A pie de página
La familia crece en la Fira
El organigrama de la Fira de Barcelona se amplía y crece hasta 13 directores con la llegada de Joan Angulo
La familia de la Fira de Barcelona crece. Tanto a nivel de salones propios, salones externos que llegan a la capital catalana y organigrama. La entrada de los nuevos negocios ha comportado también la entrada de nuevas necesidades en cuanto a la dirección. Con Agustí Cordón ya empezaron a canivar y en Constantí Serrallonga lo ha ampliado. La llegada del Mobile World Congress (MWC) a la Fira de Barcelona la ha hecho hacer un salto adelante, poniendo el recinto ferial en el mapa para atraer ferias internacionales de referencia y potenciar los salones propios.
Esta semana se ha anunciado la creación de la dirección de marketing corporativo y proyectos estratégicos de la Fira de Barcelona, que ocupará el director gerente del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información de la Generalitat, Joan Angulo. Angulo pasará a ocupar este nuevo cargo, que responde al objetivo de la institución ferial de potenciar su marca, la creación de valor social y el impulso de sus proyectos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Angullo y Serrallonga se conocen de la etapa Trias en el Ayuntamiento barcelonés, cuando el exalcalde nombró al actual director general de la Fira como gerente municipal y a Angulo como gerente de recursos.
Con esta nueva dirección, la Fira contará con 13 directores en el Comité Ejecutivo. En etapas anteriores, la entidad contaba con director general, comercial, financiero, sistemas, infraestructuras, RRHH, marketing, comunicación, protocolo y Servifira. Ahora la estructura ha mutado en negocio propio, externo, internacional, governanza interna, administración, servicios de recintos, asesoría jurídica, comunicación, personas, relaciones institucionales y TIC.
Ferias propias y externas
La crisis del 2008 hizo que la mayoría de salones que no tenían parte internacional sufrieron mucho -Construmat, Alimentaria, dos grandes pilares de la Feria-. En aquella época la Fira ya había empezado a hacer un giro de timón y apostar por los salones externos, es decir, ir al mercado a captar otras ferias que se celebraban en otros recintos. El momento de más impacto de esta nueva estrategia fue la llegada del Mobile World Congress el 2006.
La llegada del MWC hace que la Fira haga un salto cualitativo: es muy probable que el MWC sea el salón más exigente del mundo. Y pone Barcelona (todavía más) en el mapa, sobre todo para el sector tecnológico y los acontecimientos de este tipo. Así, han venido a celebrarse en la capital catalana acontecimientos corporativos como los de SAP, Cisco, Microsoft, etc. No va, el recinto ferial barcelonés se encuentra en el top 10 de Europa. Y para conseguir que llegue al top 5, la ampliación del recinto Gran Vía es clave.
Antes de la llegada del MWC, el negocio de la Fira se estructuraba en un 70% de facturación de salones propios y el 30% de externos. Con la llegada del mobile, esta situación se ha revertido y ahora se divide en un 75% para los externos y el resto internos. De hecho, el MWC representa hasta un 30% de la facturación de Fira. Así, la apuesta para atraer salones externos es clara: sólo a modo de ejemplo vendrán salones tan importantes como el Seafood o el ISE y ha repetido el ITMA.
El modelo de negocio de la Fira ya no es sólo vender metros cuadrados a expositores, sino que también es traer congresistas y traer congresos. Aparte de seguir manteniendo los salones propios.
La crisis causó un terremoto entre las ferias en Europa y Barcelona ha crecido con ferias propias, innovadoras y de fuerte impacto que quieren ser referentes internacionales: Smart City World Congress, IoT, In3Dindustry, iWater, N1B, RBWC, etc. Y así tiene que ser, porque los salones externos pueden irse en cualquier momento.