El pantano de Sau: del "pluviómetro" catalán a una nueva vida
El embalse se ha convertido en la representación gráfica de la grave sequía que vive Catalunya, mientras redefine su futuro con la mirada puesta en Barcelona y en el Delta del Ebro
Hace meses que varios periodistas suecos, belgas, japoneses, ingleses, españoles o catalanes se reúnen en el municipio osonense de Vilanova de Sau para conocer el día a día de los habitantes cerca del pantano de Sau, un embalse que se ha convertido en el "pluviómetro" catalán por excelencia y la representación gráfica de la emergencia por sequía que vive el país. Un pantano que nació durante el franquismo y que engulló el pueblo entero de Sant Romà de Sau en 1963, con el campanario de la iglesia como único elemento visible, y que actualmente se puede andar en su interior, junto con el resto de ruinas circundantes. En la actualidad, son pocos los medios que no abordan la sequía catalana con fotografías del pantano de Sau. Y fruto del fenómeno, un "turismo de sequía" interesado por la grave situación, mientras muchos se preguntan por la nueva vida de una infraestructura crucial que desde hace décadas ha suministrado agua a los residentes en el Área Metropolitana de Barcelona.
Quien conoce de primera mano todos los entresijos del pantano de Sau es Jaume Orra, alcalde de Vilanova de Sau. Desde hace un año ha iniciado su tercer mandato en el ayuntamiento después de haber estado al frente del Ayuntamiento entre 1979 y 1987 y de 1995 a 2007. Orra declara en una extensa conversación con VIA Empresa que durante sus 70 años de vida, en los que vio desaparecer el pueblo de Sant Romà de Sau bajo las profundidades del embalse, ha vivido seis períodos graves de sequía, pero este año es único: "han dejado secar el pantano de Sau y solo queda el 1,5% de agua". "El resto de litros ha ido a parar al embalse de Susqueda, que se encuentra justo al lado y es el doble de grande que Sau. Actualmente, cuenta con un 25% de capacidad", señala el alcalde. De hecho, Susqueda forma parte de un sistema de tres pantanos, junto con los de Sau y Pasteral, que unen las comarcas de Osona y La Selva.
El pantano de Sau es una infraestructura crucial que desde hace décadas ha suministrado agua a los residentes en el área Metropolitana de Barcelona
Orra es un político osonense que ganó las elecciones municipales del 2023 bajo la lista de independientes por Vilanova de Sau y que durante este año se ha acostumbrado a las numerosas peticiones de los medios para un embalse que no era tan mediático como ahora. Además, Sau comenzó a hacerse conocido cuando lo mostraban en imágenes en la Televisión de Catalunya en épocas de sequía y "solo venían dos medios de comunicación a cubrirlo: TV3 y el 9 Nou". Siempre ha sido el "pluviómetro" catalán, destaca el alcalde. "Hace décadas que la zona vive del turismo comarcal y de visitantes esporádicos, sobre todo barceloneses, que vienen a pasar un día entero. Es un plan económico, con vistas únicas y una historia que vale la pena", continúa.
Desde hace meses, el pantano de Sau se ha vuelto mundialmente famoso, no solo en Catalunya, sino también en el extranjero. Recientemente, el municipio ha recibido al corresponsal Ajit Niranjan del diario británico The Guardian, especializado en cubrir eventos relacionados con el medio ambiente y el cambio climático. El titular del reportaje es claro: "Me entristece": la iglesia vuelve a emerger del embalse mientras España enfrenta la sequía. Y así lo complementa: "el aumento de la evaporación, las estaciones de lluvias más cortas y la menor cobertura de nieve en las montañas empeorarán las crisis hídricas en el Mediterráneo occidental". El periodista se muestra sorprendido por la historia de la localidad y por lo que "están viviendo". Y lanza una crítica: "Los norteamericanos y los australianos pueden estar familiarizados con la sequía, pero me sorprende que una parte rica de Europa se vea tan afectada por la escasez de agua".
La nueva economía del pantano de Sau
Sau, además de ser el embalse que almacena y canaliza agua del río Ter y que está situado dentro del Espacio Natural de las Guilleries-Savassona, no solo produce electricidad, almacena y canaliza el agua del Ter, sino que es un lugar habitual para el senderismo, la observación de flora y fauna y para la práctica de deportes náuticos. El embalse es un polo de atracción turística de Catalunya, un concepto que ha virado últimamente hacia el "turismo de sequía", mencionado anteriormente. Sin embargo, Orra odia la palabra "turismo de sequía" que se emplea en los medios y considera que se utiliza "con menosprecio". "¿Qué significa turismo de sequía? ¿Qué morbo hay? ¿Y el turismo de calidad solo es el que tiene alto poder adquisitivo? Bienvenidos visitantes de todo tipo al pantano de Sau -porque todo el mundo tiene derecho a visitarlo cívicamente- y solo queremos que todo funcione y no haya problemas. Pero de periodos de sequía hemos tenido seis en la zona y lo recordaré las veces que haga falta".
