La Comisión Europea ha propuesto aplicar un tope del precio del gas ruso con el objetivo de reducir los ingresos que obtiene el Kremlin por el suministro de energía. "Tenemos que recortar los beneficios que Rusia utiliza para financiar la guerra de Ucrania", ha subrayado la presidenta del ejecutivo europeo, Ursula Von der Leyen. Aparte de esta medida, la Comisión también ha planteado otras soluciones para controlar los precios de la energía y evitar que la inflación se dispare. Entre ellas, destaca la propuesta para reconducir los beneficios extraordinarios que consiguen las empresas energéticas y así ayudar a los más vulnerables o modificar el marco europeo de ayudas a compañías suministradoras para agilizar la obtención de subvenciones.
Pese a las amenazas de Rusia -Putin ha asegurado que cortará el suministro energético si finalmente se aprueba un tope al precio del gas-, Von der Leyen ha señalado que la actitud del Kremlin "no es ninguna sorpresa" y se ha mostrado convencida que el conjunto de la Unión Europea actuará "con solidaridad, determinación" y mostrando "voluntad política". El tope al precio del gas ruso es la medida estrella propuesta este miércoles por la Comisión -y que se debatirá este viernes entre los distintos ministros de energía de la UE-, pero Von der Leyen ha citado cuatro propuestas adicionales para hacer frente a la crisis energética actual.
Por un lado, la presidenta de la Comisión ha sugerido un ahorro "inteligente" de electricidad. En segundo lugar, recomendó limitar los beneficios que obtienen las compañías energéticas. La tercera medida, que afecta a las empresas de petróleo y gas, propone que hagan "una contribución solidaria" para ayudar a los colectivos más necesitados. Por último, el ejecutivo actualizará su marco de ayudas para que las empresas energéticas tengan acceso a una mayor liquidez, algo indispensable para poder continuar operando con garantías.