La empresa catalana que vende mansiones de Hollywood
Desde la venta de la residencia Playboy hasta la del palacete de Pedralbes de la Niña Cristina, la inmobiliaria Coldwell Banker comercializa con éxito viviendas de lujo
El año 1998 François Carriere y Josep Poch fundaron Prestige Real Estate, compañía inmobiliaria especializada en compraventa de viviendas de lujo en Barcelona y la Costa Brava. A partir del año 2013 se unieron en la red inmobiliaria Coldwell Banker para explotar su división internacional especializada en propiedades de lujo. "Vendemos mansiones en todo el mundo. La central de la empresa está en los Estados Unidos y gracias a esto, clientes famosos, que buscan comprar en España, nos llegan", apunta Carriere.
La impresionante mansión de Elrod House. Cedida |
Clientes famosos, el reclamo
Pero el lujo no es el único sello que identifica la compañía, puesto que últimamente han salido a los medios para gestionar operaciones inmobiliarias con propietarios de nombre muy reconocido, como explica Carriere. "El año pasado intermediamos en una venta de la familia Piqué de una casa en Pedralbes y también en la venta del famoso palacete de Pedralbes de la Niña Cristina, así como en la adquisición otros inmuebles que, por miedo a aparecer en prensa, no podemos comentar", revela con un aliento de misterio.
Los que sí que es conocido y público es que este verano han cerrado una operación millonaria: han intervenido en la venta de la mansión Playboy, donde durando más de 40 años el editor de la popular revista, Hugh Hefner, ha celebrado sus famosas fiestas privadas. La venta ha estado por 100 millones de dólares, la más cara de una vivienda en toda la historia de la ciudad de Los Ángeles.
Y es que el mundo del cine y el espectáculo es una de sus especialidades. Últimamente es habitual que las productoras cinematográficas recurran a la firma buscando casas en las cuales ambientar sus historias. El caso más reciente es la cesión de una mansión en Salem (EE.UU.) como escenario de la escuela del profesor Xavier en X Men Apocalipsis, estrenada en mayo. "La credibilidad, la herencia y el legado de nuestra marca hace que estemos muy presentes a la zona de Hollywood y muy conectados en este mercado", apunta Carriere.
Este hecho los sirve después para vender con una historia "de cine" detrás una mansión o la otra. "Tenemos un stock de propiedades espectaculares y miran si se pueden alquilar unas semanas o unos días para hacer algunos shootings. Este tipo de demanda en Cataluña está creciendo para hacerlo a grandes mansiones de Barcelona", reconoce el empresario. Aun así haber sido escenario de un rodaje es un reclamo, "una herramienta más de marketing, pero después hace falta no olvidar que el que vendemos es una propiedad", argumenta.
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La casa del compañero de Walter White en la serie 'Breaking Bad'. Cedida |
Escenarios de Breaking Bad y True Blood
Las casas aparecidas en las series de televisión también van tomando el relevo. La casa de Jessy Pinckman, personaje de Breaking Bad, está en venta. Se trata de una propiedad de estilo colonial español ubicada a Alburquerque construida en 1940 y que se puede adquirir por 1,6 millones de dólares. También ofrecen Villa Contenta, a Malibú, donde por 25 millones de dólares el comprador puede vivir al hogar de la vampiresa Sophie-Anne Leclerq, una de las protagonistas de True Blood.
El año 2015 la empresa catalana ha cerrado negocios por valor de 55 millones de euros y su red internacional, más de 25.000 operaciones por valor de un millón de euros. Cantidades elevadas que hacen frente al desierto que ha supuesto la crisis inmobiliaria reciente. "La crisis ha sido terrible para todo el sector inmobiliario, indistintamente. Aunque se llama que el sector del lujo es inmune, la crisis española era muy dura y afectó a todos los sectores porque era un problema de confianza. Ahora notamos una recuperación y este año hemos vivido una consolidación de la recuperación, los clientes nacionales han vuelto a comprar o estudiar compras que habían sido paradas durante siete años", asegura.