El buey de Osborne con un graffiti del cuadre de Gernika

Competitividad

Por qué España no genera empresas competitivas?

El profesor José María Gay de Liébana señala la inversión en innovación y conocimiento como la clave para crecer en el futuro

Una de las anécdotas recurrentes en el mundo de los negocios de los Estados Unidos explica como al multimillonario Warren Buffet lo asaltaron en una reunión de accionistas de Apple con una simple pregunta. "Cómo es que usted es uno de los principales inversores de la empresa si dice que nunca invertiría en una marca tecnológica?". El empresario se sacó de sobre aquella molestia con una respuesta definitiva: "Yo sólo invierto en empresas de gran consumo". El profesor de la Universitat de Barcelona José María Gay de Liébana rescataba esta historia en su conferencia La pyme en la nueva economía disruptiva: entendiendo como está el mundo y hacia donde vamos, celebrada en la sede de Pimec, para ilustrar las características de las compañías que se están imponiendo en la economía: son expansivas e invasivas.

"Hace 10 años el iPhone no existía, pero hoy no sólo domina el mercado de los teléfonos móviles, sino que ha condicionado y transformados sectores como el de la banca, el automóvil o el ocio, por ejemplo", analizaba Gay de Liébana. Apple, Amazon o Google son ejemplo de empresas de base tecnológica expansivas, porque consiguen que sus productos dominen el mercado, e invasivas, porque su modelo de negocio llega por todas partes. "Son compañías sin límites de crecimiento", explicaba el profesor.

Por el economista, la aparición de empresas con estas características ha permitido en los Estados Unidos mantener su posición dominante en el mundo, a pesar de la pujança de potencias como la China. Las estadísticas así lo demuestran. Entre las 20 empresas más grandes del mundo encontramos 14 americanas, por tres chinas, una holandesa, otra suiza y una última coreana.

"Los Estados Unidos tiene 278 premios Nobel, mientras que de España sólo han salido ocho, si contamos el de Mario Vargas Llosa, que tiene la doble nacionalidad"

Que las empresas más innovadoras y dominantes estén concentradas en los Estados Unidos no es ninguna casualidad. "La clave es la inversión en investigación y desarrollo", considera Gay de Liébana, que da un dato demolidora. "Los Estados Unidos tiene 278 premios Nobel, mientras que de España sólo han salido ocho, si contamos el de Mario Vargas Llosa, que tiene la doble nacionalidad".

Imagen del acto de Gay de Liébana a Pimec | Cedida

Mirémoslo con datos más convencionales. Según el Eurostat, la media de inversión en Investigación y Desarrollo a la Unión Europea es de un 2,03% sobre el PIB; unos 302.220 millones de euros. En España, el porcentaje baja hasta el 1,19% por una inversión anual de 13.307 millones de euros. El más preocupante, pero, es el histórico de este dato. Una década atrás, se destinaba un 1,19% del PIB a I+D, por el que la evolución ha sido prácticamente nula.

La evolución en inversión en I+D a espanya en los últimos diez años ha sido nula: sólo el 1,19% del PIB

La comparativa con las potencias mundiales saca los colores a la realidad española. Los Estados Unidos invierten un 2,79% de su PIB en I+D, con un total de 453.261 millones de dólares destinados a esta partida, mientras que el Japón dedica el 3,29%, la China un 2,07% y Corea del Sur un 4,23%. "Es un país más pequeño que España e invierten 52.493 millones de dólares en innovación. No nos podemos sorprender que sean el primer país en informes como el PISA", destaca el profesor.

La consecuencia de todo es que España ocupa el lugar 34 en el ranking de competitividad global, por debajo de Chile y por encima de la Azerbaiyán.

Un mercado rígido

"Si España presenta niveles tan bajos en competitividad, es porque su crecimiento se ha basado en el turismo y en la bajada del tipo de interés, que ha permitido reducir la deuda, la prima de riesgo y el endeudamiento de las empresas, pero no ha tenido repercusiones en la productividad", señalaba Gay de Liébana.

