Comunicar el motivo de una baja en una entidad se trata de una decisión individual | iStock

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Del amor a las bajas médicas: el dilema de contarlo (o no) en el trabajo

¿Qué aspectos de la vida personal pueden los trabajadores negarse a compartir con las empresas?

Mireia tiene 31 años, cuenta con una larga trayectoria profesional exitosa en el mundo del marketing y recientemente se ha convertido en jefa de área en una empresa del sector industrial. Cada vez se siente más saturada y ansiosa en su día a día laboral. Siente que no llega a todo. Un día, finalmente, "explota". Tiene un ataque de ansiedad, no puede dejar de llorar durante horas y se identifica con el burnout (síndrome de desgaste profesional). Su médico de cabecera le ordena tomar una baja de 10 días seguidos, pero surge el gran dilema: ¿hasta qué punto puede ser "privado" el motivo de una baja médica laboral? Trabaja en una empresa de 25 empleados y uno de sus superiores es un amigo íntimo fuera del entorno laboral. De inmediato, Mireia piensa que si no va a la oficina durante unos días, sus compañeros, preocupados, le enviarán mensajes por WhatsApp y tendrá que dar explicaciones. Y para ella, lo "peor de todo": si se conoce el motivo de la baja, ¿podría esto "restarle puntos" en su nuevo puesto?

En primer lugar, según Andrés Robles, abogado experto en derecho laboral y civil, a menudo se olvida que "generalmente un trabajador no tiene la obligación de proporcionar detalles específicos sobre su enfermedad a la empresa". Al tramitar una baja médica, el empleado solo debe presentar el informe, que no tiene que incluir el diagnóstico, sino la confirmación de incapacidad temporal para trabajar. Entonces, es decisión del trabajador si comparte el motivo o no. Sin embargo, hay empleados, tal como destaca Robles, que optan por comunicar el motivo de la baja a la empresa, ya sea por un "sentimiento de responsabilidad y compromiso hacia la empresa" o por una "relación cercana con el superior". Por otro lado, en algunas ocasiones también sucede por el "miedo a represalias si se dice la verdad", como en el caso de Mireia.

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¿Cuáles son los "pasos ideales" a seguir en el caso de Mireia? El experto tiene claro que no existe una "fórmula mágica" para resolver la preocupación de la profesional. No obstante, Robles cree que es importante saber que comunicar el motivo de una baja a una empresa es una decisión individual. Sin embargo, considera que si hay "buena relación" con los superiores, podría ser una situación ideal para comunicar cómo se siente, si está relacionado con la falta de personal o la sobrecarga de tareas, y así poder buscar soluciones antes de que llegue a una situación límite. "Debes poder decirle a la empresa que no te encuentras bien y esta debería entenderlo", añade el abogado.

La “ruleta” de la privacidad

El trabajador no está obligado a informar sobre su estado civil o sobre cambios en su situación familiar | iStock

Las opiniones políticas, la afiliación sindical, las creencias religiosas y otras opiniones personales también se consideran información privada dentro de una organización. Los empleados no están obligados a compartir este tipo de datos con la empresa, y cualquier presión para hacerlo podría considerarse una violación de los derechos fundamentales del trabajador. Además, el empleado no está obligado a informar sobre su estado civil o sobre cambios en su situación familiar, a menos que estos afecten aspectos específicos del contrato laboral o beneficios laborales (como deducciones fiscales, por ejemplo). Asimismo, la orientación sexual de un empleado es un asunto estrictamente privado. Cualquier presión para que un trabajador revele esta información o cualquier tipo de discriminación basada en ello sería ilegal según las leyes de igualdad y no discriminación en Catalunya.

Robles (abogado): "Las entrevistas de trabajo se han convertido en uno de los espacios donde más se cruzan líneas rojas contra la privacidad"

"Las entrevistas de trabajo se han convertido en uno de los espacios donde más se cruzan líneas rojas contra la privacidad", apunta Robles. Preguntas como "¿cuál es tu país de origen?", "¿cuántos años tienes?", "¿crees en alguna religión?", "¿estás casado, tienes hijos o planeas formar una familia pronto?" o "¿tienes algún tipo de discapacidad física o mental?" son cada vez más comunes y pueden suponer desventajas en algunas contrataciones.

Los antecedentes penales, en principio, no son un elemento que un trabajador esté obligado a revelar, salvo en situaciones muy específicas, como trabajos donde la ley exige la ausencia de ciertos antecedentes (por ejemplo, trabajos con menores o en el sector financiero).

Parejas en la oficina: ¿confesar o mantener el secreto?

Tan sólo el 34% de las parejas nacidas en el trabajo lo comunican desde un inicio | iStock

Las relaciones románticas o de amistad entre compañeros de trabajo también son aspectos de la vida personal de los empleados. Actualmente, la empresa no puede obligar a un trabajador a revelar este tipo de información, siempre y cuando no afecte el desempeño laboral o incumpla normativas internas sobre conflictos de interés.

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En las relaciones amorosas surgidas en el ámbito laboral hay más secretos que transparencia. De hecho, según los últimos estudios del sector, "solo el 34% de las parejas nacidas en el trabajo lo comunican desde el principio". El resto "espera años" o incluso "nunca llegan a confesarlo". Por lo tanto, una relación sentimental dentro de la empresa sigue siendo un tema delicado de tratar.

Jurado (recursos humanos): "Es mejor no esconder una relación sentimental en el trabajo, aunque recomiendo discreción"

Ante la duda de si hacerlo público, Aida Jurado, consultora de recursos humanos y coach ejecutiva, explicaba hace unos meses a VIA Empresa que "considera que es mejor no esconder una relación sentimental, aunque recomienda discreción". La experta señala tres inconvenientes de mantenerlo en secreto: la sensación de desconfianza y engaño entre los compañeros, que puede erosionar el respeto mutuo, el desgaste mental de las personas que tienen que preocuparse por ocultarlo, y el ambiente de incomodidad por no poder mostrarse como son por miedo a que se note. Por lo tanto, es recomendable normalizar la situación, apelar a la profesionalidad, a la correcta gestión emocional y a un clima laboral saludable.

Bonustrack: la geolocalización en el punto de mira

Finalmente, y más allá de los vínculos emocionales, según Robles, es vital recordar la importancia de la privacidad en la protección de datos, como el funcionamiento del correo corporativo de un trabajador (y si el empresario puede acceder a él) o los dispositivos digitales que utilice un empleado. Un elemento interesante también son los sistemas de geolocalización. Por ejemplo, tal como relata el abogado, "actualmente está de moda que los trabajadores registren su horario en plataformas como Holded, pero lo que no saben es que desde ahí se puede ver su geolocalización". Incluso hay empresarios que desconocen estas funcionalidades y, si no se controlan bien o no se notifica a los trabajadores, esto podría tener consecuencias importantes.