Qué diferencia el 'crowdfunding' del 'communityfunding'?

Cuando hablamos de crowdfunding acostumbramos a tener una idea un poco sesgada de cómo funciona el proceso de recogida de fondo. Pensamos que una multitud de desconocidos (el crowd) se enamorará de nuestra idea y apoyará a nuestro proyecto de manera casi automática sólo por su originalidad. Aun así, la realidad es bien diferente.

Porque una campaña de crowdfunding funcione, necesitamos movilizar primero nuestro entorno más cercano (la comunidad) y que la campaña coja tracción por, en una segunda fase, llegar además gente y conseguir el objetivo de financiación.

Communityfunding antes de que crowdfunding

Las primeras personas que apoyarán a nuestra campaña son aquellas que nos conocen y conocen nuestro proyecto: familiares, amigos y seguidores. Gracias a ellos, conseguiremos buena parte de los fondos necesarios o, en algunos casos, incluso el 100% del objetivo de recaudación.

Una vez nuestra campaña ha conseguido acumular las primeras aportaciones, es el momento de comunicar el proyecto a los amigos de los amigos y, así, abrir el círculo de confianza a personas que no conocemos directamente pero con las cuales compartimos algún vínculo.

Únicamente cuando la campaña sea un éxito y haya recaudado gran parte del objetivo de financiación conseguiremos proyectar la confianza suficiente como para atraer inversores ajenos a nuestro entorno que puedan tener interés en nuestra idea.

Por supuesto, no todas las campañas de crowdfunding funcionan igual y, a veces, gracias a una buena estrategia de comunicación y la potencia de una idea innovadora se puede llegar a lograr el objetivo de financiación. Incluso, llegar a superarlo, en buena parte, gracias a aportaciones externas. Pero, en general, el proceso es mucho más sencillo si, durante los primeros días de campaña, hemos conseguido activar "los primeros círculos".

Como evaluar el potencial de nuestra comunidad

Antes de realizar una campaña de crowdfunding y de marcar un objetivo de financiación, es importante reflexionar alrededor de la fuerza que tiene nuestra comunidad y que hará posible arrastrar, o no, la multitud más adelante.

Para lo cual, una forma muy simple y visual de evaluar la comunidad es contabilizar todos nuestros seguidores en las redes sociales y tener en cuenta que, aproximadamente, sólo un 5% participará en la campaña. Con esto, sumado al hecho que la participación mediana es de entre 20 y 50 euros, podemos hacernos una idea bastante precisa de sí seremos capaces de lograr el éxito.

En todos los casos, antes de lanzar una campaña de crowdfunding habremos cultivar una comunidad rica y después recoger sus frutos.