La importancia de leerse los contratos
Con los contratos que rigen nuestras inversiones, a pesar de que también pueden estar sujetas a una cierta campaña por parte de los inversores, la situación es bastante más delicada. Los tenemos que leer y los tenemos que entender, antes de firmar.
Aun así es muy difícil saber cuando un inversor es consciente de sus capacidades como inversor y que quede prueba fehaciente que conoce los límites, riesgos y capacidades de actuación si alguna inversión no funciona. Parece ser que a la CNMV tienen la intención de hacer escribir a los inversores una frase parecida al fumar mata de los tabacos, ya veremos la redacción exacta.
No estoy segura que sea lo más adecuado! No obstante, creo que hay redacciones y redacciones. Hay empresas que intentan redactar para ser entendidas, otros para ser opacas. Hay empresas que facilitan encontrar los contratos en su página web, otros que tienen contratos tan personales que son difíciles de conocer con antelación.
John Kay ya argumenta que los grandes choques se dan cuando hay intereses contrapuestos: mi ganancia es tu pérdida. En estos casos es imprescindible leerse los contactos, discutirlos, pensar algunos días. Pero cuando las relaciones son estables, con voluntad de replicar la operación muchas veces, la redacción exacta deja de ser tan importante.
Básicamente, Kay opina que es muy importante el consenso en casi todos los contratos y que, por más que nos esforzamos, siempre habrá casos con buenas redacciones y malas prácticas.