Robótica
Robelf, nuevo vigilante al Mobile
La empresa de Taiwán Robotelf Technologies presenta un androide social que puede hacer llamadas y avisar por el móvil si entran ladrones a casa
La taiwanesa Robotelf Technologies ha presentado Robelf, su nuevo robot guardián del hogar, al Mobile World Congress (WMC). Pensado como un androide para proteger la casa mediante guardias de vigilancia y sensores de voz, visión y posición, su tecnología de reconocimiento facial le permite detectar la presencia de extraños en el interior de la vivienda y brindar información en tiempo real a sus amos intermediando alertas a su teléfono móvil.
Robelf es uno de los proyectos que llega a Barcelona de la mano del Taiwán External Trade Development Council, la organización de promoción comercial sin gubernamental, y sin ánimo de lucro, más importante de Taiwán.
Robelf obedece órdenes y reconoce desde qué lado le están hablando, gira su cabeza hacia la dirección desde donde proviene la voz. Es un androide social, puesto que puede hablar, explicar historias, hacer llamadas, informar de las últimas noticias, enseñar o incluso hacer chistes.
Posee habilidades de enseñanza, lo cual le permite enseñar varias materias a niños y adultos. Para interactuar con él solamente es necesario llamarle por su nombre o tocar su pantalla. También es posible controlarlo a través de la aplicación móvil para iOS y Android.
Robelf para controlar la internet de las cosas
Aun así, Robelf permite sincronizar todos los dispositivos conectados en el hogar y controlarlos. El robot actúa como un puente de comunicación entre el usuario y los aparatos domésticos conectados a internet, de forma que estos últimos puedan ser controlados a través de él mediante comandos de voz.
En cuanto a su conectividad, está equipado con tecnología inalámbrica Wi-Fin y bluetooth, lo cual le permite integrarse con las instalaciones domóticas del hogar. Posee una pantalla táctil de 1280 x 800, una cámara de cinco megapíxels, cuatro micrófonos, cuatro sensores de ultrasonidos y tres infrarrojos que le permiten sortear los obstáculos al desplazarse y percibir hasta el más mínimo movimiento a su alrededor.
Además, mide 85 centímetros y pesa 7 kilos. Tiene una autonomía máxima de 7 horas y cuando el nivel de batería baja al 20% el robot vuelve a su base de forma automática para cargarse.