Los dolores de cabeza no se acaban nunca para Donald Trump

Economía

La reforma sanitaria pone enfermo a Donald Trump

El presidente de los Estados Unidos ha propuesto derogar el Obamacare al no poder aprobar su propio programa y mantiene divididos los Republicanos

La reforma sanitaria que Donald Trump quiere impulsar ha sido la protagonista de la semana. La semana pasada los Republicanos no pudieron conseguir los votos necesarios para aprobar la última versión de Trumpcare y por eso el Presidente Trump propuso derogar Obamacare con la esperanza de hacer sentar los Demócratas a la mesa de negociación. La CBO emitió un informe de urgencia sobre la derogación que ha sido devastador para la estrategia de la Casa Blanca, puesto que los Republicanos se niegan en redondo a derogar la ley entera. Así pues, la Casa Blanca ha intentado estos días una jugada desesperada: derogar parcialmente Obamacare.

Dado que muchas partes de la ley sanitaria necesitan 60 senadores para ser derogada -y los Demócratas no la derogarán -, la Casa Blanca ha propuesto derogar sólo aquellas partes de la ley que no necesitan estos 60 diputados. El Presidente Trump intentó miércoles derogar completamente Obamacare pero John McCain ha liderado con fuerza los moderados Republicanos hacia el no y votó en contra en el Senado tumbando la moción que su partido presentó. Justo antes de la votación, McCain estuvo reunido 20 minutos con los Demócratas en público explicando su posición.

La moción fue rechazada por 45-55 con siete Republicanos (Capito, Collins, Heller, Murkowski, McCain, Portman y Alexander) votante en contra la misma moción que dos años antes, el 2013, los Republicanos aprobaron pero Barack Obama ejerció derecho de veto negándose a firmar la moción para convertirla en ley. La lección es que ahora que hay un Presidente dispuesto a firmar y, por lo tanto, hay cosas en juego, la lógica del voto cambia significativamente.

Unas horas antes, el premio Nobel Paul Krugman (Demócrata) tuvo un detalle muy feo con McCain a raíz de un tuit del Presidente Trump donde felicitaba el mismo McCain para volver al Senado después de la operación de cáncer cerebral. Trump (y Krugman) creían que McCain y los moderados votarían a favor de derogar Obamacare, pero la sorpresa con el voto en contra ha sido mayúscula. El partido republicano está de facto roto en dos partes, puesto que el KremlinGate y los continuos escándalos de Donald Trump -y sus amenazas constantes- está formando un núcleo de resistencia republicana.

La Fed no toca nada (de momento)

La Reserva Federal se reunió miércoles y optó por un tono hawkish pero no hizo ningún cambio de política monetaria. Janet Yellen confirmó que la Fed empezará a reducir la medida del balance "muy pronto" y todo el mundo da por hecho que será en septiembre. Los tipos de interés se mantienen igual, pero Yellen dice que es una situación transitoria causada porque la tasa de inflación está estancada. Esto quiere decir que la Fed espera seguir haciendo subidas este año luego que la inflación vuelva a ir hacia arriba, probablemente a finales de año.

El Kremlingate, cada vez más caliente

El KremlinGate ha possat Jeff Sesiones en situación delicada. Sesiones se recusó a si mismo del caso debido a una serie de encuentros que mantuvo en 2016 con diplomáticos rusos y esto implica que no puede despedir al Fiscal Especial Robert Mueller, nombrado por su adjunto Rod Rosenstein. Cómo que Adam Schiff, Republicano y miembro de la Comisión de Inteligencia del Congreso dijo claramente que no tolerarían que Mueller fuera despedido, Trump sólo tiene una vía disponible: conseguir que Jeff Sesiones dimita para poder nombrar otro Fiscal General del Estado. Este, a su vez, tendría que despedir Mueller y hacer que la investigación sobre el KremlinGate acabe.

El cierto es que el en torno a Jeff Sesiones dice que no dimitirá en ningún caso, el que resulta sorprendiendo dado que es el que el Presidente, -quién lo nombró- vol. Según Dena Grayson, el Fiscal Especial Mueller y Jeff Sesiones han pactado que no se presenten cargos contra Sesiones (por el motivo por el que se recusó) a cambio que no dimita hasta que Mueller lo considere oportuno. Esta situación convierte, de facto, a Rod Rosenstein -Fiscal General Adjunto- en el máximo responsable del sistema legal norteamericano y deja en situación de extrema debilidad al Presidente Trump. Este pacto también explica la constante negativa de los Republicanos moderados a tocar Obamacare mientras Donald Trump sea Presidente, a pesar del riesgo que supone que las midterms -elecciones al Congreso y en el Senado- estén a sólo un año ver.

Más líos en la Casa Blanca

La semana pasada los hablamos del Fiscal General de Nueva York, Eric Schneiderman -conocido con el apodo de The Velocirraptor -. Sabemos que hay tres investigaciones en curso, una de las cuales afecta a Paul Manafort y el banco ruso Alfa Bank (que, inexplicablemente, está financiado por el BCE) sobre un asunto de blanqueo de capitales. Las diligencias están en el tramo final y a finales de año habrá acusaciones formales. Manafort está siendo investigado por casos similares. Otro caso donde The Velorricaptor participa afecta Rusia y al bitcoin, pero a estas alturas no sabemos si algún miembro del Team Trump está involucrado.

El director de comunicación de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha presentado su dimisión esta semana. Una dimisión que avanzamos hace unas semanas en esta columna. Anthony Scaramucci, ex Goldman Sachs, ha tomado su relevo no sin fuerte polémica: jueves acusó Reince Priebus de ser la fuente que filtra secretos de la Casa Blanca a la prensa (dando veracidad a las informaciones) y este viernes Priebus podría ser despedido. La otra, que para atacar Priebus mencionó el honor de John Paterno. Y quién es Paterno? Un aliado de la mafia italiana acusado de pedofília. El cierto es que Flynn, Manafort y Sesiones tienen tratos con el Fiscal Especial. El KremlinGate llegará pronto a su clímax.