Ingeniero y escritor

Pacto PSOE-Sumar, al populismo no se le combate con mentiras

31 de Octubre de 2023
Xavier Roig VIA Empresa

Que nuestras élites profesionales e intelectuales son delgadas lo demuestra el hecho de que, frente a un hecho trascendental cualquiera, tienden a la superficialidad. Unas veces porque quien expresa una opinión es delgado intelectualmente. ¿Se harían ustedes cruces de la cantidad de blufs que tiene el país; individuos que la opinión pública considera importantes y que, cuando los conoces, te das cuenta de la enorme tomadura de pelo que significan. Otras veces resulta que quien expresa la opinión está comprado -o lo está el medio en el que trabaja o participa. No son libres por el simple principio que asegura que aquel que tiene el culo alquilado no puede sentarse donde quiere.

 

Ahora mismo ha tenido lugar un acto de populismo de tamaño sideral. Uno más a los que nos tiene acostumbrados el señor Pedro Sánchez. Les hablo del acuerdo que, de paso, permitirá tener silla asegurada a los de Sumar. Y, específicamente, me refiero a la semana de 37 horas y media.

La reducción de jornada puede ser un arma útil. ¿Que la forma de hacerlo es la del pacto entre PSOE y Sumar? No

En contra del acuerdo se ha manifestado gente diversa. Las patronales tradicionales -me refiero a estas organizaciones gestionadas por gente que no es empresaria y que son financiadas por el gobierno español- se han posicionado en contra por lo de la cuota. Los sindicatos -formados por gente que no es trabajadora y que cobra también del gobierno español- se muestran favorables. Se trata de cubrir las apariencias para mostrar que son organizaciones útiles. Pero después hay toda una retahíla de individuos que se muestran a favor o en contra dependiendo de intereses que, como ya he dicho, siempre son personales: propios o de otro.

 

Lo primero que hay que decir: el populismo debe pagarse. En los últimos años los de Sumar -que en toda Europa son considerados de extrema izquierda excepto aquí, porque somos muy progresos- han ido haciendo la suya, cubriendo la imagen pretendidamente progresista del gobierno de coalición español. No se explica que todos estos caprichitos de la izquierda española, se pagan. Ya les hice partícipes de que España es el único estado grande que grava con impuestos las ayudas NextGen en el coche eléctrico, por ejemplo. Del dinero que viene de Bruselas, un trocito se le queda el estado, pero no se explica (ver el artículo Coches eléctricos: ¿qué nos está pasando?). Quiero decir que ya se arreglarán alguna para pagar los actos de populismo que ahora festejan.

Pero si nos centramos en las barbaridades que se han dicho para oponerse a una reducción de la jornada laboral, nos encontramos, como he dicho, con unos contrincantes que justifican al enemigo suyo. El nivel es bajísimo y pretendidos reputados articulistas aprovechan para decir animaladas como la altura de un campanario. Cogeré tres ejemplos de los que no llamaré la autoría para no crear mala marejada. Pero ustedes pueden encontrarlo publicado.

Las fake-news tienen nombres y apellidos y cobran por mentir de medios pretendidamente reputados. ¡Es que ni se molestan en leer las estadísticas de la OCDE ni de Eurostat!

Un columnista decía que era lógico el perjuicio que provocaba la reducción de jornada semanal. Y ponía el ejemplo de un camarero -¡sólo faltaría!-. Decía que si en 40 horas despacha a X clientes, es imposible que en 37,5 despache los mismos. ¿Inteligente no? Miren, cuando he frecuentado una cafetería en el extranjero he observado que el personal que trabaja por la mañana o entre semana no es el mismo que trabaja por la tarde o los fines de semana. Porque lo que no explica el articulista -que, por cierto, es profesor de una escuela de negocios- es que el problema está en el sector de la hostelería catalana. En su modelo de negocio y en la metástasis que sufre el sector. Vean el artículo Restauración: que alguien me lo explique, por favor publiqué aquí mismo.

Algunos, además, mienten. Por ejemplo, un columnista económico decía que desde que Francia adoptó las 35 horas semanales (año 2000), el país no crecía. ¿Lo miramos al por menor?

Crecimiento del PIB en % | Xavier Roig
Crecimiento del PIB en % | Xavier Roig

Otro crack escribió que, desde que se habían puesto en marcha las 35 horas semanales en Francia (en 2000) la productividad no había aumentado. Vuelva a mirarlo, porque resulta que no sólo no bajó, sino que aumentó al instaurarse la reducción (fíjense en el detalle de la gráfica).

Productivitat en $ per hora treballada | Cedida
Productividad en $ por hora trabajada | Cedida

Total que las fake-news tienen nombres y apellidos y cobran por mentir de medios pretendidamente reputados. ¡Es que ni se molestan en leer las estadísticas de la OCDE ni de Eurostat!

Personalmente, siempre me he mostrado alarmado de dos cosas que, si no se solucionan, acabarán con el país: bajos salarios y baja productividad. Y todo esto me lleva a pedir una reducción de jornada que, como expliqué en otro artículo (Ahora se podría empezar a reducir la jornada laboral) debería aprovecharse para redistribuir la riqueza y potenciar los sectores de alta productividad, al tiempo que se castiga a los sectores poco productivos. La reducción de jornada puede ser un arma útil. ¿Que la forma de hacerlo es la del pacto entre PSOE y Sumar? No. Ni sus objetivos son los míos. Pero a unos insensatos no se les combate mintiendo por puro interés personal o del dueño que te paga.