Ellas, que estuvieron en primera línea durante la pandemia

La pandemia ha agravado la desigualdad entre hombres y mujeres y ha atrasado la fecha en que se espera conseguir la paridad de género. Así lo constató el Foro Económico Mundial en su último informe sobre desigualdad de género. Antes de la irrupción de la covid-19, la fundación internacional estimaba que la igualdad se conseguiría en 100 años. A día de hoy, considera que todavía se tendrá que esperar 135 años, es decir, hasta 2156. Esta es uno de los muchos datos que se están tratando en el ciclo de conferencias Mujeres invisibles. La era poscovid organizado por la Fundación La Caixa, que tiene como objetivo analizar el impacto que han sufrido las mujeres desde marzo de 2020 y que pone el foco en cuatro esferas principales: la salud, la política, la sociedad y el trabajo.

Las protagonistas de este ciclo de conferencias son las mujeres invisibles, aquellas que han estado en primera línea durante la pandemia y que han ocupado posiciones consideradas esenciales, como salud, limpieza, alimentación o cuidados. Muchas de estas mujeres, además, han tenido que hacer frente a las nuevas modalidades laborales -como el teletrabajo- haciendo malabares para gestionar simultáneamente las necesidades de la vida familiar y doméstica. "La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia que tienen estas ocupaciones," explica Gabriela Cañas, presidenta de la Agencia EFE, quien denuncia que estos trabajos liderados por mujeres se han visto muy perjudicados en los últimos tiempos. "La invisibilidad de las mujeres ha supuesto una depreciación sistemática de las ocupaciones que tenían. Los sectores más feminizados han sido siempre peor pagados. Allá donde se ha feminizado un sector, los salarios han sido menores". La presidenta del Port de Barcelona, Mercè Conesa, cree que estos oficios no han sido suficientemente apreciados y que "las mujeres perdemos oportunidades a pesar de haber liderado esta crisis".

Entre estas mujeres invisibles que han sufrido más gravemente las consecuencias de la pandemia, destacan las trabajadoras del hogar, sector donde la mayoría son mujeres migrantes, sin contrato y en condiciones irregulares. A raíz de la crisis derivada de la covid-19, "han tenido que aceptar en muchas ocasiones condiciones todavía peores", relata Silvia Carrasco, profesora de antropología, experta en migraciones, educación y desigualdad. "Y las que han perdido el trabajo, ha sido sin derecho a percibir ningún tipo de subsidio". Para Carrasco, uno de los resultados de esta crisis ha sido el empobrecimiento de las mujeres.

Invisibles en el mundo académico

¿Por qué las mujeres empiezan siendo mayoría en los grados universitarios pero después son una minoría en las posiciones superiores o directivas en la docencia? ¿Cómo es que solo el 21% de las cátedras están dirigidas por mujeres y que solo un 25% de las investigaciones universitarias están pilotadas por mujeres? Para Carrasco, "estamos viviendo un tipo de espejismo hacia la igualdad del hombre y la mujer". Parece que se ha avanzado mucho, pero "el tiempo por si solo o una serie de políticas bienintencionadas no garantizan que esta igualdad se esté consiguiendo".

Silvia Carrasco: "Estamos viviendo un tipo de espejismo hacia la igualdad del hombre y la mujer"

Según Carrasco, la producción académica por parte de hombres con cargas familiares se ha multiplicado recientemente, mientras que la de mujeres en la misma situación familiar ha disminuido notablemente. La profesora universitaria señala una praxis que está sucediendo en el mundo de la docencia hacia los permisos de maternidad y paternidad, que se reproduce también en otros sectores laborales. Acusa que muchos de sus colegas hombres han aprovechado la baja de paternidad para escribir libros académicos. "No conozco, en cambio, ninguna colega mujer que no haya intentado sobrevivir despierta dando clases".

¿Y en el mundo de la cultura?

Carme Portaceli es directora artística del Teatre Nacional de Catalunya y dirigió también el Teatro Español. De hecho, es la primera mujer que asume la dirección del TNC en toda su historia. Ella, como persona destacada del sector cultural, señala también esta invisibilidad en el mundo artístico: en el teatro, en la ópera, en el cine, en las bibliotecas, y un largo etcétera de espacios donde los hombres tienen muchas más posibilidades en su trayectoria profesional que las mujeres. De hecho, según Macarena Baena, responsable de Efeminista, de la Agencia EFE, "el porcentaje de mujeres en posición de liderazgo en estos sectores pocas veces supera el 20%. En cambio, en escalas más bajas, las mujeres superan el 50%".

El porcentaje de mujeres en posición de liderazgo en sectores artísticos pocas veces supera el 20%, según Macarena Baena (Efeminista)

"¿Cómo no ser invisibles si no estamos ni en los libros de historia? No están las pintoras del barroco, no están las mujeres que lucharon por la democracia y la libertad de este país. Si los editores creen que las historias de mujeres no interesan, ¿cómo no ser invisibles?", reflexiona Portaceli.

Traca de cifras alarmantes

Los datos son una manera de visibilitzar esta desigualdad. Por lo tanto, aunque cada una de estas cifras sería digna de protagonizar un análisis profundo, enciendo una última traca de cifras en honor a estas mujeres invisibles: en España se denuncia una violación cada cinco horas; también en España, muere una mujer por violencia machista o de género cada seis días; solo el 16% de los rectorados están ocupados por mujeres; la cifra de mujeres directivas en España se sitúa en el 34%.

En el mundo, las mujeres ganan solo 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres haciendo el mismo trabajo

En el ámbito mundial, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, las mujeres ganan solo 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres haciendo el mismo trabajo; una de cada tres mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual; las mujeres representan solo el 13% de los propietarios de suelo; en todo el mundo, casi 750 millones de mujeres y niñas vivas hoy se casaron antes de cumplir 18 años; solo el 24% de todos los parlamentarios nacionales eran mujeres en noviembre de 2018.