"Hemos pasado de seis a ocho millones de habitantes en Catalunya, cada vez consumimos más agua y a menudo no se explican las consecuencias que comporta el crecimiento poblacional", continúa el alcalde. Y lo ejemplifica con Vilanova de Sau. Según cifras del Idescat actualmente tienen 300 habitantes y, mientras hace años solo tenían una piscina municipal para todos, ahora hay 15 privadas. Además de amplios parques públicos que necesitan regarse, si no quieren "morir". Orra confiesa que a lo largo de la historia -fruto de momentos de sequía- también ha habido épocas en las que han podido acceder a la iglesia del pantano de Sau a pie y que incluso en 1994 hicieron obras en el campanario para que fuera más seguro, atractivo para el visitante y que no se desintegrara con el paso del tiempo. Sin embargo, esta vez se ha llegado a una capacidad "excepcional" del embalse del 1,5%. Y desde el 4 de agosto de 2023 baja agua de Vilanova de Sau al Pantano de Sau porque hay casas, hoteles y varios habitantes que la necesitan para su correcto funcionamiento. Y, incluso, los campesinos de la zona.
La sequía actual contrasta con el temporal Gloria de enero de 2020, en que durante unas horas Sau llegó al 100% de capacidad
La sequía actual es la más marcada y prolongada en la cuenca del Ter de las sequías anteriores citadas, pero, afortunadamente para los habitantes del área metropolitana de Barcelona, entre otros, ahora existen infraestructuras como las desaladoras de la Tordera y el Prat de Llobregat que permiten obtener agua potable y así reducir la dependencia de los embalses. Como curiosidad, la sequía actual que afecta al pantano de Sau -y buena parte del resto de Catalunya- contrasta con episodios de riesgo de inundaciones como el vivido en enero de 2020 con el temporal Gloria. Durante unas horas, Sau llegó al 100% de su capacidad.
Hace un año desde VIA Empresa alertábamos sobre la situación del embalse en el reportaje El pantano de Sau: de un pueblo sumergido a una economía "en peligro", este año las cinco empresas que se dedicaban a las actividades deportivas y esperaban que la situación cambiara con más lluvias, han tenido que cerrar la actividad permanentemente. No pueden practicar ningún deporte y nada las ha podido salvar. En cambio, quienes trabajan a "buen ritmo" son los restaurantes de la zona. Muchos visitantes tienen que reservar con días de antelación para poder comer en un local de allí y la dificultad está en gestionar los aparcamientos cerca del embalse, mientras que algunos recientemente se han vuelto de pago.
La nueva vida del pantano de Sau
"Catalunya, una región rica del noreste de España, se encuentra en una situación de sequía que está matando sus cultivos, ahogando su economía y restringiendo la vida de 6 millones de personas que viven bajo medidas de emergencia", relataba el periodista de The Guardian en el reportaje ampliamente compartido en las redes sociales. "Los científicos no saben qué papel ha tenido la crisis climática en la reducción del suministro de agua de la región, pero dicen que la lucha por mantener los grifos abiertos es una que arrasará el sur de Europa a medida que la contaminación por combustibles fósiles la calienta y seca partes", continuaba.
Y con esto: ¿tiene futuro el pantano de Sau? Si se hace una retrospectiva al pasado, hace una década el pantano tenía en estas fechas el 64% de las reservas hídricas. En 2023, un "raquítico 20%". Los últimos días apenas superan el 4%, a pesar de las lluvias del último fin de semana. De momento, entre mayo y junio se esperan más lluvias, como es habitual desde hace años en la Plana de Vic, según el Meteocat. Tocará mirar al cielo y que los dichos "del mayo cada día un rayo" se hagan realidad.
Ahora bien, el alcalde Orra explica que recientemente tuvo un encuentro con el meteorólogo Tomàs Molina y que esto lo dejó más tranquilo. De hecho, Molina le dijo que "claro que volveremos a ver el pantano de Sau lleno, aunque no será fácil". Y Orra lanza una crítica: "No entiendo cómo les sobra tanta agua en el Delta del Ebro y que exista esta falta de solidaridad entre catalanes". "¿En qué país vivimos que no podemos ayudarnos unos a otros? Es el momento de abrir puertas y que el pantano de Sau tenga el agua del Delta del Ebro si es necesario", concluye.