El presidente del
Una buena cultura de la ética empresarial supera, según defiende Faus, "las acciones filantròpiques o los códigos de conducta". Una apuesta cómo la que reivindica pasa para "mostrar que las empresas tienen una alma es allá de la investigación de beneficios", algo que, en sus palabras, muchas grandes empresas no han sido capaces de hacer. "Hay muchas multinacionales que se han quedado encalladas en maneras de hacer del siglo XX con muchos problemas para atraer y retener talento".
El responsable del círculo pide a las empresas "hacer las cosas muy hechas" por ante el negocio mismo. Las firmas necesitan, así "un propósito, cómo lo tiene una persona física, una familia o cualquier colectivo" – que puede servir para lograr "rédito financiero y rentabilidad" a largo plazo. "Los inversores y empleados apostarán por estas empresas", analiza Faus.
Al mismo acto han intervenido el director general de Esade, KoldoEchebarría, y el director del IESE, FranzHeukamp, que han encontrado puntos de unión con el discurso del presidente del círculo. Aún así, Echebarría ha recordado que el primer rol de la empresa es la generación "de oportunidades y crecimiento". "Para distribuir la riqueza, se tiene que generar", apunta, concediendo que la reducción de las desigualdades sociales tiene que ser un objetivo del ecosistema de negocio, especialmente mediante un mejor nivel mediano del sistema educativo.
Por su parte, Heukamp conviene que la "excelencia" en la governança y la toma de decisiones dentro de las empresas "tiene que incluir siempre una dimensión ética", a pesar de que reconoce que a menudo, hacen falta acontecimientos económicos traumáticos para recuperarla. "Redescubrimos la ética después de una crisis financiera cómo la del 2008. El reto es hacer ver que esto siempre tiene que estar integrado", reflexiona.