En paralelo a la escasa inversión en innovación, el profesor indica un segundo problema, como es el nulo vínculo entre las firmas nacionales y las universidades. "Una relación más fluida seria muy favorable por el crecimiento de la economía, pero las instituciones universitarias no tienen un interés real al trabajar con las empresas".

La competitividad global de España está por debajo de la de Xiles y por encima de la Azerbaiyán

La tercera pata para explicar la carencia de competitividad de la economía española es el mismo ecosistema, que el economista define con una retahíla de pecados. "España presenta un mercado laboral rígido, una gran carga impositiva y reguladora, una deuda pública elevada, acceso al crédito dificultós, leyes ineficientes, pocos incentivos por las empresas, un sistema educativo de calidad justeta y todo tipo de trabas para contratar y despedir. Después nos preguntamos por qué las multinacionales van a Irlanda", concluye.

Todo y este contexto, el profesor da dos claves por la supervivencia de las pymes en el futuro. La primera, entender que el mercado ya no está en casa, sino en el mundo. Y, la segunda, adivinar qué está valorando el mercado. "El valor de una empresa ya no es tanto su resultado limpio, sino la capacidad de negocio que tiene", introduce Gay de Liébana, que redondea la explicación con un caso conocido. "Amazon por ejemplo, no genera grandes beneficios, pero aspira a ser el proveedor de nuestras casas. El mercado valora que Amazon está entrando de forma expansiva e invasiva en sectores como la distribución y la alimentación, y no tiene barreras de crecimiento en su modelo".

Un futuro robotizado

El panorama de futuro que dibuja Gay de Liébana al Estado no es muy mejor. "El PIB perderá fuerza en los años próximos, caerá el consumo privado y la tasa de paro disminuirá menos del que dice el Banco Central", avanza. Por el profesor, el problema endémico del paro en España se verá apuntalat por dos fenómenos. "El primero, la incapacidad que seguimos teniendo por insertar ciertos perfiles laborales, dada la sobrecalificación de buena parte de la población, y, la segunda, la aceleración de los cambios tecnológicos, que hará que los robots y la inteligencia artificial entren con fuerza en los próximos años a las empresas". La consecuencia, según el economista, será que "los de arriba y los de debajo trabajarán cada vez más, mientras que los puestos de trabajo del medio tenderán a desaparecer y, con ellos, la clase mediana".

"La banca, las compañías aéreas y otros muchos servicios ya los tenemos a nuestro iPhone"

No es una tesis tan a futuro. Al 2008, la banca española contaba con 278.301 empleados, y al 2016 ya sólo ocupaba a 194.283 trabajadores. "La banca, las compañías aéreas y otros muchos servicios ya los tenemos a nuestro iPhone".

Los retos de las pymes

Ante este panorama, qué tienen que hacer las pymes para ser competitivas en un futuro inmediato? El profesor Gay de Liébana da tres consejos. El primero, definir claramente la estrategia: "Saber qué queremos ser y como lo queremos hacer".

Este primer consejo va íntimamente ligado al segundo, que es encarar la transformación digital. "Y no estamos hablando de cambiar la web, sino de aplicar tecnología a todos los procesos". Para hacerlo, el profesor advierte que hay que hacer una reflexión nada sencilla. Quién tiene que tomar las decisiones? "En este momento, los seniors tienen que poner la experiencia, pero son los jóvenes los que saben hacia donde se tiene que encaminar la empresa y tienen que aportar el empujón para hacerlo, porque ellos son los que están al día", advierte, a la vez que liga íntimamente la inversión digital con la apuesta por el conocimiento.

Finalmente, el economista considera esencial "desinvertir en productos maduros y apostar por las nuevas tecnologías, la innovación y la internacionalización". De hecho, no se trata más que de copiar el modelo de las grandes marcas del estado. "Mercadona, Inditex y El Corte Inglés han seguido esta estrategia en los últimos años, y se han deshecho de bienes inmuebles para invertir cada vez más en su negocio online".