El fracaso de Whatsapp Status
Los vídeos de la aplicación, que se nutre de la agenda de contactos, quedan muy lejos del éxito que tienen Instagram o Snapchat
La diferencia entre las dos, aunque sutil, es importantísima. En el caso de Instagram y Snapchat, redes sociales puras, nosotros escogemos a quién seguir y quienes nos sigue. Y por lo tanto, mucho entre comillas, el alcance inmediato de aquello que publicamos es relativo y controlado. En cambio, Whatsapp, una aplicación de mensajería más similar a los antiguos SMS que a Facebook, se nutre de la libreta de direcciones del teléfono.
Cuánta gente tenéis en esta agenda? Y de cuántas épocas, trabajos, lugares y situaciones diferentes? Y el más importante de todo... sabéis quién os tiene a vosotros? Con la novedad del Whatsapp Status hemos visto aflorar cosas realmente sorpresivas: aquel antiguo proveedor de un trabajo anterior que cuelga una foto con su mujer, compañeros de escuela de los que hace años que no sabíamos nada que publican fotografías de bebés, o incluso la cara de alguien que tenías guardado como "???" y que no tienes ni idea de quién es.
Y todavía mejor, si se os ha acudido publicar algo a Whatsapp Status, es muy probable que hayáis recibido un mensaje de alguien que ni siquiera tenieu guardado a vuestra agenda preguntando que tal va la vida. Todo ello, bastante triste.
Si sois usuarios de Whatsapp, ya habréis visto que los nuevos Status van por el camino de convertirse en un desierto. Un par o tres de actualizaciones al día que, con suerte, son siempre del mismo contacto que lo cuelga todo en todas partes.
Una red social es una red social, y una aplicación de mensajería tendría que ser una aplicación de mensajería. Cómo muy acertadamente me dijo el Aiats Agustí, redactor de esta casa, cuando le pasé el título de este artículo, "a este paso, incluso el Excel tendrá Stories". Y si no, tiempo al tiempo.