¿Soñarán los robots con enciclopedias eléctricas?
Os acordáis de cuando maestros, periodistas y expertos nos decían que Viquipèdia no era fiable? Yo tampoco. Y ya no lo recordamos porque de esto ya hace veinte años. La Viquipèdia en catalán ha cumplido veinte años; se creó un 16 de marzo del 2000 y fue la segunda del mundo en tener artículos después de la versión en inglés. Durante dos meses fue la única viquipèdia de habla no-inglesa con contenido (fuente: Viquipèdia).
Y es que los últimos veinte años nos hemos hecho mayores con la Viquipèdia y la Viquipèdia se ha hecho gmayor con nosotros, con nuestras ediciones. Recordamos aquel adagio que decía: "Hasta hoy las enciclopedias nos enseñaban como era el mundo, con la Viquipèdia somos nosotros quien enseñamos cómo es el mundo a la enciclopedia". En este tiempo, la enciclopedia abierta ha pasado de ser un sitio web de consulta a ser un momento de nuestro día, de ser un web de referencia a ser un referente. Todos la usamos y su reputación hoy no se discute, más bien lo contrario; los maestros que la desaconsejaban, hoy la usan para preparar sus clases; los periodistas que la criticaban, hoy la consultan para documentar sus artículos (algunos incluso son viquipedistas); y los expertos que la despreciaban hoy la citan en todas sus charlas.
La enciclopedia abierta ha pasado de ser un sitio web de consulta a ser un momento de nuestro día, de ser un web de referencia a ser un referente
Pero no pequemos de boomers y abramos el foco. La generación actual de universitarios no entendería el aprendizaje y la difusión del conocimiento sin la Viquipèdia. No sólo ellos —y su expediente académico— han crecido con ella sino que no han vivido nunca sin ella. Cuando nacieron ya estaba; para los centennials, enciclopedia y Viquipèdia son sinónimos. Y esta generación, además de ser la gran beneficiaria del corpus de conocimiento más grande nunca compilado (55 millones de artículos en 317 idiomas, 673.926 en catalán), son también la Masia de la Viquipèdia: el conocimiento que extraigan, el que adquieran en su recorrido académico y el que sumen de su recorrido vital es el que conformará la Viquipèdia del futuro. Y esto es muy importante, sobre todo si abrimos todavía más el foco y dejamos de ser carbonocéntricos.
Lo explica a menudo Àlex Hinojo, activista cultural, destacado viquipedista e inspirador del título de este artículo: Escribimos para los humanos de hoy pero también para los robots de mañana. Los asistentes de voz, los móviles y los coches inteligentes toman decisiones en base al conocimiento que sacan de la Viquipèdia. Cuando les hacemos una pregunta, recurren a Viquipèdia; si los datos no están muy estructurados, o bien la información es de poca calidad, la respuesta que recibiremos será defectuosa y nos dificultará la toma de decisiones. O peor todavía, si la información contenida en Viquipèdia es sesgada, parcial, incompleta o directamente falsa también lo será nuestra percepción del mundo.
Si la información contenida en Viquipèdia es sesgada, parcial, incompleta o directamente falsa también lo será nuestra percepción del mundo
En el mundo hay unos 19.000 millones de asistentes de voz, contando móviles, asistentes, relojes inteligentes, ordenadores y automóviles. Todos dependen de Viquipèdia a la hora de tomar decisiones y la visión que tienen del mundo es la que entre todos les ofrecemos vía Viquipèdia. Si aquí sumamos los algoritmos de aprendizaje máquina y los sistemas de IA que crean modelos del mundo a partir del que "leen" en Viquipèdia nos daremos cuenta de la importancia presente y futura del proyecto.
Y ahora nos podemos poner todos a correr en círculo como pollos esperando que vengan los robots y nos dominen con la información del mundo que les hemos suministrado, o bien podemos entrar en Viquipèdia, añadir contenidos, hacer correcciones de artículos, participar en discusiones o hacer una donación para crear un futuro mejor palabra a palabra.