ENTIDADES FINANCIERAS
¿Dónde puedo sacar dinero?
València pierde la mitad de las oficinas bancarias y pasa de 720 establecimientos en 2018 a un total de 439 en el año 2019
En una ciudad con 795.736 habitantes (con datos de 2019), tener menos de medio millar de oficinas bancarias no sabemos si es una buena noticia. La ratio establece que por cada 10.000 habitantes los valencianos tienen 5,5 oficinas bancarias donde poder hacer los trámites que la banca electrónica aún no se ha tragado. Y es que la sensación de 'no encontrar un cajero automático' es constante en la capital del Turia, pero ahora, cifras en mano, lo comprobamos. El Anuario Estadístico de Valencia 2019, recientemente publicado, recoge que en 2017 la ciudad contaba con 9 oficinas bancarias por cada 10.000 habitantes, pero actualmente la ratio ha quedado en poco más de la mitad.
Por ejemplo, el Banco Santander gestiona actualmente un total de 32 oficinas en la ciudad de València y la vasca KutxaBank tiene un total de 11 oficinas, con 11 cajeros, en toda la ciudad de València. En Barcelona, por ejemplo, suma 15 oficinas con cajero automático y añadiendo las situadas en el área metropolitana son cerca de 25 en total. Otra entidad bancaria cómo es Ibercaja mantiene abiertas 16 oficinas y cajeros automáticos en el cap i casal. La reducción también tiene que ver con la transformación del sector, explican fuentes de VIA Empresa. Por ejemplo, desde CaixaBank apuntan que están en pleno proceso de transformación de su red de oficinas para ofrecer "una mejor respuesta a las nuevas demandas de los clientes", que se traduce en la implantación del nuevo modelo de oficina Store en su red urbana. De hecho, en València han abierto recientemente el llamada All in one, un macroespacio en la plaza del Ayuntamiento de València, gestionan otras 10 oficinas Store, una de tipo Business y un total de 38 convencionales.
La entidad apunta que con este nuevo modelo de oficina Store aspira a "reforzar el vínculo y la proximidad con sus clientes de Banca de Particulares, Banca Premier y Privada y Negocios mediante un nuevo modelo de relación que fomenta la innovación, la transparencia y la proximidad". Es una manera diferente de trabajar: los clientes reciben la bienvenida a la entrada de la oficina por parte de un empleado que los guía en función de sus necesidades.
Tantos bancos como banderas
En plena transformación del sector hay otros, como Banco Pichincha o Attijariwafa Bank, que aterrizan en nuestras calles para competir por los clientes. El primero forma parte de un grupo financiero fundado en el Ecuador en 1906 que cuenta con una posición de liderazgo en el mercado ecuatoriano, donde es la institución más grande bancaria y tiene presencia también en el Perú, Colombia, Panamá, Miami y también en el Estado español. La segunda entidad es un banco de origen marroquí, con 13 sedes en España y presencia, además de la ciudad de València y Alicante, también en Catalunya y Mallorca.
También tiene presencia en València el Bank Degroof Petercam, de Bélgica, una institución financiera independiente de referencia que ofrece sus servicios a inversores privados e institucionales, así como a organizaciones, desde 1871. Con sede en Bruselas da trabajo a 1.400 profesionales en las oficinas de Bélgica, Luxemburgo, Francia, Suiza, Países Bajos, Alemania, Italia y Hong Kong, pero también España donde tiene oficinas en València y Barcelona.
En opinión de Jesús Palau, profesor del departamento de Economía y Finanzas de ESADE, esta nueva llegada de entidades financieras es lógica. Palau explica que una cosa es la existencia de bancos establecidos que están "mal dimensionados" por la tecnología, y otras que "quieren tener una representación pequeña todavía porque quieren su parte del pastel, porque quieren participar". El experto apunta que "todo el mundo quiere estar un poco en todas partes" y argumenta que la acción de estos bancos es muy pequeña: "No es de gran influencia al negocio bancario, que continuará en manos de los grandes bancos, los cuales se llevan el 70% del pastel. Su actividad en España es muy reducida, con 600 millones de euros de crédito es muy pequeño y no tiene una gran incidencia global", concluye.
La despoblación y los cajeros automáticos
Si la concentración y reducción en la capital valenciana es más que evidente, la situación en muchos municipios es ya preocupante pues desde 2008, el País Valencià ha perdido el 50% de todas las oficinas bancarias que tenía, lo que ha significado que en muchos pequeños pueblos ya no haya ninguna oficina bancaria. Según la Generalitat Valenciana, hay 123 municipios del País Valencià que no tienen ninguna entidad bancaria en su demarcación.
123 municipios del País Valencià no tienen ninguna entidad bancaria en su demarcación
En este contexto, este mes de enero se espera que se publique la convocatoria anunciada por el presidente valenciano Ximo Puig para evitar el abandono bancario. Según ha explicado recientemente Puig, con la convocatoria con la que trabaja el Consell valenciano, todos los municipios valencianos que no tienen cajero automático podrán optar a un contrato de un plazo de cuatro años con las diferentes entidades bancarias que se podrán postular para dar este servicio. Puig anunciaba esta novedad a finales del pasado mes de diciembre, apuntando que "se trata de una iniciativa nueva en España y Europa, gracias al hecho que la Comisión Europea acaba de avalarla", resaltaba.