Prima-Derm, cosmética a medida
La empresa de Gavà crea el primer suero antienvelliment personalizado para cada usuario, a partir del estudio de su ADN; un tratamiento que cuesta unos 800 euros y que representa el 10% de la facturación total de la compañía
Prima-Derm se fundó en 2008 por los investigadores Antoni Parente y José María García-Anton, que antes habían creado, en 1987, la empresa Lipotec, responsable del desarrollo de productos con acción botox, como la Span-8, que vendieron en 2012 al grupo nordamericà Lubrizol. Esta espín off nació bajo el paraguas de Barcelona Activa y sus responsables destacan el esfuerzo que se hicieron desde los inicios para invertir en R D Y ,una inversión que ha estado de cerca del 20% de la facturación de la empresa.
Predisposición genética
La marca, en colaboración con un equipo de investigadores del Parque de Investigación de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), ha llevado a cabo un estudio que ha permitido localizar hasta 35 variaciones genéticas clave que predisponen la piel a envejecer de manera prematura. "Así podemos saber como se desarrollará la piel, su respuesta y su proceso de envejecimiento de forma que podemos personalizar el suero por cada individuo, en función de sus características y su susceptibilidad genética", explica Pascual.
Para elaborar la crema también se tienen que tener en cuenta aspectos como por ejemplo las costumbres de cada persona y los biomarcadors cutáneos que tiene en cuenta el código genético de cada uno. El resultado es una solución cosmética única y personalizada en función del estudio genético de cada persona, que tiene un coste de unos 800 euros.
Tres líneas de negocio
Prima-Derm dispone actualmente de tres líneas de productos: las dirigidas a farmacias (Singula-Derm), las de gran consumo (Skin Method) y One Gen, la innovadora cosmética personalizada que están introduciendo desde hace un año con la colaboración de 200 farmacias de todo el Estado y que representa el 10% de la facturación total de la compañía.
La empresa ha estrenado recientemente su sede en el parque industrial de Gavà, donde ocupa una superficie de 600 metros cuadrados de oficinas y 2.100 metros cuadrados de almacén. El año pasado Delgada-Derm facturó 10 millones de euros, "el 90% al mercado nacional y el 10% al mercado internacional", explica Pascual, que reconoce que el reto ahora es crecer e internacionalizarse.
La marca está ya presente en Alemania, Austria, Holanda y Francia y ahora quiere llegar también al mercado asiático, fundamentalmente en países como Singapur o Japón, donde hay mucha tradición de la cura exhaustiva de la piel. Brasil, Chile y México son países que también están en su punto de mira de la empresa.