Directivos mentirosos
Cuando un directivo engaña puede provocar pérdidas muy importantes a la empresa, a sus accionistas y trabajadores y a otras muchas partes interesadas. Por eso, es relevante estar atentos a señales que nos pueden avisar de posibles engaños. De señales hay de muchos tipos, pero me referiré a los que están relacionados con el lenguaje utilizado por los directivos, tanto el lenguaje no verbal como el lenguaje verbal. Las siguientes señales proceden de investigaciones en las cuales se ha analizado las diferencias que hay en el lenguaje de los directivos que han engañado y de los que no han engañado. Los primeros están relacionados con escándalos financieros y contables:
Lenguaje no verbal:
- Poca naturalidad. Se cambia la cabeza de posición muy rápidamente al responder preguntas, o bien demasiadas rigidez.
- Respiran más profundamente.
- Se tocan la boca cuando hablan.
- Protegen instintivamente partes vulnerables de su cuerpo (cuello, ninguno, abdomen...).
- Mueven los pies, es una señal que quieren marchar.
- Los cuesta hablar, porque la situación de estrés hace que su sistema nervioso segregue menos saliva.
- Miran más fijamente del normal su interlocutor. Sobre esta señal, otros expertos indican que los mentirosos evitan mirar los ojos de su interlocutor.
- Tienden a señalar más con el dedo.
- Imagen de relajación cuando la exposición cambia a un tema menos comprometido.
Lenguaje verbal:
- Dan un exceso de información que no es requerida.
- Usan palabras más superlativas, por ejemplo, "fantástico" o "impresionando" en lugar de "bien".
- Cuando se pregunta sobre el beneficio que ha generado la empresa, en lugar de hablar del beneficio neto se habla de márgenes intermedios (tipos EBITDA, cash flow o similares).
- Usan más palabras malsonantes, insultos ... Sobre todo cuando los hacen preguntas comprometidas.
- Repiten palabras o frases, quizás para ganar tiempos para comprobar que el que dicen es del todo coherente.
Correspondencia entre lenguaje verbal y no verbal:
- La comunicación verbal no es coherente con la comunicación no verbal (gestos, mirada...).
En definitiva, si nos fijamos en el lenguaje, podemos detectar señales que nos avisan que quizás nos están engañando. La existencia de señales como los mencionados no quieren decir con toda seguridad que haya engaño, pero se trata de señales de alerta que conviene tener en cuenta para evitar problemas antes de que sea demasiado tarde.