Startup
Marc Coderch: "La zona azul dejará de existir"
La startup Parco permite alquilar plazas de parking entre particulares por un euro por hora
Un viaje trae a otro viaje. Al menos, así fue para Marc Coderch que fundó Parque después de acabar la carrera de Economía, ir con furgoneta norteña del Canadá hasta la punta de México y vivir un par de semanas a Silicon Valley. "Fue un viaje espiritual, de contacto con la natura y de enamorament con el mercado digital", recuerda. Ahora, tiene una plataforma colaborativa que permite alquilar plazas de parking en Barcelona entre particulares por un euro por hora. La reivindicación es bastante clara: "En las ciudades sobran plazas de aparcamiento".
El desierto de Nevada, las montañas rocosas del Canadá o la filosofía de Silicon Valley fueron la primera semilla de Parque, que nació a principios de 2017. El empujón decisivo llegó, como no podía ser de ninguna otra manera, a la entrada de un parking: "Estaba 24 horas al día obsesionado al crear una startup y al final me llegó a las manos un mando a distancia de la puerta de un garaje que no funcionaba, me lo miré y vi el comienzo de una historia de amor".
Coderch: "En las ciudades sobran plazas de aparcamiento"
El amor surgió del desengaño de un mando que era un "desastre". De la idea inicial de abrir la puerta del garaje con el móvil llegó la economía colaborativa del aparcamiento. Papel, boli, ronda de friends, family and fools de 10.000 euros y prototipo.
Coderch fundó Parque con el informático Àlex Bosch y a la cabeza de poco, se encontró por el camino tres amigos (Guillem Casado, Albert Llebaria y Aitor Fernández) "versátiles y de aprendizaje rápido". Juntos programaron la primera versión de la aplicación en Barcelona. "El mejor lugar para emprender es aquel que conoces", admite. Actualmente, ya hay siete trabajadores y se encuentran bajo el paraguas de Barcelona Activa y SeedRockets Angels de la mano de Jaume Gomà, CEO de Ulabox.
176 Camp Nou para aparcar
Dos de cada 10 coches en Barcelona circulan porque no encuentran lugar para aparcar en el mismo tiempo que el 55% de las plazas de la capital catalana son propiedad del vecindario y a menudo están vacías. Según el plan de movilidad urbana del Ayuntamiento de Barcelona, son 421.000 plazas de aparcamiento que equivaldrían en extensión a 176 Camp Nou. Todavía más: aparcar en la ciudad cuesta de media 3,13 euros.
Coderch: "La gente paga 50.000 euros por una plaza pero no entiende que puede ganar dinero cada vez que la deja vacía"
Según el CEO de Parque, el sector del parking está muy atomizado, le falta digitalización y mueve mucho dinero. Sobre la competencia, asegura que "todavía no hay ninguna aplicación operativa que ataque directamente la gran bolsa de activos sin rentabilizar que son las plazas de comunidades de vecinos". Con los datos en la mano, defiende que unos pueden ganar tiempo y los otros, un segundo sueldo que puede rondar los 300 euros al mes. "Las plazas en la calle no son el futuro y la zona azul dejará de existir", remata. Un win-win colaborativo que quiere seguir el camino exitós de Airbnb, Blabacar o SocialCar.
Basta con descargarse la aplicación e indicar la disponibilidad del aparcamiento. A la vez, Parque facilita su propia tecnología YATE para convertir las plazas en un garaje domòtic "más seguro, más sostenible y más económico". La factura es la siguiente: 70% por el propietario, 25% por la startup y un 5% por el fondo de reserva de la comunidad. De momento, ya hay plazas disponibles en Poblenou y Las Cortes.
Un garaje domòtic más seguro
Las comunidades de vecinos son "el principal cuello de botella" de la startup y es que se necesita una mayoría simple para la mejora o modificación de la equipació del edificio. Todo empieza por un cambio de mentalidad: "La gente paga 50.000 euros por una plaza de aparcamiento pero no entiende que puede ganar dinero cada vez que la deja vacía".
Aún así, las principales preocupaciones de los vecinos pasan por el sistema de seguridad y por el uso de la puerta. Coderch insiste que mientras Amazon te permite duplicar un mando por 30 euros, Parque identifica el usuario y sabe la hora de acceso y de salida a la plaza. "Un mando físico es una gran rendija a la seguridad del garaje", insiste.
Coderch: "Un mando físico es una gran rendija a la seguridad del garaje"
Y Barcelona , qué gana? El CEO lo tiene muy claro: disminuir el tránsito, ensanchar la clase mediana, disminuir la necesidad de zona azul y verde y ofrecer así más carriles bici y buzo de camino hacia la movilidad sostenible. "Quiero volverle en Barcelona todo aquello que me ha dado y no hace falta esperar a que venga California", añade.
La gallina de la fábrica de Barcelona
A lo largo de este casi año y medio de vida, Parque ha levantado 100.000 euros de capital privado de la mano de 19 inversores y prevé levantar 400.000 euros más antes de finales de año bajo la expectativa de llegar a las 3.000 plazas de aparcamiento. Entre sus inversores, se encuentran expertos tecnológicos de renombre como el cofundador de MásMóvil, Christian Solli Nyborg, o el antiguo CTO de Luckia, Alfonso Pedro.
De momento, el objetivo no es convertirse a corto plazo en una empresa rentable sino captar el máximo de plazas de aparcamiento, llenar la plataforma de usuarios y validar "la gallina de los huevos de oro". Más adelante, ya llegará el momento para hablar de márgenes, mirar el coste de estructura o expandirse a otras ciudades como Madrid, Valencia, Milà, o París.
Por último, Coderch defiende que "la economía colaborativa hace que la fábrica de Barcelona esté siempre funcionando", pero todavía hay muchas puertas para abrir. La azotea, como ejemplo, para instalar placas solares o un huerto urbano. Decía el Nobel de Literatura John Steinbeck que "no son las personas las que hacen los viajes, sino los viajes los que hacen las personas".