Las familias del cava brindan con el inversor internacional
Las bodegas catalanas abren sus accionariados a socios industriales para potenciar la internacionalización en un mercado estancado
Se acerca la campaña de Nadal y el sector del cava teme un nuevo boicot en España. Y con el mercado estancado, las grandes bodegas catalanas miran fuera de las fronteras estatales para crecer y se plantean la entrada de socios industriales internacionales porque los den un golpe de mano en la internacionalización. Incluso si esto quiere decir romper con la tradicional estructura de la empresa familiar.
Las ventas de cava no suben como la espuma, el año pasado las ventas se situaron en 245,15 millones de botellas, sólo un 0,42% más. Internacionalización y apostar por el cava prèmium son los objetivos del sector para remontar las ventas y, algunos grupos encuentran oportuno abrir su accionariado para profesionalizar la empresa y la clave de vuelta para salvar el negocio.
Juvé & Camps
La última y más sonada incorporación al sector del cava ha sido la multinacional farmacéutica catalana Grífols, a través de su sociedad holandesa Scranton Enterprises, que ha comprado parte del accionariado de Juvé & Camps. Esta operación, cerrada a final de octubre, dota de estabilidad Juvé y Camps, puesto que garantiza la actual presidencia a Joan Juvé, asegura la estabilidad accionarial -habían surgido divergencias de criterio con Rosal Juvé- y permitirá mantener la expansión de la firma.
Scranton Enterprises BV pertenece a varios directivos de Grífols, entre los cuales figura Víctor Grífols Roura, que era el presidente y consejero delegado del grupo farmacéutico hasta que traspasó en enero sus funciones de dirección a su hermano Raimon Grífols Roura y a su hijo Víctor Grífols Debe de, si bien ocupa el cargo de presidente no ejecutivo del consejo de administración.
Las disputas familiares a Juvé & Camps, Freixenet, o Vallformosa afectan los resultados del sector del cava
La bodega, fundado hace más de 200 años, factura unos 25 millones al año y es una de las grandes de la Denominación de origen Cava. El año 2016, desde la bodega se elaboraron 2,7 millones de botellas de cava y otros 600.000 de vino bajo la Denominación de Origen Penedès.
Con sede en Sant Sadurní d'Anoia, el grupo cuenta con 450 tiene que viña, 270 de ellas destinadas a la producción ecológica. Juvé & Camps exporta en estos momentos el 19% de su producción. Su principal mercado son los Estados Unidos, pero también vende en Suiza, Noruega, Canadá y el Japón entre otros. El resto de producción se queda en Cataluña en un 41% y en España con otro 41%.
Freixenet
Ha pasado un año y medio desde que se empezó a hablar de la entrada de Henkell a Freixenet. En este tiempo de ofertas y contraofertes, la bodega familiar ha reformulado su accionariado: Ferrer Noguer ostentan el 42% de la empresa y son contrarios a la venta de Freixenet. Josep Ferrer, presidente de honor, y Pere Ferrer, consejero delegado intentaron negociar con los bancos para poder comprar la mayoría de acciones de la empresa. La rama Bonet Ferrer, con Pere Bonet, Pilar, Eduald y Josep Lluís Bonet, presidente de la bodega, son los que han sido más divididos con la oferta con su 29% del accionariado. Finalmente, los Hevia Ferrer, con el director financiero Enrique Hevia al frente y un 29% de las acciones, son quienes pusieron encima la mesa la entrada de la empresa alemana. Ahora, Bonet y los Hevia intensificarían las conversaciones para vender el 58% del capital a Henkell.
La apuesta por el cava prèmium, las ventas internacionales y profesionalizar la gestión son la clave para remontar las ventas del cava
La multinacional del vino y licores teutona valoraría la catalana por 550 millones de euros. La entrada del socio industrial propiedad del gigante alemán Dr. Oetker ayudaría al impulso internacional de Freixenet, a pesar de que la cava exporta más del 80% de su producción. La cava cerró el último ejercicio con unas ventas de 529 millones de euros, tan sólo con un incremento del 5% de la facturación. Y esto con un beneficio de 2,35 millones de euros, un 6,7% más.
