ChatGPT y la transformación de la educación en la era digital
¿El gran aliado de la educación y la enseñanza o el inicio de una crisis en las aulas?
La irrupción de nuevas herramientas tecnológicas que la actual era digital nos ofrece supone, y supondrá, un cambio de paradigma en la manera de vivir, relacionarnos y aprender. Y es que, la educación como lo entendíamos hasta ahora cambiará y es de vital importancia tener un pensamiento crítico de cómo se abordará la situación en las aulas. La IA (Inteligencia Artificial) tiene un gran papel en este cambio de paradigma que se plantea y hay que abordar ítems de cómo y cuál será el uso de herramientas como el ChatGPT.
Este nuevo sistema basado en el modelo del lenguaje por IA GPT, que cuenta con más de 175 millones de parámetros y grandes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con el lenguaje, como traducciones o generación de texto, ¿puede ser el gran aliado de la educación y la enseñanza o el inicio de una crisis en las aulas? Si bien es cierto que el ChatGPT es una herramienta útil y eficaz que permite una mayor productividad y eficiencia, hay que tener en cuenta que el uso desmesurado por parte de los alumnos puede derivar en una dependencia excesiva en la tecnología, reducir su capacidad de pensamiento autónomo y crítico, así como su capacidad de expresión y redacción.
El ChatGPT es una herramienta útil y eficaz que permite una mayor productividad y eficiencia, pero el uso desmesurado por parte de los alumnos puede derivar en una dependencia excesiva en la tecnología
En cuanto al aprendizaje práctico, éste queda fuera de la capacidad de actuación de esta herramienta, puesto que no es posible llevar a cabo actividades o ejercicios in situ donde el alumnado pueda poner en práctica los conceptos teóricos que ha logrado previamente. Por lo tanto, encuentro que la aplicación de esta herramienta no puede cubrir del mismo modo la enseñanza de los múltiples sectores profesionales.
Sin embargo, sí que podría ser muy útil adaptar esta herramienta de IA a las necesidades particulares del aula, teniendo en cuenta varios factores como la edad de la alumnado, los estudios que están cursando y los recursos de los cuales disponen, para mejorar el aprendizaje gracias al acceso a nuevas fuentes de información o a los retos que se pueden plantear. En otras palabras, la eficiencia y eficacia que ofrece el ChatGPT puede aportar un valor extra al tiempo del cual el profesorado dispone para impartir una lección, y utilizando de manera correcta esta herramienta se podría fomentar la ampliación y la retención de conocimientos.
Particularmente, considero que uno de los grandes retos que tenemos con la introducción de ChatGPT a la educación es encontrar la manera en que ésta se adapte a nosotros y no nosotros a ella. Además, hay que evitar que el uso en exceso de esta herramienta produzca un impacto negativo en el desarrollo emocional y social de los estudiantes. Puesto que, si no se gestiona de manera correcta, el hecho que podamos encontrar respuestas y soluciones, de manera tan automatizada y rápida, a problemas que planteamos, puede suponer una desvinculación de los alumnos y una disminución en la capacidad de trabajo en equipo.
Así mismo, las respuestas que ofrece ChatGPT tienen una carencia de empatía en la construcción de sus mensajes, y esto es un rasgo característico que solo los humanos podemos aportar. Todo esto planteado, no tiene que suponer un problema si se aborda de manera apropiada. A mi parecer, con un buen uso de la herramienta se pueden llegar a plantear preguntas que supongan retos para los más jóvenes y que requieran una respuesta reflexiva, respuestas que una IA no puede presentar. Esto acontecería en el fomento de un pensamiento crítico en las aulas, puesto que los alumnos tendrían que proponer respuestas a los retos planteados con un valor añadido que la tecnología no nos puede ofrecer, unas respuestas más creativas e ingeniosas.
Las respuestas que ofrece ChatGPT tienen una carencia de empatía en la construcción de sus mensajes, y esto es un rasgo característico que solo los humanos podemos aportar
Hay que tener en cuenta que una herramienta como esta puede dificultar la evaluación por parte del profesorado, si se hace un uso excesivo del ChatGPT en esta etapa de aprendizaje. Entre otros motivos, porque si no se adapta de manera adecuada a las aulas, no habría una personalización del proceso de aprendizaje. Ahora bien, desde otra perspectiva, también contemplo el ChatGPT como una fuente ilimitada de materiales de aprendizaje que ofrece múltiples opciones y desde la cual tanto el profesorado como el alumnado pueden acceder a una infinidad de información desde todo el mundo y en el momento que más le convenga.
En definitiva, estas nuevas tecnologías que se nos ofrecen, como el ChatGPT, pueden ser un motor de cambio en la sociedad, y en última instancia, también en la educación si se gestionan y regulan de manera óptima, donde el único objetivo sea el correcto aprendizaje de las nuevas generaciones. El uso de la IA tiene que suponer una ayuda a la carencia de recursos que hay en las aulas. Entre todos tenemos que conseguir que, a pesar de plantear muchos retos, se convierta en un aliado y no en un enemigo.