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A la tecnología le faltan estrógenos
El CTecno organiza una mesa femenina con todos los ámbitos representados: el periodismo, la administración pública, el mundo académico, la empresa y la ingeniería
"Vamos perdiendo el interés por el camino y se produce una fuga de mujeres" en las TIC. Con estas palabras, la directora general de Sociedad Digital de la Generalitat, Joana Barbany, ha querido hacer visibles algunos datos sobre el panorama -todavía bastante desolador- de la presencia femenina en el mundo tecnológico: sólo un 23% de las mujeres cursan una ingeniería y un 28% de ellas trabajan en el sector. Pero, ¿por qué nos encontramos en esta situación? Partiendo de la base de que "todo empieza a casa, pero en la escuela también hay mucho trabajo", Barbany ha explicado durante la mesa redonda La próxima revolución digital: las mujeres TIC organizada por el CTecno en l Movistar Centre de Barcelona que, por ejemplo, en los libros de ESO de informática y tecnología sólo hay dos mujeres por 236 hombres. Ejemplos así dan vía libre, pues, a la fuga de mujeres en el sector.
Moderado por una periodista TIC, la directora y presentadora del Popap de Catalunya Ràdio, Mariola Dinarès, el debate contaba con una mujer del ámbito académico, la principal investigator of the gender y ICT Research Group de la UOC, Milagro Sáinz, otra proveniente de la administración pública, Joana Barbany, una mujer del mundo de la empresa, la marketing manager de Ricoh, Mar Porras, y, finalmente, una ingeniera de civil y de caminos y miembro de Young It Girls, Sara González.
La problemática preocupa y mucho. Dinarés daba el pistoletazo de salida a la mesa redonda con unas palabras potentes: "Tenemos un problema que puede tener consecuencias devastadoras, se tiene que incrementar la presencia femenina, nos tienen que ver y nos tenemos que visibilitzar" porque, si no lo hacemos, lo acabará pagando la sociedad en un futuro". Imaginaos, por ejemplo, que los algoritmos sólo estén programados por hombres: ¿cómo nos ayudará a las mujeres la tecnología? Ingenieras e ingenieros no sólo "tienen que contar con una formación técnica, sino también humanística". Porque la tecnología tiene una vertiente social muy importante y de la cual la mayor parte de la sociedad no es consciente.
La ingeniera Sara González lamenta, en este sentido, "la falta de información" que sufren las y los más pequeños sobre la tecnología. Los mitos juegan sucio en este terreno y, de momento, "no se desmienten". "Es demasiado difícil, requiere demasiada dedicación, es un sector muy agresivo, hay muchos frikis, sólo sirve para ganar dinero, hace falta mucha objetividad...". Ideas de este estilo es lo que, en general, rodea y cala en la vida de una niña que, a medida que se va haciendo mayor, se coge a estas creencias como una realidad y, seguramente, acabará rechazando estudiar una carrera tecnológica o formar parte del sector TIC.
Tecnología mixta
La realidad, sin embargo, es que para entrar a trabajar en este sector, el género no tendría que ser un condicionante a la hora de elegir a un profesional para cubrir un puesto de trabajo. González lo clarifica así: "Para dedicarse a las TIC, hay que ser innovador, tener curiosidad, proactivitat, capacidad para resolver problemas, creatividad...". Y, esto, "no es una cuestión de género".
Barbany: "Nos han educado de una manera que nos hace no valorarnos tanto, limitarnos y ser muy exigentes"
La realidad, sin embargo, es que, en palabras de González, "los estereotipos de género no se rompen, se introducen carreras tecnológicas en edades avanzadas, hay poca confianza en el entorno y/o la sociedad y se prioriza la conciliación familiar ante los retos profesionales". Una conciliación que, precisamente gracias a la tecnología, tendría que ser posible para muchos trabajadores. "La tecnología me aporta capacidad colaborativa y esto nos permite trabajar desde casa y aporta posibilidades de conciliación", recuerda la representante de Ricoh.
Pero la realidad es que, como recuerda Barbany, "en 2020 habrá unos 900.000 puestos de trabajo vacantes [en el sector TIC] y, en 2025, 7 millones". Un panorama poco esperanzador que tendría que alentar las mujeres "para ponernos ahora que hay tanta demanda en el sector tecnológico". La carencia de referentes tecnológicos, los estereotipos preconcebidos, las habilidades percibidas y el techo de cristal influyen, y mucho, en las decisiones que toman las niñas y las mujeres. "Nos han educado de una manera que nos hace no valorarnos tanto, limitarnos y ser muy exigentes", mientras que, la mayoría de hombres, "tiran pa'lanate", lamenta. Justamente por eso, la marketing manager de Ricoh España apunta que, como mujer, "muchas veces no haces lo que tú quieres hacer, si no lo que crees que esperan que hagas".
Reconducir la niñez
En este sentido, la investigadora de la UOC insiste en la idea de que "a los niños se les fomenta jugar con juguetes tecnológicos, mientras que a las niñas se les dan juguetes que tienen que ver con el cuidado" y añade que "estos roles también se trasladan al ámbito del trabajo". Y es por eso que, a menudo, "aceptamos cobrar menos que nuestro compañero cuando estamos haciendo el mismo trabajo".
Todo ello, sin embargo, no va sólo de explicarlo a las mujeres. Normalmente, en actos y mesas redondas de este estilo se ven pocos hombres, pero ellos nunca pondrán conciencia sino se les explica el potencial femenino. "Es importante que los chicos también vean que las mujeres son capaces de". Un hecho en el que también interviene el lenguaje, motivo por el cual este tendría que ser "inclusivo para que todas y todos nos sentimos representados".
Interés social, interés empresarial
Por su parte, la marketing manager de Ricoh pone una cuestión más encima la mesa y es la importancia de llegar a las pymes en este sentido, que es el tejido empresarial de Catalunya. "La tecnología está en todos los ámbitos y, si la mujer no está, la tecnología será un mundo de hombres", subraya, al mismo tiempo que apuesta por "hacer un cambio de estereotipos y trabajar en el ámbito escolar, familiar y social" para, así, "elevar este nivel para estas nuevas generaciones".
De hecho, si la sociedad se compone por un 50% de mujeres y un 50% de hombres,por qué las empresas no reflejan este panorama? Porras avisa que una empresa "nunca podrá llegar a lograr el éxito" si no es coherente con el tejido de la ciudadanía y, por lo tanto, sostiene que no sólo hay un interés social en todo esto, sino también empresarial.
La mesa redonda era potente y todas (y todos) hablaban entorno a una idea común: la sociedad se tiene que empoderar en base de romper estereotipos de género y es muy éimportante informar bien sobre que representa estar vinculados al mundo TIC, es decir, destacar también el componente humano y social de la tecnología. Precisamente por todo esto, sin mujeres TIC, la tecnología nunca estará empoderada porque no contará con el tejido social del país, ni del mundo. En definitiva, hay que acabar con la fuga de mujeres en el ámbito tecnológico para, así, empoderar a la tecnología.