones: una, por desconocimiento y dos, porque cuando le dicen que por el retraso de un vuelo Barcelona-Palma le tocan sólo 250 euros, le parece muy poco", apunta Izquierdo.
El baremo de indemnizaciones económicas por demora se establece (según Sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de 19 de noviembre de 2009) en tres categorías, 250 euros por un vuelo de distancia de hasta 1.500 kilómetros; 400 euros por uno de entre 1.500 y 3.500 kilómetros y entre 400 y 600 euros si el trayecto es de distancia superior a los 3.500 kilómetros. "Te has sido allá al aeropuerto cinco horas quejándote y no haces nada después y este es el problema. Si denuncian, se gana siempre. La gente dice que por 200 euros no paga la pena pero sí que importa porque es la única manera que las compañías acabarán con maltratas y abusos", vaticina Izquierdo.
Situaciones que se repiten
El éxito del aeropuerto de Barcelona, que ha pasado de 12,7 millones de pasajeros el 2006 hasta los 20,4 millones del 2014, influye también en la situación actual. En los primeros años de la década, con una menor cantidad de turistas, el abogado Dan Miró gestionó varios casos de clientes afectados por los retrasos, en este caso provocados por Easyjet. "Es un clásico de las aerolíneas en sus expansiones, porque necesitan crecer y van más rápidamente las posibilidades que su dotación. No tiene demasiado secreto", apunta el jurista. Y a pesar de que recuerda que en aquella época hubo sentencias a puñados, "las compañías aéreas saben que las sentencias, el paso por el juzgado, no lo hacen todas".
Con este bagaje, Miró también apunta que las aerolíneas saben que esta crisis pasará. "Ryanair cambió su sistema cuando la cuenta de resultados se vio afectado. Los pasajeros creen que son los clientes de los aeropuertos, pero en realidad lo son las aerolíneas", sentencia.
También Izquierdo es gato viejo en su trato con las compañías aéreas, puesto que el 2004 fue el primero a interponer contra la empresa una demanda por cancelación, "hacían el mismo y fue por una cancelación como está pasando ahora. 150 pasajeros de un avión que han pagado 100 euros de media son 15.000 euros que ingresa Vueling, pero si Vueling tiene que indemnizar estos 150, tiene que pagar 37.500 euros aproximadamente. Esto no hay ninguna compañía que lo aguante y es la única manera que actúen. Que le ponga una multa Fomento, no pasa nada, ya cuenta con esto. Las compañías cuentan con que la gente no reclama, pero esto es el que al final hace que el servicio funcione", asegura Izquierdo.
Sanciones que tienen que llegar sí o sí también desde el Ministerio de Fomento con quien la dirección de la compañía se reúne esta tarde. También se verán las caras con representantes del Gobierno catalán en una reunión que el secretario de empresa y Competitividad, Joan Aregio, quien ya ha avanzado que Vueling podría recibir sanciones "graves", equivalentes a "centenares de miles de euros" después de los numerosos retrasos y cancelaciones con origen o destino el Aeropuerto del Prat. En declaraciones a Tv3 , Aregio también ha dicho que la Agencia Catalana de Consumo pueden abrir expediente por la no correcta prestación de servicios y la "no diligencia" en la información en los derechos de consumidores y ha subrayado que en el colapso de la aerolínea ha habido "mala gestión informativa", pasajeros desatendidos y un "cierto descontrol".