Apple: 40 años de más por menos
"Menos es más". Es una cita que se puede aplicar al diseño, a la música, a la política o a una dieta y siempre queda bien. A pesar de que aparece por primera vez en un poema de Robert Browning del 1855, la más conocida es la del arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe del 1947 referida al diseño y la arquitectura. Por Mies, los elementos de un espacio se tienen que disponer de forma que den la impresión de máxima simplicidad por quien se encuentra. Si vais al pabellón homónimo en Montjuic haréis una inmersión al menos es más.
Posteriormente el ingeniero, arquitecto y visionario norteamericano Buckimnster Fuller lo evolucionó a "Hacer más con menos". Fuller lo trajo a la práctica con sus cúpulas geodésicas basadas en la simple forma del triángulo con el resultado que una de estas estructuras puede sostener su propio peso sin ayuda de ninguna otra. Si habéis sido al Teatro Museo Dalí de Figueres habéis estado dentro de una de estas estructuras.
Otra iteración de la célebre cita es la del diseñador industrial alemán Dieter Ramos –cabe de diseño de Braun la segunda mitad del siglo XX– que la transformó en "Menos pero mejor" como resumen de sus 10 principios del buen diseño. Si nunca habéis tenido un producto de la marca Braun de la época habréis experimentado como el minimalismo muy aplicado hace mejor los productos. Los productos diseñados por Ramos a los 60 y a los 70 del siglo pasado son ahora en museos y están considerados iconos del diseño. Si no habéis conservado el transistor o la licuadora de la yaya es difícil que tengáis un a mano.
Pero el que sí que veis más a menudo son los productos de Apple (un 31% de los que leéis VÍA Emprendida estáis leyendo este artículo). Minoritarios un tiempo y omnipresentes hoy son la última iteración del "Menos es más". Y esto va mucho más allá del diseño visual de sus productos. En palabras del fundador de Apple Steve Jobs, "el diseño no es sólo el aspecto y la percepción un producto. El diseño es como funciona". Si nos fijamos en los "menos" de la marca a lo largo de estos 40 años de historia lo comprobaremos.
Al 1998 Steve Jobs decide que el disquete era una tecnología arcaica y en medio de muchas críticas decide tirar la iMac G3 sin disquetera; el CD ROMO era el futuro. El futuro duró hasta el 2012 cuando Apple decide lanzar sus últimos macs sin CD ROMO con las mismas críticas iniciales y el mismo éxito final.
Un "menos" que cambió una industria es lo del teclado del iPhone. Todavía recuerdo los ejecutivos de Nokia diciendo que vender móviles no era el mismo que vender ordenadores; y a los de RIM –BlackBerry– diciendo que nadie quería un móvil sin teclado. Pues bien, Apple lo sacó. Cómo nadie, Steve Jobs supo ver que el móvil –que siempre traemos encima– sirve para trabajar unos ratos y para divertirse otras y que la mayor parte del tiempo el teclado era inútil. Al final resultó que el negocio no era vender móviles, sino ordenadores de bolsillo.
Y a pesar de que la lista podría ser muy larga, uno de los últimos ejemplos de "menos" de Apple sería el de las cajas de software. Antes de las tiendas de aplicaciones como la App Store, el software llegaba en disquetes o CD ROMO dentro de una caja llena, básicamente, de aire. Aquellas estanterías llenas de cajas –del DOS, Windows, Office y de los pocos programas que comprábamos– desaparecieron. Apple no inventó la distribución de software en linea pero sí que nos ha puesto a todos una tienda al bolsillo y compramos más software que nunca.
A Apple y a sus 40 años le debemos de mucho por todo el que nos ha dado –vendido– pero también por el que nos ha sacado. Su gran acierto ha sido encontrar la fórmula para cobrar más por menos, y esto vale mucho.
Nota final: si odiáis Apple y todo el que representa podéis cambiar el título del artículo de "Apple: 40 años de más por menos" a "Apple: 40 años de menos por más" y volverlo a leer.