• Déficit creciente y tensión en el Ateneu Barcelonès

Déficit creciente y tensión en el Ateneu Barcelonès

El tesorero advierte a la junta que el pasivo puede elevarse hasta el millón de euros

Isona Passola, presidenta del Ateneu Barcelonès | Europa Press
Isona Passola, presidenta del Ateneu Barcelonès | Europa Press
Barcelona
30 de Diciembre de 2022
Act. 30 de Diciembre de 2022

El Ateneo Barcelonès cierra el año sin superar la crisis interna. La centenaria entidad cultural que preside Isona Passola prevé que el déficit acumulado se eleve hasta el millón de euros, equivalente a la mitad de su presupuesto anual, mientras crecen las tensiones dentro de la junta. No se descartan nuevas dimisiones.

 

En la reunión de la junta del pasado septiembre, su tesorero, Daniel Faura Llimós, indicó que preveían cerrar este ejercicio con un "déficit estimado" de 256.000 euros, según consta en el acta de la sesión. Entre otros motivos, justificó esta desviación en el incremento de las facturas de consumo energético, estimada en 114.000 euros, y en la disminución de los ingresos por cuotas de socios o patrocinios, calculada en 75.000 euros.

Advertencia: "déficit acumulado próximo al millón de euros con los consecuentes efectos para cubrir las necesidades de tesorería a corto plazo"

También informó que "esta previsión de cierre negativo del ejercicio de 2022 y el déficit previsible del presupuesto del año próximo, acumulados a los resultados negativos de años anteriores, acercarían la entidad a un déficit acumulado en los años próximo al millón de euros con los consecuentes efectos para cubrir las necesidades de tesorería a corto plazo". El contenido de esta acta, la última que se ha hecho pública, levanta polémica entre los ateneistes.

 

Para este 2022, el presupuesto aprobado era de 2 millones de euros, superior a los de los ejercicios anteriores (1,13 millones, en 2021; 1,45 millones, en 2020 y 2019) que ya se saldaron con pérdidas, si bien las del primer año de la pandemia eran justificadas porque el Ateneu cerró las puertas durante el estado de alarma. Fuentes próximas a la junta califican de "muy grave" si se alcanza un déficit próximo al millón de euros, lo que puede provocar consecuencias a corto plazo, como advertía en su informe Daniel Faura, socio fundador de la auditora y consultora Faura-Casas.

Passola preside el Ateneo Barcelonès desde marzo de 2021, cuando relevó al historiador Jordi Casassas, de forma que su junta no es la responsable de todo el déficit acumulado, si bien sus críticos le recriminan que no haya enderezado la deriva económica y también el clima de tensión que se ha generado dentro de la institución.

Posibles dimisiones

Fuentes próximas a la junta apuntan que se pueden producir otras dimisiones en este órgano de gobierno después de las de Teresa Mañà y JoanSafont, que en septiembre pasado salieron por estar disconformes con el despido fulminante de Àlex Cosials como director de la biblioteca. Con anterioridad, también dimitió el vicepresidente económico, Genís Roca. El periodista y escritor Jordi Safont indicó en su momento a VIA Empresa que se retiró por "el estilo presidencialista y de poco trabajo en equipo" de Isona Passola. También se han dado de baja socios ilustres como el escritor Jordi Coca.

Las fuentes consultadas precisan que hay miembros de la junta que se están planteando la dimisión. Añaden que, si no lo han llevado a cabo todavía, ha sido por la gestión de RicardFaura Homedes, vicepresidente segundo y secretario, que se esfuerza en "poner orden" en la casa.

En menos de dos años, el Ateneu ya ha tenido tres gerentes: Daniel Ortiz Llargués (destituido por Passola en julio de 2021); Jordi Codina Sans (julio de 2021-enero de 2022) y AriadnaRobert (desde enero de 2022). Socios históricos no entienden este baile de gerentes y, especialmente, el cese de Ortiz, un profesional contrastado que se había ganado la plaza a través de concurso.

Los últimos movimientos han sido la incorporación de una nueva responsable de comunicación –Neus Chordà, directora del gabinete Chordà Comunicación, especializado en el mundo editorial– y de otra de redes sociales, que en los dos casos son externas a la casa.

Todavía se mantiene el conflicto por la Escola d'Escriptura, una sociedad limitada propiedad del Ateneu. Sus profesores (unos cincuenta) censuran el trato que les ha dispensado la junta, tanto la de Passola como la anterior de Casassas, y el ánimo recaudatorio. Argumentan que, con una facturación de 1,4 millones en el anterior curso, genera beneficios para el Ateneu.

Otra cuestión es la pérdida de socios. Si bien el ejercicio de 2021 se cerró con 3.280 socios, 175 más que un año antes (un incremento del 5,6 %), quedan lejos de los 4.096 de 2019 o de los 4.184 de 2018. Todavía no han hecho públicas los datos de 2022.