Cultura se escribe con K
He empezado hablando de Cultura y no querría perder el hilo con informaciones laterales, aunque relacionadas. Cada día más vamos malogrando el que denominábamos cultura de país. Los pesebres navideños van desapareciendo de las prioridades a las casas de las familias y en plazas y edificios de administraciones públicas son sustituidos por el ajeno abeto de alta montaña. El Tió y los Reyes, como satisfactorios de las ilusiones y deseos de los niños, por el Padre Noel, grassonet y vestido de rojo, el invento del dibujante Habdon Sundblom, el 1931, para una campaña publicitaria de una conocida marca de refrescos a base de pegamento, con marca del mismo color rojo.
Nada que ver con el original Santo Nicolau, Obispo de Myra (siglo III) que, vestido con los atributos de obispo, es decir mitra y capa pluvial, ha sido y está, desde el siglo IV, reverenciat por varios pueblos, inicialmente de la mediterránea como Turquía, donde nació, o Italia dónde son sus despojos, y después extendió su ámbito de influencia en Rusia, Alemania, Austria, Bélgica, Holanda, etc., y que trae juguetes a los niños el 6 de diciembre.
Igual camino están tomando otras tradiciones como la castanyada y los panellets de Todos Sants, sustituidos por una ajena fiesta de Halloween, día de las brujas, con calabazas vaciadas convertidas en farolas, disfraces de todo tipos, etc. En definitiva, la colonización más profunda que ha ido sustituyendo las habituales celebraciones religiosas por otras paganas de importación que no tienen nada que ver con las tradiciones y los valores del país.
Por si fuera poco, nos enteramos que el MNAC, Museo Nacional de Arte de Cataluña, el más importante a casa nuestra, ha pasado de un presupuesto de 20 millones de euros el 2008 a 13 millones de euros este año, de los cuales más de 12 millones de euros ya se van en gasto general. El MNAC guarece la colección de pintura románica más importante del mundo, así como una brillante representación de la obra de los más relevantes artistas del modernismo catalán, entre otros importantes activos.
Creo que es absolutamente prioritario, desde un punto de vista de supervivencia cultural, tomarse con seriedad y rigorositat la situación a la cual hemos llegado, para aplicar las medidas adecuadas para enderezar la tendencia anul·ladora que traemos. No justo es decir que no hay dinero, porque están. El importante es donde y cómo se gastan los existentes. Sólo el hombre culto es libre (Epicteto, siglo Y).