Mobile World Congress
Trip4Real, la historia de un sueño
Embarazada, la fundadora de la startup luchó con Airbnb hasta la última semana para asegurar la continuidad de su equipo después de la adquisición de la empresa. Así lo ha explicado al 4YFN
Trip4Real era (y es) el sueño de siempre de la Gloria Molins, por eso tiene muy marcado al calendario la fecha de nacimiento del proyecto, julio del 2012, y la del lanzamiento de la página web, febrero del 2013. Es más, es un proyecto tan interesante, que podría decir casi el día y la hora exacta de cada uno de los pasos adelante que ha hecho a lo largo de la trayectoria de la startup. La misma que fue adquirida por Airbnb y que esconde, a su detrás, un historia personal y profesional que ha explicado con pelos y señales ante un auditorio atestado al 4YFN.
Molinos es una mujer hiperactiva y emocional. Se nota desde el primer minuto de coger el micrófono. Había pasado siete años viajando en todo el mundo, había llegado a conocer los cinco continentes y a hablar siete idiomas diferentes cuando, en su regreso en Barcelona, tomó la decisión definitiva: tenía que tener su negocio. Meses antes ya había empezado a dar vueltas y a diseñar los primeros esbozos, pero estuvo en casa cuando dio el paso.
Molinos: "He aprendido que la gente es la clave del éxito, no el desarrollo o la idea"
Como buena amante de la aventura y el turismo, tenía claro que la experiencia de cambiar el rol del turista por el del visitante tenía que ser la clave del proyecto. Así surgió Trip4Real, plataforma dedicada a ofrecer planes de ocio alternativos a través de particulares. "El primero que hice fue buscar un equipo de gente increíble. He aprendido que la gente es la clave del éxito, no el desarrollo o la idea, sino las mentes brillantes", empieza relatando. Y lo volvió a corroborar más tarde, cuando sus carencias a escala técnica hicieron evidentes que, sin técnicos especializados, ninguna idea no puede llegar a ejecutarse como es debido.
Tener un buen padrino
La segunda parte importante en la creación de una startup son el dinero. "Teníamos un buen equipo, una buena idea, pasión, un web... pero no teníamos financiación", explica, todo un clásico en la comunidad emprendedora. Ella misma había puesto 8.000 euros de su bolsillo, pero no era suficiente. Tuvo la suerte de captar 75.000 euros de un crédito Enisa y 150.000 euros de los business angels, entre los cuales se encuentra un cocinero de lujo: Ferran Adrià.
"Siempre había sido mucho hacen del chef e hice de todo para poder tener un encuentro de 10 minutos con él. Le quería explicar nuestra historia porque sabía que le gustaría y sólo necesité cinco minutos de conversación porque me dijera que le encantaba", recuerda. Y a continuación vino la pregunta clave: "Cuánto dinero necesitas? haces bastante con 1.500?". Así Adrià entró a la lista de inversores, una de las personalidades que más los ha ayudado a captar financiación extra con campañas de crowdfunding..
De la cumbre de la Everest al desierto
Si una cosa destaca repetidamente Molinos sobre el equipo, esta es la pasión y motivación que siempre ha tenido. Recuerda los afterwork con cervezas y bolsas de patatas, "ratos donde continuábamos hablando de trabajo, pero con motivación y muchas ganas de aportar cosas nuevas". Ahora bien, toda cara guapa tiene su parte negativa: "La desmotivación de ver que no creces como había previsto".
Molins coment que estas pequeñas caídas se las guardaba por ella para no encomendarlas al equipo. En una de ellas, coincidió con el emprendedor en serie Xavier Verdaguer, quién la animó a participar en uno de los viajes en París y Londres que hace con emprendedores al programa Imagino Express. "Su propuesta era crear una app, que entonces no teníamos, para poder aumentar el tránsito en el web", apunta. No se lo pensó mucho. participó y consiguió que Trip4Real ganara el premio de turismo y volviera a Barcelona con un extra de energía. "Me hizo salir de la zona de confort", añade.
Todo esto fue el febrero de 2014, coincidiendo con su participación al 4YFN, donde conoció el fundador de Airbnb, Brian Chesky.
Buscar nuevos partners
El salto de la compañía en California y el primer acuerdo de colaboración con Airbnb llegaron prácticamente a la vez, como la ampliación de capital de un millón de euros de Kibo Venturas y Caja Capital Risk. Una cifra "muy importante", según Molins, que compara el mercado español con el australiano o el norteamericano, donde las rondas acostumbran a levantar cantidades más elevadas. Todo un hito que compara con otra muy clave: "En aquel momento ya éramos una empresa con un 80% de mujeres".
Sobre el primero partnership con la empresa de San Francisco apunta que sólo se hacía para los visitantes de Barcelona y que consistía a ofrecerlos planes de ocio, redirigiendo los usuarios de Airbnb hacia Trip4Real.
El modelo funcionó a pequeña escala, el que significa que no lograba el umbral de éxito que había previsto. La fundadora de la startups se sincera y sitúa aquí su segunda caída en picado en cuanto a motivación. "Veía que no avanzábamos, pero no lo podía decir al equipo ni a los inversores para no desmotivarlos", revela. Nada que no se pudiera solucionar con un nuevo cambio: "Entró como nuevo director general en Jorge Abian, que vendía de Uber. Lo sacudió todo y devolvió la magia al equipo cuando estábamos cansados de apretar".
La estrategia fue coger la colaboración que tenían con Airbnb y presentarla a otras empresas como Booking, Room Mato, Expedía o Barceló. En pocos tiempos, lograron las 10.000 experiencias a la plataforma gracias al trabajo conjunto.
Trip4Real es un equipo
Las últimas conversaciones previas a la adquisición de la startup por parte de Airbnb llegaron justo en un momento clave para Molins: su primer embarazo. "El contexto hizo que decidiera ir una pasa adelante con ellos. Mandé un e-mail a en Brian y le dije que aquella misma semana quería cerrar algo", comenta con total transparencia.
La respuesta fue negativa bajo el argumento de "ahora no es el momento". Días más tarde, pero, el teléfono de la fundadora de la compañía catalana sonó con una buena noticia: era hora de hablar de la compra de Trip4Real.
Las conversaciones para cerrar el acuerdo no fueron fácil, el equipo fue el punto en discordia. Molins cuenta hasta 14 las conversaciones por teléfono, seguidas de muchas reuniones con abogados, inversores, equipo... y cualquier que pudiera estar implicado. Ella no quería dejar atrás los compañeros que habían hecho de su proyecto personal una realidad, pero la compañía norteamericana no lo contemplaba en el acuerdo.
Molinos: "Al final los truqué diciendo que no quería vender la empresa, que quería todo el equipo feliz"
En otro acto de sinceridad, Molinos detalla como fue el diálogo definitivo: "Al final los truqué diciendo que no quería vender la empresa, que quería todo el equipo feliz. Me costó mucho, no hice más que llorar y lo atribuía en el estado, a las hormonas. De golpe decidí trucar y hacerme atrás con la negativa, pero en Mateo me dijo que no lo hiciera. Al final fuee l fundador de Airbnb quién me trucó a mí para saber qué había pasado. Así lo conseguí, compraron aquella semana Trip4Real con todo el equipo". Y pocos días después nació la Valentina, su hija.
Ahora se define como "una persona feliz creando viajes mágicos". Ocupa el cargo de directora de experiencias a Airbnb y sabe que el que un día fue su equipo, lo continúa siendo en un equipo feliz en una empresa con un proyecto ambicioso.