Cinco lecciones de vida empresarial
Después de más de 20 años trabajando con empresas de más de 50 sectores distintos, he aprendido cinco lecciones que toda empresa debería tener presente para crecer, prosperar y dejar un legado duradero. Son estas:
Primera. La mejor estrategia es la que se aplica. En realidad, como el médico que fuma, sabemos qué hacer y cómo hacerlo, pero, sin embargo, no lo hacemos. ¿Por qué? Por ejemplo, si para mantenerme en forma quiero crear el hábito de nadar mil metros cada día, puedo esperarme a tener el tiempo y el equipamiento para hacerlo o puedo salir cada día a nadar trescientos, y ya iré ampliándolos cuando pueda. ¿Qué crees que es mejor para mi cuerpo? La mejor estrategia es la que se aplica.
Segunda. Los valores, si no se comparten, no son valores. Si llamara mañana a tu empresa pidiendo por los valores de esta, ¿qué crees que me responderían? ¿Seguro? Y si fuera un cliente suyo, ¿me atenderían siguiendo estos valores? ¿Seguro? Si la respuesta a estas preguntas no es un SÍ rotundo, ponte a trabajar.
En lugar de pensar que te falta personal, quizá deberías pensar si te falta organización
Tercera. No necesitas más gente. En lugar de pensar que te falta personal, quizá deberías pensar si te falta organización. Cubrir una mala organización con más personas es actuar sobre el síntomo en lugar de sobre la causa. Antes de contratar a más gente, piensa en si de verdad necesitas o puedes mejorar los procesos del negocio para hacerlos más eficientes y, por tanto, más rentables.
Cuarta. Si no calculas el ROI de todo lo que hagas puede que estés perdiendo dinero y fuerzas. ¿De dónde vienen la mayoría de tus clientes? ¿Cuántos sistemas tienes escritos para promoverlo? A menudo dedicamos muchos recursos a estrategias de dudoso retorno mientras dejamos a un lado aquellas que nos aportan la mayoría del negocio. Por ejemplo, si es como la mayoría de las empresas que conozco, tus clientes vendrán principalmente de las referencias pero, aun así, seguro que dediques más esfuerzos al marketing digital que a llamar a los clientes y pedirles que les presenten alguien. ¿Me equivoco?
Quinta. Si miras al pasado y piensas que podrías haberlo hecho diferente, tienes razón. Por tanto, piensa en el futuro, ahora que todavía no estás, y actúa en consecuencia. ¿Cuáles son los tres principales retos que afrontará tu sector en los próximos años? ¿Qué deberías estar haciendo ahora mismo para afrontarlos con garantías?
Si sois como la mayoría de las empresas que conozco, vuestros clientes vendrán principalmente de las referencias pero, aun así, seguro que dedicáis más esfuerzos al marketing digital
Dice Carl Richards que "el riesgo es todo lo que queda después de haber pensado en todo". Esto significa que el riesgo no puede eliminarse pero sí minimizarse. Con el éxito ocurre algo parecido: no se puede garantizar, pero sí promover. Y estas cinco lecciones son las que he visto funcionar en empresas de todo el mundo para promover un éxito rentable y duradero.