#VIENE5Años
Qué Cataluña se dibuja económicamente el 2030?
Coincidiendo con el quinto aniversario de VÍA Emprendida, los lectores han hecho propuestas sobre temas a tratar. Este artículo intenta dar respuesta a la pregunta de cómo se prevé el futuro económico de Cataluña en el 2030. Pero antes de empezar, un apunte previo sobre las predicciones, puesto que como decía el premio Nobel Nils Bohr: "Hacer predicciones es muy difícil, especialmente si son sobre el futuro".
"Este artículo intenta dar respuesta a la pregunta de los lectores de VÍA Empreas de cómo se prevé el futuro económico de Cataluña en el 2030"
Si pensamos en todo el que ha pasado en Cataluña, España y Europa en los últimos meses podemos reconocer que ha habido muchas sorpresas y algunas muy difíciles de prever. Por lo tanto, hay muchos interrogantes sobre el que puede pasar hasta el 2030. De todas maneras, las predicciones son un ejercicio interesante que pone negro sobre blanco la valoración que hacemos sobre el futuro de acuerdo con la información disponible y al que creemos (y deseamos) que pasará a partir de ahora. Así tenemos elementos para tomar decisiones y, posteriormente, podremos comparar la realidad con el que habíamos previsto.
En el caso de Cataluña, el futuro económico depende mucho la situación actual y del que hacemos a partir de ahora. En cuanto a la situación actual, hay que reconocer la excelente evolución. Los problemas políticos y los bastones a las ruedas no han impedido un crecimiento del PIB por encima del 3%, superior al de España y al de la UE. Esto, es consecuencia sobre todo del buen trabajo de las empresas que han favorecido la internacionalización. Las exportaciones, el turismo, las ferias y congresos; y la inversión extranjera son motores clave: Acción, las Cámaras de comercio y otros muchos actores tienen mucho que ver. El crecimiento ha permitido que el paro haya pasado en muy pocos años del 22% al 13%. A pesar de que no es un dato para echar cohetes, es una mejora importante. Pero quedan muchos deberes pendientes como seguir reduciendo el paro, aumentar los salarios y la calidad de la ocupación.
De cara al futuro, las perspectivas son muy buenas. Hace unos meses el informe FDI del Financial Times destacaba que Cataluña es la región del Sur de Europa con mejores perspectivas para los años próximos para la inversión extranjera. Ahora bien el que pase en el futuro, dependerá mucho como gestionamos varios temas capitales:
- Conflicto político: A travès del diálogo, Cataluña puede tener el marco político y económico que los catalanes se merecen; y resolver los problemas de financiación y de infraestructuras, reducir la inestabilidad y las incertidumbres. En este punto es básico que el país sea el que quieran sus ciudadanos.
- Revolución 4.0: Los cambios tecnológicos están empezando a transformar la mayoría de sectores económicos. Si lo sabemos aprovechar, será una fuente de grandes oportunidades.
- Papel de la mujer: Participación real de la mujer en todos los ámbitos.
- Sostenibilidad: En la medida que el crecimiento sea equilibrado con todas las partes interesadas (personas, medio ambiente, sociedad...) podremos crear valor real para todos.
Entre las acciones que serán determinantes podemos destacar varias:
- Innovación: Hay que recuperar los niveles de inversión de hace unos años y aumentarlo para acercarnos a los países más competitivos.
- Apostar por el talento y las personas: Las personas tienen que estar en el centro de todas las políticas. No se puede dejar nadie de lado.
- Finanzas prudentes: Evitar el exceso de endeudamiento y la buena gestión de riesgos es la mejor medicina para salir muy parado de las próximas burbujas.
- Buenos valores: la pasión por el trabajo muy hecho, el esfuerzo, la cooperación, la ética, la transparencia y la cooperación son principios que tienen que inspirar.
- Buena gestión pública: Informes como los del Banco Mundial o del World Economic Forum sitúan España cómo uno de los países donde la burocracia lo pone más difícil a las empresas. Crear una empresa u obtener una licencia de obras requiere mucho tiempos y muchos más dinero que a la mayoría de países. Sigue pendiente la revolución que el sector público necesita para ser un motor de la mejora y no una telaraña que perjudica seriamente la competitividad. Esta revolución tiene que conseguir que tengamos buena regulación y que se cumpla mejor.
Y sobre todo esto: qué podemos prever? Me apunto al optimismo de los que creen que aprovecharemos las oportunidades. A pesar de todos los malgrats, creo que con paciencia resolveremos los problemas políticos y también sabremos aprovechar la Revolución 4.0 con una gestión sostenible y con paridad hombre-mujer. Apostaremos, de verdad, por la innovación y las personas. Y mejoraremos los valores y la gestión pública.
Por lo tanto, Cataluña en el 2030 habrá hecho un gran salto adelante. Será un actor europeo mucho más relevante. Tendrá las herramientas para hacer las políticas que hacen falta para ser más competitivos y generar más bienestar para la población. Esto quiere decir que muchas cosas tendrán que cambiar radicalmente. Para empezar, hay que aprender de los errores. Y el importante es ser consciente que muchos cambios los tenemos que hacer cada cual de nosotros y no esperar que cambien los otros. Cómo decía Gandhi: "Sé tú el cambio que querrías ver en el mundo".