Afrucat tiene una historia de supervivencia empresarial | ACN

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Una década después del veto ruso: Afrucat destaca la resiliencia del sector de la fruta

El verano de 2014 se cerró el mercado ruso y esto derivó en tres años de una crisis que supuso un punto de inflexión

Esta semana se cumplen 10 años desde que el mercado ruso se cerró a toda la importación de frutas y hortalizas de la Unión Europea (UE) y otros productos alimentarios comunitarios. En diez años, Europa productora no ha podido compensar la pérdida de este mercado, pero ha sabido reestructurarse y consolidar el mercado europeo y seguir diversificando su exportación.

Desde Afrucat se hace una valoración de este período como un "camino doloroso" del cual consideran que el sector ha podido salir más "fuerte y resiliente". El veto derivó en tres años de una grave crisis que supuso un punto de inflexión. Muchos agricultores tuvieron que arrancar los árboles frutales y cambiar de cultivos o incluso cerrar.

Una década después del inicio del veto ruso, España ha perdido 20.000 hectáreas de melocotones y nectarinas y exporta un 17% menos respecto al año 2013. Italia fue otro de los países europeos afectados con una caída de 20.000 hectáreas de melocotón y nectarina y una disminución de 10.000 hectáreas más de pera.

El veto ruso derivó en tres años de una grave crisis que supuso un punto de inflexión

Rusia ha sustituido la importación de fruta de hueso básicamente por las exportaciones turcas, que se han incrementado considerablemente, pasando de las 34.147 toneladas exportadas en 2013 a las 225.959 toneladas en 2023. Polonia y Bélgica tuvieron que cambiar drásticamente su perfil exportador sustituyendo los destinos para las 758.000 toneladas de manzanas y las 100.000 toneladas de peras que estos países enviaban respectivamente al mercado ruso.

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Por su parte, Rusia también ha incrementado su superficie de plantación de frutas y verduras en un 32% en global. En concreto, Rusia tiene actualmente más de 10.000 hectáreas nuevas de perales y más de 50.000 hectáreas de manzanos. La nueva superficie rusa de manzano sería equivalente a toda la manzana que se produce en Catalunya.

Según el director general de Afrucat, Manel Simón, desde aquel año el sector en Cataluña ha recorrido un "camino doloroso y muy complicado". De repente se perdió un mercado con 150 millones de consumidores que tenía un índice de crecimiento muy interesante en un momento en que España era la primera exportadora mundial de melocotones y nectarinas y Cataluña representaba el 55% de esta exportación total.

Se tuvo que sustituir Rusia por un incremento en el consumo interno y por reforzar las relaciones comerciales con países ya conocidos

Para Simón, fue un momento "crítico" no solo para los melocotones y las nectarinas, ya que considera que también tuvo lugar una presión global en los precios de toda la fruta dulce europea. Los polacos no sabían qué hacer con las manzanas, Bélgica y Holanda tenían stocks de peras y la región mediterránea un exceso de fruta de hueso. Esta situación desembocó en tres años de una grave crisis para todo el sector y representó un punto y aparte para la fruticultura catalana que forzó una reinversión en un "tiempo récord". Se tuvo que sustituir Rusia por un incremento en el consumo interno y por reforzar las relaciones comerciales con países ya conocidos como Alemania e Italia.

Por todo ello, Simón apunta que fue una etapa "dura" pero que permitió salir más fuertes, redefinir estrategias comerciales, redimensionar empresas y sobre todo reforzar el mercado más cercano y principal que es el centroeuropeo, sin olvidar la necesidad de seguir diversificando exportaciones y la apertura de mercados. Según Afrucat, ahora se está más preparado y se cuenta con más resiliencia.