TURISMO
La apertura a turistas extranjeros, a medio gas
El Govern prevé una caída de un 50% de los visitantes y el sector hotelero pronostica un verano "extremamente difícil"
La temporada turística en tiempos de covid-19 es más corta. Tanto a nivel doméstico como internacional, este año no ha empezado hasta el el pasado domingo, cuando se acabó el estado de alarma y, con este, las restricciones de movilidad interna. Las fronteras exteriores también están ya abiertas, pero, de momento, sólo a turistas provenientes del Espacio Schengen. Con estas condiciones, las previsiones no son buenas: el Govern calcula una caída de entre un 41% y un 53% de los visitantes, mientras que el sector hotelero pronostica un verano "extremamente difícil".
Si cada año Catalunya recibe unos 20 millones de turistas internacionales, la consejera de empresa y Conocimiento, Àngels Chacón, ha asegurado en una entrevista a RAC1 que este 2020 "estaría contenta si vinieran 10 millones de turistas extranjeros, la mitad de lo habitual". De hecho, Chacón ha recordado que el turismo es la actividad que más ingresos genera en Catalunya y que es responsable de un 12% del PIB.
A pesar de que este año la intención es potenciar el turismo interior, la titular de Empresa y Conocimiento ha recordado que este sólo representa el 8% del total de ingresos del sector turístico. El Govern ha dado a conocer los resultados de una encuesta para saber la intención de la población en este sentido. A pesar de que un 40% tiene pensado hacer vacaciones, "el 30% irá a segunda residencia, el 20% a hoteles y el 15% a apartamentos", ha asegurado.
Por otro lado, buena parte del sector hotelero todavía no ha retomado la actividad pese a la apertura de las fronteras a los primeros turistas internacionales. La baja demanda que tienen de momento los ha empujado a esperar hasta el 1 de julio. Lo mismo pasa con los restaurantes y comercios. De hecho, según la Federació Intercomarcal d'Hosteleria, Restauració i Turisme (FIHRT), un 90% de los negocios que forman parte de la agrupación todavía están cerrados.
Los restauradores y comerciantes de Barcelona ven un escenario desfavorable sobre todo en agosto, puesto que prevén que muchos barceloneses saldrán de la ciudad pero no habrá llegada de turistas.