Codorniu
El grupo vitivinícola presidido por Mar Raventós ha pasado un mal trance. Si bien ha dejado atrás las pérdidas de 5,4 millones de euros que se apuntó en el ejercicio 2014-2015, la bodega ha afrontado una reestructuración de su plantilla que ha recortado 93 trabajadores. El ERO anunciado por Codorniu ha despedido empleados de Nuviana en Huesca, Lleida, Riudabella, en Poblet, y en Esplugues de Llobregat. Todo porque la marca ha dejado de fabricar para terceros.
La bodega dirigida por Javier Labrador facturó el año pasado 235 millones de euros y eleva el volumen de negocio dos millones de euros respecto del ejercicio anterior, que tan sólo está apoyado en la exportación en el 43%. La nueva dirección del grupo es que el cava prèmium sea el puntal del negocio.
García Carrión
García Carrión, la empresa propietaria de Don Simón y del cava Jaume Serra, controlada por José García Carrión y Rafaela Corujo suma ya tres años consecutivos con caída de ventas. Desde el 2013 ha perdido un 11% de todo su volumen de negocio. Su facturación en el último ejercicio se elevó a 671,5 millones de euros, un 3,8% menos que un año antes.
La internacionalización es la asignatura pendiente del primer vendedor de vino del Estado español, porque el 60% de sus ventas son dentro de las fronteras españolas. Pero sus problemas no se quedan aquí, porque el único hijo de los amos de la sociedad, Luciano García Carrión, que era director general comercial, ha abandonado la empresa, dejado el tema de la sucesión en alto.
Vallformosa
La cuarta cavista de Cataluña presidida por Queta Domènec y dirigida por Vicenç Vidal facturó 29,3 millones de euros el año pasado. El ebitda de la compañía se ha visto tocado hasta los 1,7 millones de euros por las indemnizaciones que a la empresa ha tenido que pagar para despedir dos hermanos de la dirección familiar para profesionalizar la gestión.
Vallformosa es una empresa familiar con 150 años de historia y exporta el 90% de su producción de cava, que representa, a la vez, el 90% de su facturación. Según indican, el objetivo a cinco años ver es facturar 50 millones de euros.
Un mercado estancado
En los últimos diez años, el consumo de cava en España ha caído casi un 12% y no parece la tendencia se revierta. La vocación exportadora de la industria ha conseguido compensar los resultados en los años de la crisis. Pero mientras la curva de ventas en el exterior sube, la interna sigue llanura.
El mercado está estancado. El exiguo incremento de ventas de botellas es gracias al buen comportamiento de países de fuera de la Unión que registraron un incremento del 9,11% hasta los 47,17 millones de botellas y que compensó la caída del mercado europeo, el cual se ha disminuido en un 1,94% hasta los 111,79 millones de botellas vendidas.
El mercado de la Unión Europea es lo más importante por el cava, con un peso del 46% -un punto menos que el 2015-, seguido del mercado interior, que representa un 35% y los países terceros los cuales tienen un peso del 19% -un punto más que un año antes-.
Producir por marcas blancas ahora pasa factura al sector del cava: se asocia a un producto barato
Así mismo, el fantasma del boicot todavía planea sobre el sector desde las negociaciones del Estatuto de Cataluña del 2006. De hecho, el presidente de Freixenet y de la Cámara de comercio de España, ha reconocido, en declaraciones a la cadena Cope, que se están produciendo "reacciones" que perjudican las ventas del cava y de vinos catalanes a raíz del referéndum del 1 de octubre y el proceso independentista, porque el cava es uno de los "productos emblemáticos" del Principado.
Internacionalización y subir precios son la última esperanza del cava. El segmento prèmium creció el 2016 un 0,66% y llega a los 29,5 millones de botellas vendidas, las cuales representan el 12% del total. Esta línea, además, tiene una penetración a escala internacional importando donde en Dinamarca tiene un peso del 40,5%, en Alemania del 31% y en Suecia del 33,5%, entre otros.
El cava barato hunde los beneficios. Sólo crecen los vendes en el sector del cava selecto: "La penetración más grande del cava prèmium es vital para la consolidación", el presidente de Freixenet. Y en este marco es donde Codorniu inserta la decisión de dejar de producir para terceros, tal como lo hacía por la cadena Tesco o Sainsbury's.
Todas las empresas lo hacen. Freixenet vende en Marks & Spencer y Morrisons, el grupo Perelada a Waitrose y García Carrión a Asda. Y esta ahora los pasa factura. El Presidente del Consejo regulador del Cava, Pere Bonet, lo ratificaba: "Nos toca prestigiar el cava porque se asocia demasiado a menudo con producto barato".