Ponts, no muros
Ambos países están separados por 3.200 Km. de fronteras. Por los 56 cruces fronterizos existentes pasan, diariamente, un millón de personas, mes de 400.000 coches y 15.000 camiones. Se la frontera mas transitada del mon, por donde se intercambian , cada día, mercancías por valor de mil millones de dólares.
Más de 1.200 km. de esta frontera, entre San Diego (California) y El Paso (Texas), están defendidos por muros, rejas y alambre espinoso. El resto, hasta los 3.200 Km., excepto algunos terrenos inhóspitos o de difícil construcción, se lo Rio Grande el que separa los países.
Al inicio de los 90's, el presidente Bush, padre, inició la construcción de los primeros 22'5 km. El 1994 Bill Clinton autorizó su reforzamiento . Y después de los atentados del 11 de septiembre, George W. Bush ,hijo, hizo aprobar por el Senado , el 17 de mayo de 2.006, ahora ha hecho 10 años, un gasto superior a los 2.000 millones de dólares para levantar 1.049'9 km. mes de muros. Se ocupan de su vigilancia mas de 23.000 agentes, y 800 equipos caninos. Y han perdido la vida mas de 10.000 personas intentando traspasarlo.
Según el estudio del profesor Dear, el 72% de los americanos que viven cerca de la frontera están en contra del muro. Sólo un 9% se a favor.
Posiblemente los americanos han olvidado uno de sus grandes mitos, John F. Kennedy que, el 25 de junio de 1963, con motivo de visitar Berlin para quejarse del levantamiento del muro por los rusos el 1961,pronunció su conocido discurso al Ayuntamiento, con la famosa frase de identificación con los que lo sufrían: "Ich bin ein berliner" (Zoco un berlinés).
A buen seguro que en otros lugares que tienen la carencia de humanidad de impedir la libre circulación de la gente, mediante la construcción de muros, mes haría falta que , sin caer en el bonisme carrincló y desestabilitzador, se crein puentes de entrada que permitan el flujo de personas y mercancías, con normas rigurosas, claras y posibles de cumplir.
La reflexión sirve también para los muros mentales que, en defensa de supuestas verdades absolutas, impiden la resolución de los conflictos y el poder dedicar nuestro tiempo al goce de la felicidad y no a la confrontación permanente .
Se la hora de derrocar muros y crear puentes.