Establecimientos con alma
Que hace que unos establecimientos aporten un valor único respecto a otros? Hay establecimientos que te enamoran de tal manera que te trasladan a un estado emocional de satisfacción donde te gustaría permanecer de por vida. Son los que yo denomino establecimientos con alma, con sentimiento, que entregan al cliente su corazón. Cuando en tu profesión te entregas con pasión y tu única misión simplemente es trasladar e influenciar tu amor hacia el cliente, esto se nota desde la entrada del establecimiento. Este sentimiento lo podemos compartir tanto en las tiendas como en los restaurantes.
"Los establecimientos con alma, con sentimiento, son aquellos que entregan al cliente su corazón"
Personalmente me gusta comparar el alma de un negocio con el alma de tu propia casa. Cuando invitamos a casa a amigos o personas queridas, nuestra misión es trasladarles no sólo buena impresión, sino que se sientan a gusto, en un entorno cálido. Es cuando empiezan nuestros por qué, una pregunta que nos ayudará a construir lugares con alma.
Por qué queremos invitar a estas personas? Por qué queremos hacerles disfrutar? Por qué queremos que coman bien? Por qué queremos que les guste nuestra casa? Por qué queremos que estén a gusto? Por qué queremos que vuelvan? Y así podríamos seguir con algunos cuántos por qué más.
Una vez realizado este ejercicio, es cuando se activa el plan de acción que responderá a cada por qué. Por qué queremos invitar a estos amigos? Por qué los queremos, nos importan y queremos esforzarnos porque nos quieren y hacerles entender nuestro amor. Por qué queremos que coman bien? Por qué les gusta, entonces les preguntamos por sus gustos, sus intereses, sus platos preferidos. Nos interesamos para hacerlos disfrutar. Esto hará que trabajemos para ellos y de este modo minimizaremos el error. A la vez queremos causarles una buena impresión y ordenamos la casa más de la cuenta, ponemos algún attrezzo nuevo y tenemos cura de su aspecto, porque les guste nuestro hogar, mimándolo algo más que en nuestro día a día. Cuáles son los gustos de nuestros invitados, qué temas de conversación podemos tratar, qué música les gusta para ambientar... Nuestra misión es que entiendan que nuestro hogar tiene alma y les haga estar confortables.
En los establecimientos tendría que pasar exactamente lo mismo, y en algunos lo vives desde que cruzas la entrada. No quieres gustar a tus clientes? No quieres que conozcan tus gustos? Tu personalidad?
"Valoro mucho en los restaurantes como te cantan la carta, es una forma de venderte su establecimiento, el entusiasmo, la entonación, como te explican el origen de cada plato"
Valoro mucho en los restaurantes como te cantan la carta, es una forma de venderte su establecimiento, el entusiasmo, la entonación, como te explican el origen de cada plato. Es decir, el gran esfuerzo y la influencia que yace ya en sus ojos al enamorarte con su voz, visualizas cada plato con sus palabras y te hace más fácil su elección, su influencia es clave. Por el contrario, otros restaurantes te toman nota de lo que pone en la carta. Desaparece el alma, no hay sentimiento. Podríamos seguir por la carta, su papel, la mesa, como está puesta, sus cubiertos, la colocación de las mesas o el servicio de sala. En las tiendas podemos observar lo mismo, este esfuerzo por parte de todo el equipo para gustar a sus clientes. Las propuestas de producto, la decoración o el servicio. A veces te encuentras un establecimiento con una pizarra donde te piden que escribas alguna frase de tu experiencia en la tienda, con sentimiento sin un protocolo establecido, te explican su historia, del establecimiento, quieren gustarte.
Alguien puede rechazar este interés tan sincero? No se trata de conceptos de negocio, se trata de personas que buscan dar amor e influenciar con su alma a los clientes. Y este sentimiento es tan profundo que consigue llegar al fondo de cada persona, hasta el punto que sobrepasa el concepto de ser fan. Aquellos establecimientos que tienen este carisma, esta personalidad, son únicos, y tienen que ser perdurables en el tiempo, cosa que sólo es posible si las personas que trabajan conservan y comparten el alma del establecimiento.
Comparte tu corazón y personalidad con tu cliente y crea establecimientos con alma!