Edtech
CaixaBank y Founderz presentan un máster para emprendedores libres
El fundador de la plataforma Pau García Milà concreta la apuesta por la educación descentralizada con el nuevo MBE de la entidad
Explicar la descentralización como modelo tecnológico y organizativo es todavía complicado. Las jerarquías están a menudo demasiado naturalizadas porque planteamientos horizontales y multinodals entren en el sentido común. En una clase –cómo han tratado películas, estudios y modelo educativos inabarcables– esta verticalidad es todavía más pronunciada. Imaginar un curso o un programa educativo sin la escala de poder que separa estudiantes y profesores permanece una tarea profunda, improbable. La prevalencia de ciertas relaciones de poder en el centro educativo es, seguramente, necesaria en las primeras etapas de la formación. "Cuondo formas persones adultas, hay cierto paternalismo en el hecho que nos traten cómo cuando teníamos 10 años" argumenta Pau Garcia-Milà, CEO y cofundador de Founderz, una de las emergentes del sector edtech punteras al país. Para dirigir las dificultades que plantean las relaciones de autoridad y producción de conocimiento en un programa con estudiantes –"participantes", prefiere el emprendedor– de más edad y experiencia, la plataforma reivindica, de la mano de CaixaBank, un modelo de "educación descentralizada".
Centrado en la formación para emprendedores, el nuevo MBE (Master in Business & Entrepeneurship) sigue esta línea. La evolución de las aplicaciones tecnológicas al mundo educativo plantea la posibilidad de cuestionar el profesor como "fuente única de la verdad" –SSOT, por sus siglas en inglés Single Source of Truth–. "Cuándo el educador ocupa más de la mitad de la experiencia a la clase, solo hay una fuente de verdad", explica Garcia-Milà, que plantea una suerte de redistribución de las certezas al aula que otorgue a los participantes un peso relativo relevando en el aprendizaje del conjunto. El objetivo, así, es reducir al máximo el peso específico del profesor, con un reparto, según detalla el CEO, del 20-40-40. "El profesor pone las bases de conocimiento, una primera exposición conceptual (20); esta se aplica a las ideas de emprendeduría del participante (40) y se añade la experiencia compartida del resto (40)". Con un modelo de investigación propia sobre los temas tratados y debate y puesta en común de los aprendizajes con otros empresarios o emprendedores, la apuesta del MBE de Founderz pasa por la confianza en la "inteligencia colectiva".
Garcia-Milà: "Cuando el educador ocupa más de la mitad de la experiencia a la clase, solo hay una fuente de verdad"
La propia plataforma describe su iniciativa, de hecho, como una Business Unschool: una propuesta formativa capaz de extraer el aprendizaje de las limitaciones físicas y filosóficas de las instituciones realmente existentes. Con una reversión de la autoridad en la creación del conocimiento que se imparte al MBE, Garcia-Milà busca maximizar las aportaciones de unos participantes con un recorrido práctico en sectores y ámbitos relevantes para el programa. "La edad media de nuestros programas es de 37 años; personas con un mínimo de 10 años de experiencia laboral en el ámbito de la empresa" con la capacidad de aterrizar enseñanzas, aportar perspectivas y completar la experiencia educativa de formador y compañeros.
La construcción de complicidades, también formativas, forma parte de este modelo de descentralización. Según explica el CEO de la plataforma, "la soledad es el peor enemigo del emprendedor; te sientes mucho suele cuando tienes que tomar una decisión difícil". En cuanto que es un programa principalmente dirigido a personas emprendedoras, el objetivo es que la convivencia horizontal entre participantes de la formación facilite el camino hacia el éxito –o un fracaso en buenos términos– de los proyectos empresariales que se generen. "Cuando hay incertidumbre se toman decisiones equivocadas", que pueden afectar tanto al mismo empresario como clientes, inversores y cualquier stakeholder. Por eso, la apuesta de la MBE es ecosistémica. "El emprendedor ayudado tiene menos posibilidades de fracasar; y quien ayuda tiene más posibilidades de ganar un buen cliente que asuma los compromisos", argumenta Garcia-Milà.
Aprender a la cadena de bloques
Como la mayoría de las propuestas de Founderz, si no todas, la MBE desarrollado de la mano de CaixaBank e Imagin es eminentemente tecnológica –Garcia-Milà, de hecho, considera la startup "una tecnológica más que una educativa"–. La descentralización, así, se materializa mediante el uso de la blockchain. Los múltiples accesos y gestiones posibles que permite el uso de la cadena de bloques, así como cuestiones de traçabilitat o transparencia, permiten no solo facilitados para las personas usuarias, sino un stream directo y verificable de datos habilidosos para mejorar constantemente las sesiones y el programa en general. Explican, de hecho, una iniciativa interna bajo el nombre de Programa Mimitos, en que, a partir el feedback generado por los estudiantes, se analizan las fortalezas y debilidades de las sesiones y se ofrecen soluciones formativas para los mismos profesores, en caso de que sean necesarias, para mejorar la experiencia conjunta.
Alcaraz: "Hemos descubierto un valor muy potente para nuestra base de clientes a la educación descentralizada"
La immersivitat del metavers también hace una aportación concreta y tangible al proyecto del MBE de Founderz y CaixaBank. En un formato que grita al acceso de usuarios de todo el planeta, la fatiga del zoom –el cansancio y pérdida de concentración provocados por horas y horas de videotrucades y sesiones telemáticas– tiene que ser uno de los principales enemigos a batir. "Las experiencias del metavers se pueden equiparar a un entorno físico" cuando no hay alternativas presenciales. El programa, así, permite la celebración de sesiones en entornos virtuales, la creación de avatares para profesores y participantes. Reafirma, así, la sensación de colectividad, en cuanto que aporta una suerte de personalización del resto de colaboradores que la distancia inherente a plataformas como Meets o Teams no facilita.
Acelerar el negocio
Según el director de negocio de CaixaBank Juan Alcaraz, la apuesta del banco y específicamente de Imagin por el programa de Founderz responde a la necesidad de formación en "todas las etapas de creación y desarrollo de un negocio". En un ecosistema como el del banco catalán que ya cuenta con varias iniciativas de asistencia a la emprendeduría, como las oficinas DayOne o la oferta financiera de MicroBank, el MBE representa uno guardo complementario de apoyo a la creación de nuevos negocios al país y en el Estado . Con este acuerdo, subraya Alcaraz, "hemos descubierto un valor muy potente para nuestra base de clientes a la educación descentralizada, porque encaja perfectamente en la apuesta por la emprendeduría y la banca digital".
En la primera edición, partiendo otras propuestas formativas de Founderz, Garcia-Milà espera lograr los 2.000 participantes. La clave, pero, rae a culminar la formación con la fundación de una empresa, que tiene que ser el fin de todos los programas de emprendeduría. A un precio de 450 euros, es un Máster que incentiva la diversidad, no solo de género o de procedencia sino también de entornos formativos y de socialización. "Cuando las cuarenta personas de una clase han pagado 75.000 euros y hemos parado un año de nuestra vida para estudiar, nos asemejaremos mucho; ya habremos compartido espacios", defiende el CEO, que encuentra un gran "valor colectivo" al unir experiencias y relaciones dispares con el mundo de la empresa. La duración media del curso es de unos "tres o cuatro meses", con una dedicación semanal de cuatro horas diseñada para compatibilizar con el trabajo, otros estudios o la vida social y familiar. Así, y bajo el lema Aprender es libertad el MBE busca cerrar el gap entre formación, colectividad y tecnología. "En el centro de todo hay cómo dar control al estudiante", concluye.