women 360º congress
Doctor Google, datos y 5G, el petróleo del siglo XXI
El Women 360º Congress debate sobre como la tecnología puede influir en nuestra salud, pero avisa que hace falta que la regulación avance al mismo ritmo para mejorarla
Ser o no ser. 5G o no 5G. Datos o sin datos. Esta es la cuestión. Si hasta ahora el petróleo ha dominado la economía mundial y ha sido el protagonista de la geopolítica internacional, "los datos serán el petróleo del siglo XXI", según la directora general de la Sociedad Digital de la Generalitat, Joana Barbany, que considera que "quién lo tenga, tendrá la palanca para gobernar su empresa". Con el auditorio de Naturgy lleno a rebosar, el Women 360º Congress daba su pistoletazo de salida de la mano de cinco mujeres referentes en sus campos. Moderado por la directora del congreso, Rosa Cuscó, tanto Barbany como las otras cuatro mujeres han resaltado la importancia de la salud en nuestras vidas y de la incidencia que la tecnología puede tener en su evolución. Una (r)evolución que tendrá que ser liderada, también, por el talento femenino.
La tecnología avanza mucho más rápido que las políticas que tendrían que cubrirla y hacer pedagogía en este sentido acontece un requisito indispensable si queremos utilizarla en nuestro beneficio y, sobre todo, en el de toda la sociedad. Por eso, hay que democratizar el conocimiento y educar en la ética tecnológica. El diseñador y arquitecto Richard Buckminster Fuller decía que "no intentes cambiar un sistema, construye uno de nuevo que haga que el anterior quede obsoleto". Y el 5G ha hecho que cualquier otro canal de comunicación quede anticuado. "El 5G llega para democratizar el conocimiento y para que haya igualdad de condiciones en cualquier parte del mundo". Con estas palabras, la directora comercial APP y Sanidad Catalunya y la Aragón de Vodafone, Joana Sánchez, probaba de explicar que si hasta ahora las tecnologías inalámbricas ayudaban a comunicar a personas, ahora, llega la revolución del 5G, que tiene por objetivo facilitar la comunicación entre máquinas.
Durante el Mobile World Congress, ya se pudo vivir en directo una operación de un intestino gordo en remoto. Gracias al 5G, el doctor Antonio de Lacy protagonizó una prueba piloto desde el Recinte Gran Via de Fira de Barcelona con una laparoscopia para extraer una parte del intestino gordo a un paciente que estaba a más de cinco kilómetros de distancia, dentro del quirófano Òptimus del Hospital Clínico de la capital catalana. Fue un éxito total. Esto, sostiene la representante de Vodafone, no sólo "proporciona nuevos modelos de negocio", sino que también "te permite estar al servicio de las personas".
Alargar vidas con sello de calidad
Si bien es cierto que ya es una realidad que la investigación y la tecnología están alargando nuestra esperanza de vida, también lo es que no podemos llegar ni a imaginar el gran poder que tienen los datos, el papel del 5G, del IoT o de la Inteligencia Artificial. De momento, Vodafone ya está colaborando con la Generalitat para investigar la fórmula (todavía) mágica que permita reducir los tiempos entre el instante en que se produce un accidente y el tiempo que se tarda en llegar al hospital. Ahora mismo ya existen ambulancias que funcionan como quirófanos virtuales "porque tienen conocimiento y saben qué está pasando y como dar órdenes concretas e, incluso, operar aunque no haya un médico allí".
Muchas de las operaciones que hoy en día no avanzan de la manera esperada, acaban saliendo mal por carencia de conocimiento ante un problema inesperado. Si es posible tener un mentor que guíe a todo el quirófano a distancia, tenga una perspectiva global y pueda subrayar con total precisión la zona a intervenir dando órdenes precisas, el mundo cambiará y mucho.
Software ético, conocimiento humano
Precisamente por eso, hay que "tener mucha conciencia". La directora general a Alastria Blockchain Ecosystem, Monste Guardia, pone especial énfasis en el hecho que "hay que tener ética y moral cuando diseñamos software". A su juicio, "tenemos que elevarnos un poco porque pensamos que en nuestro día a día vivimos con una alta calidad de vida y no es así". "Nos llaman frikis porque miramos el mundo desde fuera, como un mundo global", relata, al mismo tiempo que pone encima la mesa que "hay datos que no sabemos utilizar y esto nos da incertidumbre".
Guardia: "La tecnología es una herramienta porque la relación del procedimiento es humana"
Además, Guardia explica que "cuando conseguimos comunicar a distancia, empezó el descontrol" y asegura que, "a veces, no somos muy conscientes de que estamos telecomunicando". Ni conscientes de estar telecomunicando, ni conscientes de que "la tecnología ya existe", pero no lo explotamos. ¿La solución? "Crear un ecosistema blockchain que permita unir la farmacia, los hospitales y la enfermería" al servicio del sector sanitario, pero un ecosistema que sea una "herramienta" para los profesionales porque "la relación del procedimiento es humana".
En este sentido, propone "romper barreras de creencias que nos hagan pensar que nuestra profesión morirá porque sólo se transformará" mientras apunta que el futuro inmediato será "creativo, adaptable al cambio, con comunicación a distancia, medible y sostenible". Y a todo esto es y será a lo que tenemos que adaptarnos.
Ser entrenado por la Biblia
La gestión de los datos, pues, es clave en este progreso tecnológico. Si a "doctor Google", como lo bautiza la directora del gabinete técnico del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, Mercè Camps, lo hinchas a datos para obtener un resultado y no los gestionas, acaban pasando cosas como que, a menudo, las traducciones del buscador hacen referencias bíblicas porque, recuerda el director del departamento de Ciencias de la Vida del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Alfonso Valencia, "la traducción está entrenada por la Biblia, que es el libro más traducido de la historia".
Aun y así, falta talento digital y conocimiento para poder explotar todas las opciones que brinda la tecnología. "La tecnología facilita muchas tareas, pero si no tenemos conocimiento, no sirve para nada". Claro y contundente, el catedrático e investigador de la UPC, Ulises Cortés, quiere dar a conocer la otra cara de la moneda y ha propuesto que "bajemos un poco esta euforia tecnológica" si no sabemos cómo utilizarla.
"¿Hasta donde le queremos dar autonomía a una persona con alzheimer?", se pregunta, para explicar que hay que diseñar una tecnología que sea "proactiva, reactiva y segura". Y esto hay que hacerlo rápido porque las cifras de enfermedades degenerativas que estamos logrando "por el envejecimiento de la población son terribles".
Pero no sólo hace falta talento digital y conocimiento, sino también una regulación que vaya acuerdo con la evolución de la tecnología. Y es que, como pone de manifiesto el doctor y colaborador del BSC, Enric Banda, "no hay tecnologías buenas o malas: hay políticas buenas y políticas malas".