Mujer emprendedora e intraprenedora... La solución
Los ratis demuestran que todavía hay mucho trabajo parahacer , pues, en una sociedad madura como la nuestra, la mujer representa sólo un 17% de los miembros de los Consejos de Administración de las empresas. En el ámbito salarial también las mujeres sufren un gap del 19% respecto a los hombres. Y, por cada hombre que acabe trabajando a tiempo parcial, son cuatro las mujeres que lo tienen que hacer. Ratis que demuestran las diferencias notables entre hombres y mujeres respecto al mundo laboral.
La baja presencia de la mujer en el mundo de la empresa se puede interpretar pero, como una oportunidad, si consideramos la fuente de crecimiento de emprendeduría y de intraprenedoria que en el futuro puede representar la llegada a la paridad hombre-mujer en este ámbito.
El debate, tradicionalmente abordado en términos de justicia y equidad, para acceder a las mismas oportunidades y el mismo nivel de responsabilidad, entre hombres y mujeres, queda superado por la oportunidad que representa la mayor participación de la mujer en la economía, y el incremento del PIB que esto puede suponer.
Tenemos por adelantado una serie de vectores que tenderán a complicarnos más la situación. Por un lado la bajada del PIB como consecuencia de la caída de la población activa motivada por una población cada vez más envejecida. En Europa, se prevé una caída de un 2,2% de la población activa hasta el 2022 y de un 14% hasta el 2050. Por un otra banda las dificultades a las cuales se verá sometido el sistema de pensiones como consecuencia que menos población tendrá que mantener a una población creciente de pensionistas, que crece en número y en longevidad. Los 9 millones de jubilados actuales serán 15 en 2040, cuando se habrán jubilado los niños del baby boom.
La incorporación de la mujer al mercado laboral tiene consecuencias enormemente positivas, pues al incremento del PIB, y la compensación de la caída de la población activa, también podemos añadir que puede ser clave para salvar el sistema de pensiones. Ahora bien, también hay que apuntar que el progreso de las mujeres hacia cargos directivos o la idea de emprender un negocio topa con el problema que son actividades y niveles profesionales absolutamente absorbentes, también en tiempos; siendo esta una de las grandes dificultades porque la mujer se aboque en mayor medida al mundo de la empresa.
De las prácticamente seis horas que el hogar y la familia exigen, la mujer dedica prácticamente el doble de tiempo que el hombre (4 en frente a 2), y a pesar de que el hombre está dedicando un 20% más de tiempo que hace 10 años, la mujer sólo ha podido ganar 20 minutos al día y le quedaría todavía 1 hora para recortar hasta conseguir la igualdad. Sólo si este equilibrio mejora de forma notable, mejorarán las opciones de la mujer para incorporarse al mundo de la emprendeduría, o ascender a cargos directivos.
Con los razonamientos que estamos haciendo y con el dato que sólo el 34% de los autónomos son mujeres, podríamos concluir que, en paridad, el crecimiento global que se podría lograr con la incorporación de la mujer sería del 32%. No conocemos de momento ningún factor que por si suele soy capaz de propiciar un impulso tan grande de la economía como lo puede ser la incorporación de la mujer al mundo de la emprendeduría.
Así pues, la lucha por la paridad es algo que la sociedad tendría que asumir como necesario e imprescindible, pues la dinamización económica que comportaría sería capaz de compensar la caída de la población activa y el incremento del número de jubilados, siendo una fuente importantísima para garantizar el sistema de pensiones. Avalaría esta tesis, además, el hecho que la mujer, con un índice de formación más alto que el hombre, podría estar en condiciones de aportar un potencial de crecimiento todavía más grande.