CSolar, innovación en las energías renovables
La start-up catalana, fundada por Manuel Sánchez y Oscar Montenegro, diseña estructuras creativas por placas fotovoltaicas y se abre camino en el mercado latinoamericano
Especializados en estructuras
El proceso de construcción de un conglomerado de placas fotovoltaicas es largo y pleno de pasos. CSolar vieron en las estructuras innovadoras un nicho de mercado especializado y para explotar. "Nosotros nos encargamos de hacer los cálculos y diseñar el apoyo", explica Sánchez, "el resto de fabricación es a cargo de la empresa que nos contrata". Así pues, CSolar nace con la voluntad de ser parto de la cadena de producción.
Con la innovación como eje fundamental, la joven empresa creó CSwind, un sistema nuevo que no necesita fijación. El 2012 Ikea se fijó en este nuevo producto y a finales del año firmaron un acuerdo, junto con Endesa, para suministrar las placas de CSolar en las instalaciones de la multinacional sueca en España. "Fue un grande primer paso", relata Sánchez.
Internacionalización "obligada"
Las dificultades del sector de las energías renovables en España, agravadas por los recortes, obligaron a los fundadores a mirar más allá para crecer como empresa. "En el gobierno actual no le interesan las energías verdes, su ahorro económico y medioambiental, no regulan ni ayudan al sector, así que decidimos ir allá donde las renovables sí que eran una prioridad", se queja Sánchez.
Empujados por estos factores y la voluntad de internacionalización, CSolar se abrió al mercado chileno creando la filial CSolar Chile y asociándose con una empresa local para desarrollar proyectos completos. "Voliem invertir nuestras ganancias con tino y actualmente estamos trabajando en una instalación fotovoltaica al desierto norteño del país", comentan. Además, agradecen el papel de Barcelona Activa, puesto que gracias a ellos conocieron al contacto que los traería a desembarcar en Chile.
Crecimiento de la empresa
CSolar está formada únicamente por sus socios fundadores, Manuel Sánchez y Oscar Montenegro, que trabajan juntos y subcontratan gente sólo por los grandes proyectos. La pequeña start-up arrancó el 2011 con una financiación de 60.000 euros, una mitad aportados por un socio capital y la otra por un crédito ICO. A finales del 2013, la facturación anual había logrado 1,2 millones de euros.
Actualmente, siguen trabajando en el negocio en Chile desde su sede en el Parque Tecnológico de Barcelona . Todo y la envergadura del proyecto, no se cierran las puertas a seguir creciente. "Cuando tengamos más rodaje estudiaremos ampliarnos en otros países latinoamericanos con potencial como el Perú", explica Sánchez.