EL LABERINTO DEL PODER
Borja Prado, el epicentro de la telaraña castellana
Estos son los círculos profesionales y de amistad el nuevo presidente de Mediaset a España
Hace pocos días supimos que el grupo italiano Mediaset (Telecinco, Cuatro) ha nombrado a Borja Prado Eulate (Madrid, 1956) como presidente ejecutivo de su filial española. Sustituye en el cargo a Alejandro Echevarría Busquet, que había sido presidente de la empresa audiovisual desde 1996. De entrada, para evitar confusiones debemos precisar que este Echevarría no está -ni tiene nada que ver- con Alejandro Echevarría Arévalo amigo y ex-cuñado de Joan Laporta Estruch. El Alejandro Echevarría catalán es el hijo de un personaje central del poder en el país, Juan Echevarría Puig, que fue presidente de Fecsa, de Nissan Motor Ibérica y de Mutua Universal. Por su parte, el de Mediaset forma parte de la familia vasca que históricamente ha controlado la firma de medios Grupo Correo, más tarde transformada en Vocento, y que a través de estas sociedades ha sido desde hace muchos años accionista de Mediaset (inicialmente sólo de Telecinco). Del Grupo Correo hablamos en el artículo sobre la prensa escrita publicado en abril del año pasado.
Volvemos a Borja Prado. Como decíamos, acaba de estrenar el cargo de presidente de uno de los dos grandes grupos audiovisuales del Estado, pero probablemente muchos lectores le conozcan por su cargo anterior, dado que fue presidente de Endesa, una de las grandes compañías del sector de las energías. El cargo lo ocupó entre 2010 y 2019. ¿Qué tienen en común una compañía eléctrica y un holding de canales de televisión? Que ambos son de capital italiano, y esto, en el caso de Prado, es muy importante, como veremos más adelante.
Supuesto descendiente de Cristóbal Colón, hijo del administrador privado del rey Juan Carlos y de la marquesa de Zuya
¿Pero quién es realmente Borja Prado? Para poder entender su peso y sus influencias en las élites castellanas debemos desplegar sus apellidos familiares: su padre fue Manuel Prado y Colón de Carvajal, conocido por ser “administrador privado del Rey Juan Carlos I”, lo que a menudo se resume bajo la palabra "testaferro". Además, el apellido materno de Manuel Prado nos indica que era descendiente directo del almirante Cristóbal Colón, una circunstancia que proporciona un caché difícil de igualar en tierras castellanas. La madre de Borja Prado es Paloma Eulate y Aznar, V marquesa de Zuya, procedente de la burguesía de Neguri. En su linaje aparecen apellidos tan ilustres como de la Sota o Martínez de Irujo. Al pequeño Borja le llevaron a escuelas del Opus Dei (Retamar) y de la realeza (Santa María de Los Rosales) y finalizó su formación universitaria en Estados Unidos. Allí debutó en el mundo laboral, y no estuvo en cualquier sitio, sino que su primer trabajo fue en Philbro, una gran firma de intermediación de materias primas (petróleo, gas, metales, productos agrícolas, etc.). De regreso a España, y como corresponde a alguien de su linaje, ocupó varios cargos relevantes en la banca de negocios internacional, sucesivamente en UBS, Rothschild y Lazard. Más tarde todavía presidió en la península y Latinoamérica la firma italiana de banca de inversión Mediobanca. Antes hemos visto como sus trabajos posteriores fueron en empresas de capital italiano (Endesa, Mediaset), y es que sus relaciones con los transalpinos son profundas. Incluso se dice que es amigo íntimo de Silvio Berlusconi.
