El Govern ha anunciado una inversión de 30 millones de euros en los 45 puertos de la Generalitat hasta el 2027. La mitad de este importe será para afrontar los efectos del cambio climático. Concretamente, las inversiones para asegurar la funcionalidad de las infraestructuras supondrán el 44,3% del total (13,07 millones) mientras que medidas como la instalación de placas solares, instalación de luces LED y más puntos de recarga eléctrica por en vehículos y embarcaciones representan un 10,25% más (3,02 millones). Por otro lado, también destacan 6,2 millones (21%) para impulsar la sinergia puerto-ciudad y 3,3 millones (11,36%) para el apoyo al sector pesquero.
Según detalló la directora general de Ports de la Generalitat, Annabel Moreno, las actuaciones más importantes de la zona norte (puertos del litoral gerundense), destacan la adecuación de las edificaciones de la dársena pesquera (850.000 euros), la urbanización de la calle del Port (800.000 euros) y la sustitución del fibrocemento de la cubierta de las naves del almacén de la cantera (700.000 euros). En los puertos de la zona central (costa de Barcelona) destaca el refuerzo del dique de Levante de Arenys de Mar (3,39 millones de euros) y el nuevo dique interior de la dársena comercial y el dragado del interior del puerto y la bocana de Vilanova y la Geltrú, con 823.500 euros y 658.000 euros, respectivamente.
Por último, en los puertos de la zona sur las actuaciones más importantes están en el sector levante del paseo Marítimo de La Ràpita (1,05 millones) y el nuevo edificio de servicios náuticos (1 millón de euros). La directora general de Puertos de la Generalitat ha recordado que la sociedad se autofinancia a través de diversas vías, como las tasas y tarifas por servicios; las tasas y cánones para concesiones y autorizaciones administrativas; la alineación de activos fijos; créditos, préstamos y otras operaciones financieras, subvenciones y transferencias y productos de régimen sancionador. Los ingresos son de carácter finalista y se destinan a la inversión de las infraestructuras portuarias.
Sin dejar de lado la problemática climática, recientemente, se ha dado a conocer que el Port de Barcelona quiere promover un acuerdo con las diferentes compañías de cruceros que operan en Barcelona para que, a partir de la declaración de la fase de emergencia por sequía por parte del Govern de la Generalitat, los barcos se aprovisionen de agua en la capital catalana únicamente en caso de extrema necesidad. Se trata de una medida impulsada desde el conjunto de su comunidad portuaria.
Bajo el criterio de los responsables del equipamiento, el sector crucerístico es uno de los que ha reducido de forma más significativa la captación de agua en el Port de Barcelona en los últimos años como consecuencia, fundamentalmente, de la incorporación de sistemas de potabilización en la mayoría de embarcaciones, lo que les permite generar su propia agua. Concretamente, durante el 2022, los cruceros representaron el 0,09% del consumo de agua de la ciudad de Barcelona.