Lecciones de una medalla invisible: una carrera de fondo entre esfuerzo y falta de recursos
Mientras la tasa de abandono deportivo es de un 40% en España, los profesionales de este ámbito relatan la superación diaria para alcanzar sus objetivos
“No ha habido ninguna fórmula mágica para llegar a los Juegos de París: ha sido el hecho de intentar llevar a la excelencia todos los factores que han estado en mis manos, como el esfuerzo, la dedicación o la constancia”. El atleta catalán Paul McGrath recuerda con VIA Empresa, todavía con un poco de resaca olímpica, el camino que le ha llevado a alcanzar una 17ª plaza en los 20 kilómetros marcha y, en definitiva, aquello con lo que cualquier deportista de élite sueña: competir en unos Juegos Olímpicos. Ni más ni menos, una “metodología ganadora” muy similar a la que comentaba el entrenador del Girona FC, Miguel Ángel Sánchez Muñoz "Míchel", el pasado mes de abril en un acto celebrado en el Hotel Augusta Vallès de Granollers. A pesar de dedicarse a un deporte aparentemente individual, McGrath es muy consciente del valor que tiene la tarea de su entrenador, Alejandro Aragoneses, y el apoyo de su familia: “Se llega más lejos con un buen equipo que no en solitario”.
Es muy posible que este tipo de reflexiones nos resulten familiares: muchos emprendedores que se encuentran fabricando un nuevo proyecto nos lo recuerdan cada jueves en Una idea, una empresa. ¿El porqué? El deporte y el mundo empresarial tienen numerosos puntos de conexión, a pesar de que “no somos un territorio que culturalmente asocie el deporte a algo positivo, a veces es incluso lo contrario”, tal como apunta el entrenador Aragoneses después de un París 2024 lleno de emociones. “Desde las etapas tempranas, tanto en las entidades deportivas como en las escuelas, considero que no se da la formación adecuada, ya que no todo el mundo conoce todos los deportes". "La cultura deportiva en España se basa en un único deporte”, añade.
Aragoneses: “No somos un territorio que culturalmente asocie el deporte a algo positivo, a veces es incluso lo contrario”
El deporte como "eje clave en la educación desde los más pequeños"
En esta misma línea, Franco Pinotti, entrenador profesional de baloncesto en ITW Sport, comenta a VIA Empresa que, hasta hace no mucho, “el deporte se percibía como una actividad con la que perder el tiempo. Pero en la sociedad actual se está demostrando que tiene un papel mucho más importante y debe ser un eje clave en la educación desde los más pequeños”. Este sería uno de los motivos por los que la sociedad española se encuentra rezagada en cuanto a la práctica deportiva si la comparamos con otros territorios europeos: mientras en el estado español el 47,9% de la población afirma practicar “uno o más deportes”, tal como lo demuestra la encuesta Hábitos deportivos en España (V) realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), esta estadística se dispara en países como Finlandia (71%), Luxemburgo (63%), Dinamarca o Suecia (59% en ambos casos).
“He ido a muchas escuelas a hacer promoción del baloncesto y mi sorpresa es que la mayoría de chicos y chicas ni siquiera saben correr”, continúa Pinotti, quien concluye que “el Gobierno debe tomarse en serio el deporte. Los profesores, con una hora de educación física a la semana no pueden hacer nada”. Por ahora, el gobierno de Salvador Illa ha movido ficha con una consejería de Deportes, de la cual será titular Bernardo Álvarez Merino, exjugador profesional de baloncesto y actual concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Tarragona. Habrá que ver si resuelve las necesidades que reclaman los profesionales del ámbito deportivo.
De Cornellà al mundo: los resultados de apostar por el talento
Y es que si hay un activo que tanto el tejido empresarial como las instituciones deportivas persiguen es el talento. Alejandro Aragoneses es especialmente consciente, al liderar, junto con María Duran y Álex Mancheño, una de las canteras con más potencial del deporte catalán: el club de atletismo Cornellà Atlètic. “Siempre hemos tenido muy claro que apostar por la cantera y dar apoyo a las categorías inferiores es esencial. Si un club no apuesta por la formación en estas etapas tempranas, es muy difícil que pueda contar con atletas de alto nivel dispuestos a compaginar este deporte con sus vidas personales”, comenta Aragoneses, quien menciona casos como los de Bernat Canet o Jaime Guerra, que después de toda una vida arraigada al club del Llobregat saben lo que es ser campeones de España y competir en campeonatos internacionales.
Sin embargo, Aragoneses es consciente de que “hoy en día, ser deportista no te garantiza prácticamente nada”. Es por este motivo que el entrenador del Cornellà Atlètic destaca la necesidad de mejorar el sistema de ayudas a los deportistas de alto rendimiento para luchar contra la tasa de abandono deportivo, que entre los jóvenes se situaría en torno al 40% en el Estado, según los datos facilitados por Copa Covap y Psicólogos de España. “Esto lo vivimos a diario, contamos con atletas universitarios de alto rendimiento que tienen que viajar, o concentrarse con la selección española, y en muchos casos acaban perjudicados por sus universidades por el hecho de priorizar el deporte”, añade Aragoneses.
El deporte de élite: una cuestión de cultura y de optimizar recursos
Las comparaciones se dice que siempre son odiosas, pero después de unos Juegos Olímpicos son inevitables. Aún más si hay un país como Estados Unidos que ha recogido un total de 126 medallas olímpicas, por encima de China (91) y Japón (45), en segunda y tercera posición. McGrath, que en estos últimos años ha conocido diversas realidades a raíz de sus experiencias internacionales, comenta que “el apoyo que reciben los estudiantes en Estados Unidos es muy amplio, y por este motivo muchos deportistas de todo el mundo se van allí a estudiar y a entrenar”.
No obstante, no es indispensable ser una de las principales potencias mundiales para asegurarse el éxito deportivo. “Cualquier país, incluso el más modesto, si dispone de una cultura deportiva y es capaz de optimizar sus recursos, puede llegar lejos. Los mejores ciclistas son de Eslovenia, un país de poco más de dos millones de habitantes”, apunta Pinotti, quien también menciona el caso de otros territorios como Serbia o Croacia, también competitivos en otros deportes como el baloncesto o el balonmano. “Usan muy bien los recursos justos”, añade el entrenador de ITW Sport.
Pinotti: “Cualquier país, incluso el más modesto, si dispone de una cultura deportiva y es capaz de optimizar sus recursos puede llegar lejos”
Mientras Aragoneses comenta que el estado español “tiene mucho trabajo que hacer” si quiere disponer de más atletas de alto nivel o que, al menos, los que ya hay puedan disfrutar de una cierta tranquilidad, también sueña con Los Ángeles 2028, igual que McGrath. Si bien el atleta catalán destaca que “lo más bonito de llegar a unos Juegos es el camino a recorrer hasta estos”, su entrenador sabe que “hay que estar dispuesto a sacrificar mucho a cambio de nada”, ya que “el porcentaje de personas que participan en unos Juegos es muy bajo y la exigencia es máxima. Es imprescindible una confianza plena entre atleta y entrenador, y trabajar lo mejor posible, con sinceridad y sin desesperarse”. McGrath y Aragoneses no son emprendedores, pero, de serlo, muy probablemente tendrían éxito.