Uno de los principales aliados es Florentino Pérez, con el que ha colaborado en el intento de compra de Autostrade y en el de la creación de la Súperliga
En el Estado, uno de los principales aliados de Prado es Florentino Pérez Rodríguez (presidente del Real Madrid y de la constructora ACS), con quien ha colaborado en el intento de compra de Autostrade (las autopistas italianas) y en la constitución de la célebre Súperliga, esto último a través de Key Capital Partners, la firma financiera de la que hasta hace poco Prado era accionista y directivo. De hecho, durante cierto tiempo el administrador único de la Súperliga (formalmente A22 Sport Management) fue Rodrigo Marín García-Manso, que trabajaba para Key Capital Partners. Esto hasta hace unos días, porque poco antes de Navidad se hizo público su fichaje precisamente por el Real Madrid. La telaraña castellana se cierra sobre sí misma y genera subproductos como esta competición de fútbol con vocación de panacea; mientras, por ahí deambulan un hambriento FC Barcelona, que busca poner la mano como sea, y un despistado Andrea Agnelli, generalísimo de la Juventus de Turín.
En 2015 Prado fundó una gestora de fondos de capital riesgo (fondos que invierten mayoritariamente en empresas no cotizadas en bolsa) bautizado como Península Capital y que tiene una pata en Luxemburgo (dirigida por el propio Prado) y otra en Londres. En la nómina de trabajadores encontramos personajes como Carlos Cortina Lapique (hijo de Alfonso Cortina Alcocer, presidente de Repsol y hermano de uno de los albertos), Javier Prado Benítez (hijo del propio Borja Prado), Jean Sarkozy de Nagy-Bocsa (hijo del ex-presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy) o Javier de la Rica Aranguren (marido de Blanca Entrecanales Domecq, que pertenece a una de las estirpes más poderosas del Estado). Esta lista es una pequeña muestra de la endogamia que existe en el mundo de la gestión de patrimonios y de la banca negocios, donde parece que sin tener apellidos de renombre es imposible hacerse un hueco en el mercado. En cualquier caso, observando esta realidad es fácil preguntarse si existe alguna ley que obligue a que linaje y talento vayan de la mano; de lo contrario, podría ser que nos encontráramos ante un caso flagrante de ineficiencia del mercado. Ya nos entendemos.
Preside el capítulo español de la Comisión Trilateral, donde coincide con Jaime Castellanos, Javier Faus, Manuel Falcó o Cristina Garmendia
Fuera del mundo de los negocios, Prado es el presidente del capítulo español de la Comisión Trilateral, un think tank fundado por David Rockefeller y que a menudo aparece las teorías de la conspiración que tratan sobre quienes mueven los hilos del poder mundial. Algunos ciudadanos del Estado que forman parte de este club tan elitista son Jaime Castellanos Borrego (Willis, Lazard, Vocento, Acciona, Casbega y cuñado del difunto banquero Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos), Javier Faus Santasusana (Garrigues, Cuatrecasas, FC Barcelona, Meridia Capital Partners, Real Club de Tenis Barcelona), Manuel Falcó y Girod (Marqués de Castel-Mocayo, hijo de Carlos Falcó -marqués de Griñón-, Citigroup), Cristina Garmendia Mendizábal (ex-ministra de Ciencia e Innovación, Gas Natural Fenosa, Caixabank) e Ignacio Garralda Ruiz de Velasco (AB Asesores, Mutua Madrileña, Caixabank), entre otros.
Y para darle un acento español a todo ello, hay que añadir que Borja Prado es propietario de una explotación ganadera de toros toros (Torrealta) que gestiona su hija, a la vez que es un gran aficionado a lo que llaman “la lidia ”.
Que telarañas existen en todas partes es un hecho; que las telarañas son más densas e imbricadas conforme bajamos de latitud en el mapamundi, también. Pero, sin duda, lo que destaca de la castellana respecto a la catalana es el peso de la sangre por encima de la industria, o en otras palabras, la importancia determinante que tienen algunas familias -como es el caso de los Colón de Carvajal que acabamos de ver - simplemente por su antigüedad sin que nunca hayan creado ningún negocio productivo. Por este mismo motivo les encaja tanto la industria financiera y más aún la de la banca de inversión, donde todo se fundamenta en recoger dinero a través de los contactos personales, para después invertirlo en negocios que han creado otras personas.